sábado, 26 de febrero de 2022

Los falsificadores de pimienta, de Monika Sznajderman


Monika Sznajderman [Varsovia (Polonia), 1959]
LOS FALSIFICADORES DE PIMIENTA
UNA HISTORIA FAMILIAR
[Fałszerze pieprzu. Historia rodzinna, 2016]
Trad. Anna Rubió Rodón y Jerzy Sławomirski
Acantilado, 2021 - 304 págs. - inicio

Instituto Polaco de Cultura
El pasado familiar de Monika Sznajderman, fanfan
Obra dura y conmovedora, Sagrario Fdez-Prieto
[dura, sí]

«¿Por qué, vuelvo a preguntar —las preguntas sobre estas cosas nunca son demasiadas—, Zygmunt dedicaba tanta atención a los acontecimientos lejanos y apenas se daba cuenta de lo que sucedía en la vecindad? ¡Y eso que apreciaba mucho a Leib Zilberstein!, le tenía afecto, y después de la guerra recordaba emocionado a «los judíos vestidos con sus albornoces negros y tocados con sus gorros que parloteaban atropelladamente y se afanaban arriba y abajo, siempre dispuestos a cumplir cualquier encargo, gritones y rebosantes de temperamento oriental». Probablemente porque —insisto—, aparte de los imprescindibles negocios y de ciertos sentimientos, la nobleza rural lugareña tenía muy poco que ver con ese otro mundo. Ciechanki y Łęczna, lugares vecinos, estaban habitados por dos naciones separadas, distintas, que se desconocían mutuamente. Se desconocían y no deseaban conocerse. Desde hacía siglos, el destino polaco y el destino judío fluían por cauces alejados. «No ha habido comunidad de destino y no hay memoria común», observa Anna Bikont. E Isaac Bashevis Singer añade:

El católico polaco nunca llegó a saber quién era el judío que habitaba en su país. No tenía ni podía tener la menor idea de lo que está escrito en los libros judíos. No sabía nada del mundo espiritual judío y no veía más que su apariencia externa: hombres vestidos con capotes talares que llevaban barbas tupidas y tirabuzones enmarañados, y mujeres con caperuzas y pelucas. Veía que la mayoría de los tenderetes eran propiedad judía, y que los judíos solían vivir un poco mejor que los campesinos, aunque también trabajaban más arduamente. El polaco que pasaba al lado de la Casa de oraciones oía unas voces que resultaban extrañas a su oído. Aquella gente que vivía justo a su lado tenía unas costumbres llenas de secretos y rarezas, como si esto no ocurriera en Polonia, sino en Persia o China, y eso que todos comían el pan que había brotado de la tierra polaca.

Según Singer, los judíos y los polacos no existían los unos para los otros como personas: «Se puede decir que, hasta el último día, lo que marcaba con particular fuerza las relaciones mutuas no era tanto el odio como el desconocimiento».» (págs. 220-221)

viernes, 25 de febrero de 2022

Mamut, de Eva Baltasar


Eva Baltasar (Barcelona, 1978)
MAMUT
Club Editor, 2022 - 128 págs.

Eva parla amb Carles Geli
Eva parla amb Lídia Penelo
Eva parla amb Adrià Puértolas
[sí]

«Setembre d'alberg. És un bon mes per als excursionistes, ni fred ni calor. La meva habitació té dos llits i gairebé sempre algú dorm a l'altre, generalment una sola nit, de vegades dues nits seguides. M'adono que la proximitat de la muntanya m'impacienta. Els boscos i les pedres fan que em senti viva, increïblement corpòria, amb el cap integrat al cos i els pensaments vessats a dins, arribant vermells de sang a cada cavitat i a cada esponja, tornant-se crits. Tota jo soc instint sense tamís, com les daines o els senglars. La carn em crida i m'aquissa a fer-m'ho amb algú altre. A taula, a l'hora de sopar, repasso les meves companyes mentre rosto les ales de pollastre. La majoria tenen un motiu de pes que les fa desitjables: cabells despentinats, espatlles ossudes, braços esgarrinxats. Qualsevol tret les fa especials. Totes em van bé. Un vespre faig un cafè amb una noia gallega, en un sofà atrotinat que hi ha davant de la llar de foc. Fa poc que he conegut el foc de veritat. Les flames són tiràniques, t'abrasen de cop i si te n'apartes et condemnen a la gelor. La noia gallega i jo tenim les galtes enceses i el cafè ens bull a dins. Sortim a la nit, al regne dels estels i les masses negres. El prat de davant l'alberg és un ós adormit. Tot sembla que ens respiri. Seiem en un tronc on els excursionistes es corden les botes al matí. Em demana un cigarret i l'hi encenc. Parlem de les nostres vides. Ella està fent el camí de Santiago a l'inrevés i diu que vol arribar fins a un poblet d'Aquitània. Té els peus destrossats però la resta del cos en perfect estat. La cara ullerosa de qui fa setmanes que passa penalitats li dona un aire intel·lectual molt atractiu. Aprofito un silenci per fer-li un petó. Me'l torna i en acabat em rebutja. "No soc lesbiana", diu. I se'n va. Torno a dins i busco la companyia del foc.» (pàgs. 32-33)

