jueves, 17 de abril de 2008

Gotas de lluvia caen sobre mi cabeza


Raindrops Keep Falling On My Head... And just like the guy whose feet
are too big for his bed, nothing seems to fit. Those raindrops are
falling on my head, they keep falling.

So I just did me some talking to the sun. And I said I didn't like the
way, he got things done... sleeping on the job... those raindrops are
falling on my head, they keep falling.

But there's one thing I know: The blues they send to meet me won't
defeat me. It won't be long till happiness sleps up to greet me.

Raindrops keep falling on my head but that doesn't mean my eyes will
soon be turning red. Crying's not for me cause I'm never gonna stop
the rain by complaining. Because I'm free. Nothing's worrying me.

[BJ Thomas & Hal David & B. Bacharach]

9 comentarios:

elena dijo...

Llovió mucho.
Y después salió el sol.
Y lo malo es que ahora está granizando.
[Crazy weather.]

Marikuki Lucas dijo...

Entre las palmeras y el edificio blanco de la izquierda nunca habría dicho que esa imagen pertenece a Barcelona... ¿Cómo me puede gustar tanto el gris del cielo cuando llueve? (absurda melancolía, supongo)

SuperWoman dijo...

Vale Elena, otra con una cancion pegadiza... Ahora la culpa del martirio que sufren mis compis de trabajo por el tarareo os la podeis repartir manuel y tu, a partes iguales

elena dijo...

La lluvia es muy importante aquí y ahora. Nuestros políticos, que parece que solo piensen en intangibles patrióticos, han hecho una gestión providencialista del agua (Dios proveerá!), y de tantas otras cosas, que ha llevado a Cataluña a una situación bastante precaria en muchos aspectos.

Barcelona, la gran Barcelona turística conocida arreu el món, y que está asentada sobre un enorme acuífero (ahora contaminado por la dejadez y la falta de prevision), no tiene asegurado el consumo de agua potable para los próximos meses. Tenemos infraestructuras obsoletas o insuficientes, se nos queman los hospitales, se nos hunden las obras públicas, somos de los últimos en estadísticas académicas, la ciudad se queda sin luz y, ahora, casi sin agua. Cuarto mundo.

Anónimo dijo...

Elena,

¿leíste un artículo de Antón Costas en la 4ª página de opinión del domingo en El País? Suscribo cada coma y cada letra. Prometo un post próximo sobre él. Besos, buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Por cierto, qué gusto daba bajar por las Ramblas el jueves, con un buen paraguas y unos buenos zapatos, bajo la lluvia y con todos los turistas ahuyentados. ¡Qué gusto daba! Daba hasta nostalgia de algo que no he llegado nunca a conocer pero que debió de existir, es decir, esta ciudad antes de ser "la millor botiga del mon". Besos, Am

elena dijo...

No leí el artículo de Antón Costas en su momento (¿Qué le pasa a Barcelona?), pero lo he leído ahora y también estoy de acuerdo con todo lo que dice. Y su lectura me ha recordado qué gran equivocación fue la supresión de la Corporación Metropolitana, por parte de Jordi Pujol, allá por 1987 (*). Cómo dice Costas: De aquellos polvos, estos lodos.

El jueves me perdí el paseo por las Ramblas vacías. Lo único que hice fue contemplar y fotografiar el diluvio desde la terraza.

(*) En esta época, yo formaba parte de la plantilla del Centre Informàtic de la Generalitat de Catalunya. (Todos tenemos un pasado.)

Anónimo dijo...

Sí; algo parecido hizo Margaret Thatcher contra Londres, hasta que sólo hace unos años volvieron a restituir la figura de Alcalde en esa ciudad.

No tienes nada de qué avergonzarte: me cuestra creer que desde el Centre Informàtic acabárais con la Corporación Metropolitana. Un abrazo, Am

Anónimo dijo...

-28 de abril-
Ayer por la tarde volvió a llover. No demasiado, pues no se llenaron los platos de las macetas, pero sí algo más que poco.

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