“¡Qué viejo había sido ya de joven! ¡Cómo la conciencia de no tener un hogar en ningún sitio había logrado paralizarlo y asfixiarlo interiormente! ¡Qué hermoso era pertenecer a alguien en el odio o en la impaciencia, en el amor o en la melancolía! Un triste entusiasmo se apoderaba de Joseph siempre que desde alguna ventana abierta sentía que el mágico calor de un hogar se reflejaba en él, el solitario, el errante, el apátrida, de pie en medio de la calle fría.”Robert Walser
El ayudante
Siruela, 2001
Precioso texto.
ResponderEliminarLos emigrados (Sebald), El proceso (Kafka), El ayudante (Walser) y Reconstrucción (Orejudo) fueron los cuatro libros que más disfruté este verano bajo los pinos de Yecla. Un auténtico banquete de gran literatura al que Stephanus me invitó y que yo paladeé con una emoción que todavía recuerdo. Y echo de menos.
ResponderEliminarPrecioso... y ligera congoja
ResponderEliminarNo conocía, compa Elena, ni el texto ni el autor y te he de confesar que es de una belleza desasosegante: lo admiras por lo bien trovado, pero no te deja muy buen cuerpo, así, a primera hora de la mañana. En fin, voy por mi primer café y mi primera dosis catódica (habrá bastantes más, varias toneladas diarias...) de información sobre la crisis económica.
ResponderEliminarBuen día y un fuerte abrazo.
Ufff Elena... voy a llorar...
ResponderEliminarUn supersaludo
PS: Hoy que no pregunta Manuel por tu hermano, pregunto yo.
Gracias a todos por vuestro interés y apoyo. Seguimos estando en una situación en la que no news, good news.
ResponderEliminarNo news.
ResponderEliminarLuis
Walser es sublime.
ResponderEliminarNada menos que Hermano 2 dando (no) noticias de Hermano 1. Creo que ahora Hermana 1 debería llamar a Hermana 2 para confirmar la situación y, de paso, averiguar como van las lluvias por el sureste.
ResponderEliminar[Walser for President]
Allí ha salido el sol. Aquí nos vamos a ahogar.
ResponderEliminar[Walser forever]