domingo, 13 de marzo de 2016

Vila-Matas: Marienbad elécrico [la parte de Enrique]

Henri Matisse, Intérieur aux aubergines
Henri Matisse
Intérieur aux aubergines
«No es por justificarme, pero es lógica la atracción por ese tipo de habitación única, de espacio cerrado. Es una clase de cuarto que atrae por lo que básicamente representa, pues es el lugar mítico donde se desarrolla siempre el gran drama humano, no exento, en ocasiones, de luz. A fin de cuentas, una habitación es el espacio central de toda tragedia —el lugar donde Hölderlin alcanzó la locura, donde Juan Carlos Onetti meditó sobre el mundo y decidió que era mejor no salir más de la cama, y donde Emily Dickinson se recluyó con sus mil seiscientos poemas—, pero a la vez es el sitio donde Vermeer conoció "la experiencia de la plenitud y de la independencia del momento presente".

Henri Matisse, La fenêtre ouverte à Collioure
Henri Matisse
La fenêtre ouverte à Collioure
Una habitación cerrada es posiblemente, como dice un amigo, el precio que hay que pagar para llegar a ver la luminosidad. Y ha sido mi lugar preferido para encontrar mi vida dentro de los textos que leía. Y así, por ejemplo, hay un escena de Tolstói que he interiorizado y en la que me veo a mí mismo leyendo: es aquella en la que un personaje está en un tren y tiene un libro en sus manos, y una luz en la cabina ilumina su lectura. Para mí, ésta es una imagen de felicidad, y seguramente sólo la literatura puede darla. Pues hay que saber que la literatura permite pensar lo que existe, pero también lo que se anuncia y todavía no es. Y también pensar, por ejemplo, que el mundo es un texto, una gran ficción que DGF lee con pasión todos los días.


El mundo es un pasaje, y éste es nuestra vida, está en los libros. Sólo vivimos realmente a medida que leemos nuestra historia, transcendiéndola. Porque sólo la literatura es verdaderamente transcendente, nos descubre a los otros y hace que nos preguntemos cómo es posible que los signos sobre una tabla de arcilla, los signos de una pluma o de un lápiz puedan crear una persona (un Quijote, un Gregor Samsa, una Beatrice, un Jakob Von Gunten, un Falstaff, una Ana Karenina) cuya substancia excede en su realidad, en su longevidad personificada, la vida misma.» (pág. 46-48)

2 comentarios:

la part de matisse dijo...

«Je ne savais pas grand-chose de ses Chambres en ville, mais j'ai pensé à des tableaux et j'ai fini par lui parler de La Fenêtre ouverte à Colliure, la peinture de Matisse où les frontières de la vie introspective et de la vie extérieure se confondent.

Même si je n’étais pas sûr de le lui avoir déjà dit, je lui ai expliqué que j'avais très souvent pensé que la structure de certaines de ses installations rappelait ce tableau de Matisse qui annule de façon suspenderte la différence entre dedans et dehors.
[...]
Ce Matisse [Intérieur aux aubergines], peint trois ans après La Fenêtre ouverte à Colliure, a toujours retenu son attention, peut-être parce que les volumes y sont remplacés par des bandes planes interactives : au lieu d'offrir une échappatoire, la fenêtre montre un paysage construit par une succession de surfaces qui annulent la sensation d'extérieur et d'intérieur...» (pages 103-105)

trilogía de marienbad dijo...

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- Vila-Matas: Marienbad elécrico [la parte de Dominique]
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