miércoles, 26 de noviembre de 2008

Miguel Gil

El primero en llegar y el último en irse

Sólo hasta el 30 de noviembre podemos pasar 57 minutos en Barcelona viendo el documental que resume la vida del periodista Miguel Gil y, de paso, reconciliarnos con la raza humana. [más Miguel]

martes, 18 de noviembre de 2008

Alicia

Alice in Wonderland“Eso sí que no lo puedo creer", exclamo Alicia. “¿Qué no lo puedes creer?”, repitió la Reina con mucha pena, “prueba otra vez, respira hondo y cierra los ojos”. Alicia se rió. “No tiene sentido intentarlo", dijo, “nadie puede creer en cosas imposibles”. “Yo más bien diría que es cuestión de práctica” dijo la reina. “Cuando yo era joven, practicaba todos los días durante media hora. Y muchas veces llegué a creer en seis cosas imposibles antes del desayuno”.

A través del espejo y lo que Alicia encontró allí
Lewis Carroll (& John Tenniel)

domingo, 16 de noviembre de 2008

Barcelona, cocodrilos urbanos

Cocodrilos salvajes de Barcelona
[Barcelona, carril bici, noviembre 2008]

Ayer, poco después de tropezarme con un par de cocodrilos salvajes en la calle Diputación de Barcelona, encontré un poco de Sangre e hígado en uno de los suplementos literarios que más me gustan. Allí, en su Comunicado de la tortuga celeste, el apreciado Andrés Ibáñez entre otras cosas dice:

“La segunda reflexión es que Vila-Matas, uno de los grandes genios de las letras españolas, y yo diría mundiales, todavía no ha alcanzado, a pesar de todo, el reconocimiento que merece. Se celebran sus libros, pero no se reconoce su originalidad deslumbrante. Sus obras merecen calificativos encendidos, pero también dudas y fruncimientos de ceño. Hay muchas maneras de ser grande y muchas escalas distintas de la grandeza. Los críticos no se maravillan todavía de los libros de Vila-Matas, se maravillan de que sea posible escribir libros «metaliterarios» como los de Vila-Matas que sean, al mismo tiempo (es una contradicción que sólo existe para ellos), tan estremecedores, tan profundos y tan líricos. No celebran todavía a Vila-Matas: lo que celebran es que sus libros les gusten a pesar de que van en contra de sus absurdas ideas anticuadas y académicas, esas mismas ideas que exigen una literatura con «sangre e hígado».”

lunes, 10 de noviembre de 2008

Un escritor visto por sí mismo

Maison de Verre de Pierre ChareauEnrique Vila-Matas habla de su obra en la Breve autobiografía literaria recien publicada en su nuevo web. Y entre las muchas reflexiones contenidas en esa mirada yo me quedo con estas:

Extraña forma de vida
“Recuerdo que, escribiendo ese libro, acabé transformándome en una especie de Fernando Pessoa del barrio de Gràcia de Barcelona. Escribir o la única forma interesante de estar en el mundo, extraña forma de vida.”

Bartleby y compañía
“Contrariamente a lo que se cree, no hablo exactamente en este libro de escritores que dejaron de escribir sino de personas que viven y luego dejan de hacerlo. De fondo, eso sí, el gran enigma de la escritura que parece estar diciéndonos que en la literatura una voz dice que la vida no tiene sentido, pero su timbre profundo es el eco de ese sentido.”

El mal de Montano
“El itinerario de un moderno Don Quijote, lanza en ristre contra los abundantes enemigos de la literatura. La historia de una bella fuga mínima, llena de desvíos que llevan al abismo y al vértigo de la escritura y la vida. Un intento más de huir de lo establecido para tratar de crear la belleza extraña de un estilo y decir cosas distintas.”

París no se acaba nunca
“Aparentemente, la revisión irónica de los dos años de mi juventud que pasé en París tratando de repetir la experiencia de vida bohemia y literaria del Hemingway de París era una fiesta. En realidad, un intento de darles a mis lectores alguna noticia verdadera sobre mí. Pero todo esto disfrazado bajo la idea de que el libro es un fragmento de la novela de mi vida en el que todo es verdad porque todo está inventado, pues a fin de cuentas un relato autobiográfico es una ficción entre muchas posibles.”

Doctor Pasavento
“La novela habla de la desaparición del sujeto en Occidente y del afán de ese sujeto por reaparecer. Creo que esto no es algo que se pueda liquidar en cuatro folios y que más bien requiere un crepúsculo largo. El eje central de ese crepúsculo es la figura de Robert Walser, mi héroe moral desde hace décadas. Admiro de este escritor suizo –precedente obvio de Kafka– la extrema repugnancia que le producía todo tipo de poder y su temprana renuncia a toda esperanza de éxito, de grandeza. Admiro de él también su extraña decisión de querer ser como todo el mundo, cuando en realidad no podía ser igual a nadie, porque no deseaba ser nadie, y eso era algo que sin duda le dificultaba aún más querer ser como todo el mundo. [...] Admiro y envidio su lento pero firme deslizamiento hacia el silencio. En realidad, todo el mundo cree que Doctor Pasavento habla del tema de la desaparición y de la soledad. Es una interpretación aceptable del libro, pero yo diría que de lo que realmente habla esta novela es de la dificultad de no ser nadie.”

Dietario voluble
“Me reconozco en aquellos escritores lúcidos que sienten que de algún modo la obra está fundada sobre la nada, que un texto para tener validez debe abrir nuevos caminos, debe tratar de decir lo que aún no se ha dicho. Considero que en una descripción incluso obscena Maison de Verre de Pierre Chareau hay siempre un componente moral: la voluntad de decir la verdad. Y encuentro que cuando se usa el lenguaje sólo para fabricar un best-seller hay en ello una cierta inmoralidad, mientras que, en cambio, hay una búsqueda ética en la lucha por crear nuevas formas.”
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