Qué más quisiera Will. Aunque lo que toca Wim no es un piano. Es una de esas cosas electrónicas que no existían en el siglo XVI (que tampoco existía el piano).
En mi mano tengo la vieja cinta de casette "After virtue" (Wim Mertens, piano-voice) cuyo origen hemos olvidado, pero cuya caja tiene los roces y las heridas producidas por el traqueteo del Land Rover durante tantos viajes africanos.
Y el otro día la encontré en internet, donde ya está nuestra segunda vida casi entera. Incluso la prehistórica.
Dedicado a Will, que toca casi igual de bien que Wim.
ResponderEliminarQué más quisiera Will. Aunque lo que toca Wim no es un piano. Es una de esas cosas electrónicas que no existían en el siglo XVI (que tampoco existía el piano).
ResponderEliminarSister's love.
Will
No le conocía, gracias por abrirme otro mundo nuevo, Elena.
ResponderEliminarUn supersaludo
Qué bonito! Y qué fea es la palabra bonito, sobre todo desde que Camps la usa tanto...
ResponderEliminarNo lo conocía y me ha encantado.
Besos
Me encanta. Y, cielos, hoy, ahora mismo, actúa en A Coruña y no puedo ir porque estoy trabajando... Qué cosas
ResponderEliminarUn beso, Elena
Me encanta que os encante.
ResponderEliminarEn mi mano tengo la vieja cinta de casette "After virtue" (Wim Mertens, piano-voice) cuyo origen hemos olvidado, pero cuya caja tiene los roces y las heridas producidas por el traqueteo del Land Rover durante tantos viajes africanos.
Y el otro día la encontré en internet, donde ya está nuestra segunda vida casi entera. Incluso la prehistórica.
Hasta aquí llegaron las aguas.
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