miércoles, 23 de febrero de 2022

Comptes pendents, Vivian Gornick

No me ha interesado casi nada este texto desenterrado

Vivian Gornick (Nueva York, 1935)
COMPTES PENDENTS
APUNTS D'UNA RELECTORA CRÒNICA

[Unfinished Business, Notes of a Chronic Re-reader, 2020]
Trad. Martí Sales
L'Altra Editorial, 2021 - 160 pàgs. - inici

Zenda lo recomienda
Receptividad, Ignacio Echevarria
Vivian habla con María Sánchez Díez
Seguro que voy a releerlo, Rodrigo Fresán
[sobre la importància de rellegir]

«Fa uns quants anys, una crítica famosa va escriure un article sobre un llibre que acabava de rellegir per primera vegada des que l'havien publicat cinc anys abans. La meravellava la qualitat del llibre, el trobava molt bo, i estava consternada per com l'havia destrossat sense pietat quan va sortir. "Devia estar de mal humor", va observar, "sens dubte, gens receptiva".
    Ah, la receptivitat! també coneguda com a bona disposició. Responsable de totes les connexions amb èxit entre llibre i lector —i entre persones—, la bona disposició emocional és un dels misteris humans més fondos: la forma que agafa cada vida en depèn del tot. Com de perversament circumstancial ens pot semblar la vida quan considerem l'aleatorietat aparent amb què rebem amb els braços oberts o rebutgem del tot el que acabarà sent —o el que podrien haver estat— les relacions més importants de les nostres vides. Quantes vegades amics de lànima o amants han tremolat de pensar: "Si t'hagués conegut en qualsevol altra època...". Passa el mateix entre un lector i un llibre que es torna amic íntim i per poc no et troba amb ganes perquè no estàs d'humor, és a dir, predisposat.» (pág. 119)


(o la relación entre un libro y su paso por la vida de alguien)

domingo, 20 de febrero de 2022

Perdido en el paraíso, de Umberto Pasti


Umberto Pasti (Milán, 1957)
PERDIDO EN EL PARAÍSO
[Perduto in Paradiso, 2018]
Trad. José Ramón Monreal
Acantilado, 2020 - 288 págs. - inicio

El jardín en Rohuna, Blog de la Tabla
Plantar un libro, escribir un árbol, Iker Seisdedos
Jardines del interior, Antonio Tamez-Elizondo
[no pude (pero preciosa portada)]

«Rohuna es el centro del mundo. Es un pueblo de unas quinientas almas y de una cincuentena de casas en la costa atlántica del viejo Marruecos español, a dos días de camino de Tánger, entre Asilah y Larache. Casas de piedra con revestimiento de tierra y encalados, con techumbres de cinc de chabola, asomadas a unos jardines delimitados por barreras de chumberas. Alguna construcción moderna, de cemento armado y casi siempre inacabada, atestigua la fortuna de su propietario en el tráfico de hachís. La región se llama Sahel Shamali: colinas bajas junto a playas lunares. Aquí y allá se abre un valle al mar. Viniendo del norte están Tendafel, Dmina, Beni Meslem, Rohuna, Beni Malek, Misghelf, Cherqallel, Charrouah (dos o tres mil campesinos llamados sahli, ‘costeros’). Debilitados por el clima (lluvias torrenciales en invierno y un horno en verano) y por los sueños celestiales provocados por el kif, en sus magros campos arrebatados a las piedras cultivan cereales o legumbres. A su alrededor, rocas y nada más que rocas, entre las que crecen palmeras enanas, jaras, cardos y lentiscos, las plantasindigestas para las cabras. Escasez de árboles en este mundo desolado: alguna que otra higuera, algún granado, grupitos de algarrobos y de olivos plantados en otros tiempos de precipitaciones más abundantes y de cierto optimismo. Sólo los acebuches son espontáneos. El bosque comienza al sur, un alcornocal plantado durante una reforestación franquista que llega a rozar las ruinas de Lixus, la más importante ciudad romana de la región, y que se interrumpe a orillas del río Lukus, más allá del cual está resguardada la medina de Larache. Es a este bosque adonde vamos con los jardineros para hacer un picnic, cuando queremos reírnos de los problemas que nos han atormentado y de los conflictos que nos han dividido. Nuestro rito de reconciliación concluye abandonándonos con todo nuestro peso sobre los brezos y los viburnos, que nos impiden caer, nos sostienen y nos acunan mientras, oscilando, nos sujetamos de la mano.» (CONTRAPORTADA)

