sábado, 31 de julio de 2021

El hombre que salvó los cerezos, de Naoko Abe


Naoko Abe (Japón, ¿?)
EL HOMBRE QUE SALVÓ LOS CEREZOS
['Cherry' Ingram: The Englishman Who Saved Japan's Blossoms, 2019]
Trad. Juan Manuel Salmerón Arjona
Anagrama, 2021 - 448 págs. - inicio

Historia de Japón a través de los cerezos, G. Altares
El inglés que salvó los cerezos japoneses, N. Escur
Hiperbólico, José Pazó Espinosa
[y tedioso]

«En Japón cada primavera la floración de los cerezos es una fiesta de los sentidos, y todo un símbolo de la cultura del país. Lo que casi nadie sabe es que si hoy sigue vivo ese patrimonio de la humanidad es gracias a un inglés llamado Collingwood Ingram, cuya historia nos descubre este libro.
    Ingram, hijo de una familia rica, se interesó en su adolescencia por la ornitología, y el entusiasmo lo llevó a viajar a Japón para escuchar el canto de los pájaros de aquellos parajes. Con el tiempo fue abandonando la pasión ornitológica y la sustituyó por la horticultura, y en el país asiático quedó fascinado por las múltiples variedades de cerezos, de las que se calcula que había unas doscientas cincuenta. Cuando en 1919 se instaló con su familia en Kent, descubrió alborozado que en el jardín de la casa había dos espléndidos cerezos japoneses, que cultivó con mimo. En 1926 emprendió un nuevo viaje a Japón en busca de esos árboles y descubrió alarmado que, debido a la occidentalización y modernización del país y a la decisión de apostar por una única variedad clonada, se estaba perdiendo la riquísima diversidad de cerezos japoneses, incluido el espectacular Taihaku o «gran blanco». Ingram dedicó su vida a salvaguardar esos árboles y a proteger la tradición de la sakura (palabra japonesa para referirse al cerezo en flor) hasta su muerte, ya centenario, en 1981.
    Este es en parte un libro sobre botánica, pero fundamentalmente trata sobre una pasión y una obsesión, sobre la preservación de un patrimonio estético mediante una lucha callada y constante. Trata también sobre la historia de dos países y dos culturas; sobre el final del mundo victoriano, en el que nació Ingram en 1880, y sobre el convulso siglo XX. La fascinante historia de un hombre enigmático y de un árbol cuya floración es de una belleza que admira al mundo entero. » (CONTRAPORTADA)

lunes, 26 de julio de 2021

Testo yonqui, de Paul B. Preciado


Paul B. Preciado (Burgos, 1970)
TESTO YONQUI
SEXO, DROGAS Y BIOPOLITICA
Anagrama Argumentos, 2008, 2020 - 352 págs. - inicio - Bibl. Lesseps

Una de las obras más originales y audaces de la Filosofía reciente, Jaime (ulad)
Pieza fundamental de la literatura queer, Valentín Eduardo Ibarra
PBP habla con Carolina Meloni González
PBP habla con Luz Sánchez-Mellado
[brutal]

«Este libro no es un libro al uso. Es, de entrada, un texto híbrido, que entrecruza narración autobiográfica y ensayo filosófico. Pero es algo más: la crónica de un experimento con el propio cuerpo de quien escribe, que se aplica testosterona en forma de gel en una exploración personal y política. Una indagación corporal y sexual que desborda, mediante una escritura transgresora, los límites tradicionales del género, en todas sus acepciones.
    Se ha dicho de Testo yonqui que es para el nuevo transfeminismo lo que fue El Anti-Edipo de Deleuze y Guattari para la generación del 68. Este es un libro sobre la identidad sexual entendida como una condición fluida y no estanca; sobre la sexualidad en el capitalismo, la pornografía, el feminismo y la industria del sexo; sobre la tecnosexualidad y la farmacopornografía; sobre la excitación y el control; sobre deseos y encuentros sexuales heterodoxos, Pol B. Preciado sobre hormonas, dildos, fluidos corporales, intersexualidad, activismo queer…
    Un libro radical en fondo y forma, que en su publicación en 2008 supuso un aporte mayúsculo al desarrollo de un pensamiento insurrecto que tira del hilo de Foucault, Derrida, Deleuze y Guattari, Virginie Despentes, Judith Butler y Annie Sprinkle, entre otros, y que ahora rescatamos felizmente para Anagrama.» (CONTRAPORTADA)


