miércoles, 31 de julio de 2019

Un apartamento en Urano, de Paul B. Preciado


Paul B. Preciado (Burgos, 1970 y 2016)
UN APARTAMENTO EN URANO
CRÓNICAS DEL CRUCE
Prólogo de Virginie Despentes
Anagrama, 2019 - 320 págs. - inicio
[lúcido y necesario]

«Para algunos homosexuales, algunos transexuales (aquellos que están en relaciones heterosexuales en las que los dos miembros de la pareja producen únicamente espermatozoides o únicamente óvulos), algunos heterosexuales (aquellos cuyas células reproductivas no pueden efectuar por sí solas el proceso de recombinación genética), asexuales, intersexuales y algunas personas con diversidad funcional, provocar el encuentro de sus materiales genéticos no es posible a través de un agenciamiento genital: es decir, a través de la penetración biopene-biovagina con eyaculación. Pero eso no quiere decir que no seamos fértiles o que no tengamos derecho a transmitir información genética. Los homosexuales, transexuales o asexuales no somos únicamente minorías sexuales (empleo aquí minoría en el sentido deleuziano del término, no en términos estadísticos, sino como un segmento social y políticamente oprimido), somos también minorías reproductivas. Hemos pagado nuestra disidencia sexual y reproductiva con el silencio genético: no solo hemos sido borrados de la historia social, sino que también hemos sido borrados de la historia genética. Junto con todos aquellos cuerpos considerados como «discapacitados», los homosexuales, los intersexuales y los transexuales, o bien hemos sido «políticamente» esterilizados, o bien se nos ha forzado a reproducirnos a través de técnicas heterosexuales ajenas a nuestros propios agenciamientos sexuales. La actual batalla por la extensión de la PMA [procreación médicamente asistida] a los cuerpos no heterosexuales es una guerra política y económica por la despatologización de nuestros cuerpos, por el control de nuestros materiales reproductivos: nuestros úteros, nuestros óvulos, nuestro esperma; en definitiva, nuestras cadenas de ADN.
    Los heterosexócratas que salen a la calle y se manifiestan lo hacen para que su forma de reproducción asistida pueda seguir siendo validada por la ley y los aparatos gubernamentales como la única natural, lo que les permitiría mantener sus privilegios político-reproductivos. ¿Puede Francois Hollande y su gobierno, buscando el respaldo de las fuerzas conservadoras, alzarse como tecnopadre soberano de la patria, como policía de la recombinación genética, y arrogarse el derecho de esterilizarnos, de impedirnos utilizar nuestros fluidos y nuestras células reproductivas?
    Los teóricos de le economía parecen ser conscientes de que el capitalismo ha entrado en un periodo de mutación de sus formas de producción. Sin embargo, la mayoría de estos análisis, al separar producción y reproducción, ignoran que una de las transformaciones más importantes del capitalismo contemporáneo depende de los cambios introducidos por las tecnologías biológicas, informáticas y farmacéuticas, pero también por las tecnologías de gobierno, en el proceso no ya de producción, sino de reproducción sexual y social. Mientras la producción se virtualiza y los flujos del capital financiero  Paul B. Preciado se vuelven cada vez más móviles y abstractos, el ámbito de la reproducción sexual y social aparece como el lugar de un nuevo proceso de acumulación primitiva. Es en este contexto de metamorfosis de la economía de la reproducción en el que quiero situar hoy la pregunta por la procreación médicamente asistida y sus condiciones.» París, 28 de Septiembre de 2013 (págs. 70-71, de )

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...