viernes, 18 de febrero de 2022

La acompañante, de Nina Berbérova


Nina Berbérova (Rusia, 1901 - EEUU, 1993)
LA ACOMPAÑANTE
Trad. Marta Rebón
Epílogo de Marta Rebón y Ferran Mateo
Ilustración cubierta: Elisa Arguilé
Ed. Contraseña - 128 págs.
Una historia de admiración y odio, Deborahlibros
Una gozada para Agustín Santos
"NB ha vivido el siglo en su carne", Octavio Martí
[más de lo que parece]

«En 1922, Nina Berbérova abandonó Rusia e inició un exilio que la llevaría a varios países europeos (Alemania, Checoslovaquia, Italia, Francia) y a Estados Unidos, donde falleció en 1993. Poeta, novelista, ensayista, periodista, biógrafa, gran parte de su obra gira en torno a la vida de los exiliados rusos en Europa. Una buena muestra de su maestría literaria es La acompañante, novela corta que se publicó en 1935 y cuya traducción al francés, que apareció cinco décadas después, cuando la autora contaba ochenta y cuatro años, supuso su reconocimiento internacional.
    Ambientada en San Petersburgo, Moscú y París, entre otras ciudades, La acompañante explora la ambivalente relación que se establece entre Sonia, la hija ilegítima y poco agraciada de una humilde profesora de música, y María Trávina, una diva rebosante de talento y belleza. En el San Petersburgo de 1919, asolado por el hambre y la miseria, la joven y tímida Sonia se convierte en la acompañante al piano de la ambiciosa soprano, a quien seguirá hasta París en el camino de esta última hacia el estrellato, que nada ni nadie parece capaz de detener. Torturada por la admiración y la envidia, Sonia buscará la manera de «hacer justicia» por la desigual suerte que a una y a otra les ha tocado, movida por la obsesión de encontrar el punto débil de la aparentemente perfecta Trávina.» (CONTRAPORTADA)

lunes, 14 de febrero de 2022

Azucre, de Bibiana Candia


Bibiana Candia (La Coruña, 1977)
AZUCRE
Pepitas de Calabaza, 2021 - 144 págs. - inicio

Una espléndida realidad, Elena Costa
Bibiana habla con Anna María Iglesia
Azucre para recordar, Paula Ramos
Bibiana en Jotdown
[impresionante]

«PREPÁRENSE PARA TRABAJAR, PORQUE aquí en la seca se trabaja sin descanso. La caña no espera por nadie, si no la recogemos se pudre. Podrán descansar unos días para recuperar fuerzas después del viaje, pero aquí todos los brazos son pocos: y piensen que mientras no trabajen, no cobran.
    El mayoral habla desde lo alto del caballo como un general. Las botas le brillan, seguramente porque hay un encargado de escupir en ellas y sacarle brillo cada día, centímetro a centímetro, gotas de saliva y un cepillo.
    ¿Qué es la seca, señor? La seca es la época sin tormentas que durará hasta el mes de mayo, hay que cortar la caña rápido y dejarla lista para que la lluvia la haga crecer otra vez; también tendrán que sembrar caña nueva antes de que lleguen las lluvias, pero todo eso se lo explicará Jeremías. Durante la seca aquí no descansa nadie, se duermen cuatro horas y se va al campo. La caña no espera, y para eso han venido aquí ustedes.» (pág. 97)

jueves, 10 de febrero de 2022

Habladurías de mujeres, de Lin Bai


Lin Bai (Beiliu, China, 1958)
HABLADURÍAS DE MUJERES
[妇女闲聊录, 2005]
Trad. Blas Piñero
La Línea del Horizonte, 2019 - 400 págs. - inicio