«No hay dos sexos, sino una multiplicidad de configuraciones genéticas, hormonales, cromosómicas, genitales, sexuales y sensuales. No hay verdad del género, de lo masculino y de lo femenino, fuera de un conjunto de ficciones culturales normativas.» (pág. 184)

viernes, 23 de julio de 2021

Recuerdos de mi inexistencia, de Rebecca Solnit

Records de la meva inexistència

Rebecca Solnit (San Francisco, 1961)
RECUERDOS DE MI INEXISTENCIA
[Recollections of My Nonexistence, 2020]
Trad. Antonia Martín
Lumen, 2021 - 288 págs. - inicio - fragment

"Las mujeres vivimos en un océano de violencia...", Elena Hevia
Audibilidad, credibilidad y relevancia, E. M. G. Pastor
Diversos parabienes
[repetitivo]

«Podían hacerte un poco de daño —con insultos y amenazas que te recordaban que no estabas a salvo ni eras libre ni poseías ciertos derechos inalienables—, o más daño con una violación, o más con una violación acompañada de secuestro, tortura, cautiverio y mutilación, y más aún con el asesinato, y la posibilidad de la muerte planeaba siempre sobre las otras agresiones. Podían borrarte un poco para que hubiera menos de ti, para que tuvieras menos seguridad, menos libertad, o podían socavar tus derechos e invadir tu cuerpo para que fuera cada vez menos tuyo; podían suprimirte del todo, y ninguna de esas posibilidades parecía especialmente remota. Todas las cosas malas que les pasaban a las otras mujeres porque eran mujeres podían ocurrirte a ti por ser mujer. Aunque no te mataran, mataban algo de ti: tu sensación de libertad, de igualdad de confianza en ti misma.» (págs. 62)
«Casi veinte años más tarde, en mi libro sobre el caminar cité a Sylvia Plath, quien a los diecinueve manifestó: "Haber nacido mujer es mi tragedia. [...] Sí, mi deseo ferviente de alternar con obreros, marineros y soldados, con los parroquianos de los bares (de ser un personaje anónimo de la obra para escuchar y observar) resulta imposible porque soy una chica, una mujer, siempre expuesta al peligro de una agresión. El irreprimible interés que me inspiran los hombres y su vida a menudo se confunde con el deseo de seducirlos, o se interpreta como una invitación a la intimidad. Pero, por Dios, yo solo quiero hablar con todas las personas que sea posible y profundizar todo lo que sea capaz. Me gustaría poder dormir a cielo abierto, viajar al oeste, pasear libremente por las noches". Al leer el pasaje mucho después de incluirlo en el libro me pregunté quién habría sido Sylvia Plath si hubiera tenido las llaves de la ciudad, como se decía antes, y de las colinas y de la noche, y hasta qué punto su suicidio en la cocina cuando tenía treinta años tal vez se debiera en parte al confinamiento de la mujer a los espacios y delimitaciones domésticos.» (págs. 119-120)

martes, 20 de julio de 2021

Pureza, de Garth Greenwell


Garth Greenwell (Estados Unidos, 1978)
PUREZA
[Cleanness, 2020]
Trad. Inga Pellisa
Literatura Random House, 2021 - 235 págs.

— Empezando por Lo que te pertenece
Las afinadas ‘variaciones’ Greenwell, Rodrigo Fresán
Muy gay, muy lúcido, Luis A. de Villena
Testimonio de una pulsión irrefrenable, A. Bordón
[intenso]

«¡Poesía!, exclamé enderezándome en la silla, lo cual tuvo el efecto que buscaba; se volvieron todos hacia mí callados, no tanto por obediencia como por desconcierto. Yo los miré un momento, una especie de cesura, y luego lo repetí, Poesía, como si fuese la respuesta obvia a una pregunta, la respuesta que ya conocían. Eso es lo que pueden hacer los poetas y los artistas; darnos ideas en las que podemos creer, en las que pueden creer países enteros. Como Whitman, dije, al que todos habían estudiado, formaba parte del currículum del décimo curso; mis propios alumnos estaban leyéndolo en ese momento, el Canto a mí mismo, y a mí me parecía que era un poema distinto [...] Pensad en lo que busca hacer en este poema, dije, y en un momento en que el país estaba en guerra consigo mismo, absolutamente roto; quiere crear una imagen de América en la que todos puedan creer. Como esa sección milagrosa [...] en la que lo único que hace es nombrar cosas, dije, bueno, no cosas, personas, es solo una lista, quiere incluir a todo el mundo, quiere encontrarle un lugar a cada uno. [...] Y están esos momentos maravillosos, que pone entre paréntesis, como un susurro, recordáis, en los que nos dice que ama a la persona a la que acaba de nombrar. Eso era para él la democracia. [...] Ese es el problema de la democracia, el peligro de las multitudes, y ese es el problema de las protestas, también: cómo tomas a una multitud y la conviertes en pueblo, como tomas la voz de una multitud y la conviertes en la vox populi, la voz de un pueblo. [...] La gente tiene que unirse sin perder su capacidad de pensar, Whitman llama a esto una "meditada fusión", el concepto entero de democracia depende de ella. Y mirad, yo no creo que un poema pueda hacer lo que Whitman creía. Él quería que su poema fuese América [...] pero lo que hizo fue crear una imagen de América en la que aún tengo ganas de creer, que parece todavía la mejor imagen de nosotros mismos. Me detuve ahí, sin saber como continuar, y agradecí cuando sonó el timbre, me permitió alzar la voz y decir Así que haceos poetas, lo cual los liberó de mi sobreexcitación y les dio permiso para reír.» (págs. 79-80)