Desde la China más profunda, Antònia Justicia
Novela larga de registros anotados, R. Mtnez. Llorca
[no era para mí]

«Escrita desde el oído, y con un estilo personalísimo, este recuento de habladurías, chismes y conversaciones de mujeres nos lleva al corazón de la China rural, la que ni siquiera es audible para los urbanitas de las grandes ciudades. Con desparpajo y sin pelos en la lengua, su protagonista, Li Muzhen, nos muestra las costumbres de la vida en el campo, sus rituales, creencias y relaciones familiares; pero, sobre todo, nos habla de la vida de sus mujeres. Así nos adentramos en su complejo mundo familiar, la relación con los hijos, la emigración a las grandes ciudades, el maltrato, el amor y el sexo, la prostitución, el incesto, la locura, sin olvidar el drama de los asesinatos masivos de niñas para cumplir con la conocida como «la política de hijo único», promovida por sus autoridades en 1979 y vigente hasta 2015.
    Un relato de indudable valor antropológico tejido como un mosaico de historias breves, en las que prevalece la mirada de estas campesinas sobre un mundo silenciado y oculto. Se trata de una obra maestra, y de gran éxito, que otorga un nuevo significado a las letras chinas del presente, a la vez que conforma la corriente «Nueva escritura femenina» en China, que la misma Lin Bai y Chen Ran —ver su Vida privada en esta misma editorial— iniciaron en los años noventa del pasado siglo.» (CONTRAPORTADA)

martes, 8 de febrero de 2022

Los Premios Nobel de literatura toman la palabra


LOS PREMIOS NOBEL DE LITERATURA
TOMAN LA PALABRA

Ed. Navona, 2013 - 144 págs. - Bibl. Urgell

Los discursos de aceptación más memorables
Y más discursos de aceptación
[interesante]

Doce escritores galardonados con el premio Nobel de Literatura entre 1929 y 2010 toman la palabra para discurrir sobre el oficio del escritor en la época en que les ha tocado vivir. El libro incluye los discursos íntegros de aceptación del premio de:
  1. Thomas Mann (1929)
  2. William Faulkner (1950)
  3. Ernest Hemingway (1954)
  4. Albert Camus (1957)
  5. John Steinbeck (1962)
  6. Pablo Neruda (1971)
  7. Gabriel García Márquez (1982)
  8. Wislawa Szymborska (1996)
  9. José Saramago (1998)
  10. J. M. Coetze (2003)
  11. Orhan Pamuk (2006)
  12. Mario Vargas Llosa (2010) [+]

sábado, 5 de febrero de 2022

Las primas, de Aurora Venturini


Aurora Venturini (La Plata, 1921-Buenos Aires, 2015)
LAS PRIMAS
Prólogo de Mariana Enriquez
Tusquets, 2021 - 224 págs. - inicio

Exquisita brutalidad, Edith Vega Centeno
Incapacidad y abuso, Carmen Sigüenza
Venturini se aventura, Enrique Vila-Matas
[especial]

«Y así fue que iba yo por una calle y en las esquinas miraba por si acaso venía algún vehículo y vi que por la calle paralela (ídem) un señor empujaba un cochecito y que el señor era mi profesor que empujaba el cochecito de Betina que venía comiendo pochoclos de miel y reía fuerte con su grave vozarrón porque Betina aunque chiquitita tenía vozarrón de hombre y también tenía ese vozarrón cuando decía las pocas palabras que aprendió para pedir pis y po y comida y ahora reía y reía mientras el profesor silbaba una barcarola que parecía una canción de cuna y vi que la cola que arrastraba Betina y que aparecía desde la hendidura del respaldo y el asiento de la sillita daba saltitos acompañando la silbatina profesoral, es decir bailaba y en la mitad de la cola que no es otra cosa que el alma que parecía haber detenido su crecimiento, llameaba una rosa roja como sangre que, aunque me da vergüenza, dado que siempre escribo con franqueza, no solo parecía sino que era sangre de cotorra recién estrenada y me senté en el cordón de una vereda porque nunca pude suponer, nunca, que el profesor fuera capaz de accionar igual al hombre que ustedes saben y no deseo escribir.» (pág. 114)

miércoles, 2 de febrero de 2022

pequeñas mujeres rojas, de Marta Sanz


Marta Sanz (Madrid, 1967)
PEQUEÑAS MUJERES ROJAS
Anagrama, 2020 - 344 págs. - inicio