domingo, 18 de julio de 2021

Feria, de Ana Iris Simón


Ana Iris Simón (Campo de Crptana, 1991)
FERIA
Círculo de Tiza, 2020 - 232 págs. - inicio - MAGO

Manifiesto ideológico (emboscado), Santi (ULAD)
Ana Iris habla con Alberto Olmos
Ana Iris habla con Luz Sánchez-Mellado
Ana Iris habla con Sandra Cañedo
Carta de JM de Prada
La escritora roja que enamora a la gente de derechas, Juan Soto Ivars
[enrevesado homenaje a la familia y al pasado]

«Las mariposas monarca recorren cada año cinco mil kilómetros durante su migración. Las nacidas a finales de verano o inicio de otoño son las que migran, pero para cuando llegan a su destino y comienza la migración del año siguiente, varias generaciones han vivido y muerto. Serán sus tataranietos los que realizen el viaje a la inversa, tataranietos monarca que de algún modo conocen el camino de vuelta y siguen las mismas rutas que sus ancestros y en ocasiones vuelven al mismo árbol. Lo que le quería decir a mi padre con esa carta es que si había elegido ir a la universidad para aprender a contar historias era porque él era mi padre, porque él me había enseñado ya a contarlas. "No hay otros mundos, pero sí hay otros ojos", eso dice una canción de El último de la fila que me ponía en el Lada de camino a Criptana y en eso consiste escribir y en ninguna facultad de Periodismo te ponen esa canción de El último de la fila y por eso ninguna facultad de Periodismo tiene mucho sentido.» (págs. 149-150)


NIRE AITAREN ETXEA
Gabriel Aresti, 1963

Nire aitaren etxea
defendituko dut.
Otsoen kontra,
sikatearen kontra,
lukurreriaren kontra,
justiziaren kontra,
defenditu
eginen dut
nire aitaren etxea.
Galduko ditut
aziendak,
soloak,
pinudiak;
galduko ditut
korrituak,
errentak,
interesak,
baina nire aitaren etxea defendituko dut.
Harmak kenduko dizkidate,
eta eskuarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
eskuak ebakiko dizkidate,
eta besoarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
besorik gabe,
sorbaldik gabe,
bularrik gabe
utziko naute,
eta arimarekin defendituko dut
nire aitaren etxea.
Ni hilen naiz,
nire arima galduko da,
nire askazia galduko da,
baina nire aitaren etxeak
iraunen du
zutik.
LA CASA DE MI PADRE
Gabriel Aresti, 1963

Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.
(págs. 133-134)

viernes, 16 de julio de 2021

Deu de desembre, de George Saunders


George Saunders (Amarillo, Texas, 1958)
DEU DE DESEMBRE
[Tenth of December, 2013]
Trad. Yannick Garcia
Edicions de 1884, 2013 - 252 págs.

George parla amb Jordi Nopca
I amb Marcel Ventura
L'opinió de Jordi Puntí
[no era para mí]

«L’Amèrica suburbana i perifèrica i la seva classe treballadora són el camp per on es despleguen els relats de Deu de desembre. Un terreny erm i devastat d’on sembla impossible que brolli cap bri d’imaginació o de sentiment, d’esperança de redempció. Però George Saunders subverteix la realitat amb unes anomalies inquietants, de vegades grotesques, de vegades distòpiques, d’altres vegades còmiques, que tensen al límit la percepció de les coses fins a extreure’n una essència estranya i, paradoxalment, una veritat radical i nova, lluminosa. El joc de mirades i el llenguatge nou que utilitza Saunders per parlar de les classes, el sexe, l’amor, la feina, el desassossec, la mort i la guerra faran que el lector es pregunti, com nosaltres, de què està fet el secret de la seva literatura, que produeix en qui la llegeix un estat d’exaltació difícil d’explicar i que ha fet desfer-se en elogis la totalitat de la crítica, que no dubta a proclamar Saunders com una de les millors veus de la seva generació.» (CONTRAPORTADA)

miércoles, 14 de julio de 2021

La muerte en sus manos, de Ottessa Moshfegh


Ottessa Moshfegh (Boston, 1981)
LA MUERTE EN SUS MANOS
[Death in Her Hands, 2020]
Trad. Inmaculada C. Pérez Parra
Alfaguara, 2021 - 232 págs. - inicio

En las garras de Ottesa Moshfegh, Rodrigo Fresán
Un intrigante relato, Marta Ailouti
Ottesa habla con Noelia Ramírez
Un asesinato sin cuerpo, Marta Marne
[no era para mí / este otro, sí]

«Mientras pasea a su perro por el bosque, Vesta Gul se topa con una nota manuscrita. «Se llamaba Magda. Nadie sabrá nunca quién la mató. No fui yo. Este es su cadáver.» Pero junto a la nota no hay ningún cadáver. Vesta Gul, que acaba de mudarse tras la muerte de su marido y no conoce a nadie en su nuevo hogar, no sabe muy bien qué hacer con esta información. Comienza a obsesionarse con la figura de Magda y a elucubrar con las diversas maneras en que pudieron asesinarla, si es que efectivamente ocurrió tal cosa. Su aislamiento la conduce a una serie de ideas que comienzan a encontrar un reflejo en la vida real. De un modo emocionante y terrorífico, las piezas parecen encajar: a encajar entre sí y con las zonas más oscuras de su propio pasado. Solo hay dos opciones para resolver este misterio: una explicación banal e inocente o una causa profundamente siniestra.» (CONTRAPORTADA)

martes, 13 de julio de 2021

El funambulista, de Jean Genet


Jean Genet (París, 1910 - 1986)
EL FUNAMBULISTA
[Le funambule, ¿?]
Trad. Regina López Muñoz
Prólogo de Miguel Morey
Postfacio de la traductora
Errata Naturae, 2020 - 56 págs. - prólogo

La soledad del volatinero, Ana Prieto Nadal (RdL)
Escritor de una estirpe en extinción, El País
[extraño]
«Añado no obstante que debes correr el riesgo de una muerte física definitiva. La dramaturgia del Circo así lo exige. Es, junto con la poesía, la guerra y las corridas de toros, uno de los pocos juegos crueles que sobreviven. El peligro tiene su razón de ser: obligará a tus músculos a lograr una perfecta exactitud —el más mínimo error causaría tu caída, acarreando ésta padecimiento o la muerte—, y esa exactitud constituirá la belleza de tu danza. Razona de este modo: un zoquete ejecuta el salto mortal en el alambre, falla y se mata, y el público no se sorprende demasiado, se lo esperaba, casi lo deseaba. Tú tienes que saber danzar de una forma tan bella, llevar a cabo gestos tan puros con el fin de mostrarte valioso y raro; así, cuando te prepares para el salto mortal el público se inquietará, se indignará casi de que un ser tan grácil ponga en riesgo su vida. Pero te sale bien y regresas al alambre y entonces los espectadores te aclaman, pues tu habilidad acaba de salvar de una muerte impúdica a un valiosísimo volantinero.» (pág. 25)

Philippe Petit, Man on Wire (2008)
[by the way, Vila-Matas y la escritura funambulista]

sábado, 10 de julio de 2021

Agujero, de Hiroko Oyamada


Hiroko Oyamada (Hiroshima, 1983)
AGUJERO
[穴, 2014]
Trad. Tana Oshima
Impedimenta, 2021 - 200 págs. - inicio

Maestra de la omisión, Miguel Garrido de Vega
Las contradicciones entre lo que se dice y lo que se piensa, japan.travel
A Manuel R. Rivero le encantó
[a mí, no (pero la edición es estupenda)]
«"¡No me llevaba bien con mi famillia! —dijo en medio de una risa histérica—. ¡Cómo decirte! No son mala gente. Ni mi madre ni los demás. Por lo menos son buenos ciudadanos y cumplen con sus deberes cívicos. ¡Yo también lo soy! No soy peligroso ni para los humanos ni para los animales. En todo caso no son mala gente. Las familias son un sistema extraño, ¿no te parece? Un hombre y una mujer, macho y hembra, se aparean, ¿para qué? Para dejar descendencia. ¿Pero tiene todo el mundo que dejar descendencia? Para cuidarme a mí, un hijo que no sabían si valía o no valía, HIROKO OYAMADA mi padre se deslomó trabajando y mi madre se vio forzada a vivir bajo el mismo techo con una señora con la que ni estaba emparentada ni se entendía bien. [...] Es un sistema que sacrifica la voluntad individual. La nuera, la suegra... Mis padres han hecho todo esto solo para dejar descendencia en el mundo. Eso es lo que me repugna.» (págs. 100)

miércoles, 7 de julio de 2021

Da igual, de Agota Kristof


Agota Kristof (Hungría, 1935 - Suiza, 2011)
DA IGUAL
VEINTICINCO CUENTOS DESPIADADOS
[C'est égal, 2005]
Trad. Rubén Martín Giráldez
Alpha Decay, 2021 - 80 págs.

Claus y Lucas, de lo mejor que he leído
El despiadado mundo de Agota Kristof
Agota habla con J. Rodríguez Marcos
[¿críptico?]

«Una mujer le explica al doctor que su marido se ha partido el cráneo con un hacha al caerse de la cama. Un chico revisa su buzón dos veces al día esperando una carta de los padres que le abandonaron al nacer. Un hombre solitario se entretiene respondiendo a las constantes llamadas telefónicas que recibe por equivocación. En el día del cumpleaños de una ama de casa, su marido insiste en hacerse cargo de todos los preparativos para la fiesta. Otra mujer lamenta no haber caminado nunca cogida de la mano de su padre mientras va de camino a su funeral.
    Agota Kristof reunió en Da igual veinticinco cuentos que había escrito desde que se exilió de su Hungría natal y se refugió en Suiza, donde tuvo que aprender a hablar, leer y escribir en una lengua que no era la suya, como explica en su relato autobiográfico La analfabeta (publicado en 2004, apenas un año antes que estos cuentos). Así, estos son sus primeros textos escritos en francés, que mantuvo en reposo durante décadas, todavía insegura de su vocabulario y de su estilo, pero acuciada por la imperiosa necesidad de escribir. Son cuentos muy breves bañados en una atmósfera extraña y perturbadora, como pesadillas reveladoras, que corroboran la visión del mundo de Kristof como un lugar inseguro, hostil, en el que la desgracia puede manifestarse en cualquier momento. Esta descripción minuciosa y clínica de la maldad recorre prácticamente toda su producción literaria, y aquí se nos expone sin intermediación, con los hechos al desnudo. Conflictos familiares, traumas infantiles, brotes de locura, decisiones letales… Da igual, nada importa, la vida es así de despiadada y nadie la puede cambiar. Aunque quizá, después de todo, quede algo de espacio para la compasión y la ternura.» (CONTRAPORTADA)

lunes, 5 de julio de 2021

El don de la siesta, de Miguel Ángel Hernández


Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977)
EL DON DE LA SIESTA
Notas sobre el cuerpo, la casa y el tiempo

Nuevos Cuadernos Anagrama, 2020 - 136 págs. - inicio

Padre nuestro que estás en las siestas, E. Vila-Matas
Breve y luminoso ensayo, Miguel Cano
Anatomía de la siesta, Laura Revuelta
[curioso]

«[...] La siesta como performance.
    Es lo que siento muchas veces que hago cuando me pongo el pijama a las tres de la tarde, desconecto el móvil, bajo la persiana, me meto en la cama y trato de dormir. Veinte minutos. Media hora. Una hora y media. Lo que pueda. Lo que necesite. Lo que dicte el momento.
    Se trata de una especie de ritual, uno de esos ritos que hacen "habitable el tiempo" y que, según el reciente ensayo de Byung-Chul Han, han comenzado a desaparecer de nuestro mundo1. Es la acción consciente y simbólica de detenerse. De ingresar en un universo diferente, de poner entre paréntesis el tiempo. Una pequeña fuga del mundo. Un intervalo en el que el tiempo se abre. Tal vez, como sugiere Marc Augé, sea ahí, en esos instantes plenos, propios, soberanos, en esos pequeños placeres, donde hallamos algo parecido a la felicidad2.» (págs. 84-85)
1. Byung-Chul Han, La desaparición de los rituales. Una topología del presente, trad. de Alberto Ciria, Barcelona, Herder, 2019.
2. Marc Augé, Las pequeñas alegrías. La felicidad del instante, trad. de Claudia Casanova, Barcelona, Ático de los libros, 2019.
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