Las voces de las muertas, JM Pozuelo Yvancos
Oscuras bifurcaciones, JE Ayala-Dip
[es que no]

CON NUESTROS TIRACHINAS
(LEA DESPACIO)
«Nosotros éramos oriundos y también éramos de otra parte. Somos los niños perdidos y las mujeres muertas. Dios no existe –damos fe de ello– y nosotros aquí andamos siempre sonrientes.
    Sabemos un montón de cosas. Sabemos que los recuerdos de Paula no pertenecen a este lugar. ¿Por qué llega entonces a este pueblucho para ocuparse de las tareas sucias, desenterrar los huesos muertos –hablamos metafóricamente–, reavivar los odios de una fogata en la que nos quemamos para regenerarnos de noche y al siguiente día volver a arder?, ¿por qué viene Paula a profundizar, desde un átomo, en la fosa, ensanchándola para después desinfectarla con cal viva como una jardinera que solo cultiva crisantemos o una limpiadora por horas?, ¿por qué quiere ponerles nombre a los despojos?, ¿quiere Paula purgar sus incógnitas culpas como los que cebaban al cerdo de San Antón y después lo embuchaban sin lavarse las manos?, ¿está aburrida?, ¿cuál es el país de Paula?, ¿y su pecado?, ¿qué filiación la lleva a estropearse las uñas contra el terrizo y a llenarse de arenilla los bronquios mientras intenta limpiar la quijada de un hombre, probablemente bueno, que habitó durante un instante esta tierra y después se la comió para siempre? Siento el cosquilleo de sus pincelitos en mi mandíbula. ¿Quién se come a quién?, ¿la tierra al hombre, a las mujeres, o el hombre –las mujeres– a la tierra? Para esta última pregunta, no tenemos contestación y esta ignorancia resulta tan irónica...
    Existen las patatas, los colinabos y otros tubérculos que nacen, se desarrollan y a veces mueren entre lombrices y abonos químicos. Entre los molares del vegano y la vegana. Intentamos usar un género inclusivo, ser cosméticamente plurales, animalistas, proteger a los más débiles porque nosotros también cogimos el palito más corto... Dudamos de poderlo conseguir. No tenemos tanta fuerza y quizá sea mejor que, desde ya, bajemos los brazos en un gesto de renuncia. Hemos llegado hasta aquí incluso por algo que va más allá de los juegos y las jaulas de los nombres. Los epicenos y los hermafroditas.» (inicio)

«...quizás pudiéramos leernos en voz alta y por turnos esa asombrosa, divertida, amarga, exigente, indignada, sarcástica novela negra y roja que es pequeñas mujeres rojas (en minúscula), de Marta Sanz, para mi gusto una de las mejores y más arriesgadas narradoras (aquí el femenino quiere incluir a los varones) que escriben hoy en España...»
Sillón de orejas, MANUEL RODRÍGUEZ RIVERO, 13/03/2020

martes, 1 de febrero de 2022

Una casa propia, de Deborah Levy (3/3)


Deborah Levy (Johannesburgo, 1962)
UNA CASA PROPIA
AUTOBIOGRAFÍA EN CONSTRUCCIÓN
[Real State, 2021]
Trad. Cruz Rodríguez Juiz
Literatura Random House, 2022 - 224 págs. - inicio

Un jo molt semblant a mi, Ma. Àngels Cabré
[también]

«Deborah Levy imagina una casa en una latitud cálida, cerca de un lago o de un mar. Allí hay una chimenea y un mayordomo que atiende sus deseos, hasta el de discutir. Pero Levy en realidad está en Londres, no tiene dinero para construir el hogar que imagina, su apartamento es minúsculo y lo más parecido a un jardín en su casa es un banano al que entrega los cuidados que sus hijas ya no necesitan. La menor ha abandonado el nido, y Levy, a sus cincuenta y nueve años, está lista para afrontar una nueva etapa en su vida. Así, nos lleva desde Nueva York a Bombay, pasando por París y Berlín, mientras teje una estimulante y audaz reflexión sobre el significado del hogar y de los espectros que lo acechan. Entretejiendo el pasado y el presente, lo personal y lo político, y convocando a Marguerite Duras, Elena Ferrante, Georgia O'Keeffe o Céline Schiamma, la autora indaga en el significado de la feminidad y de la propiedad. A través de sus recuerdos hace inventario de sus posesiones reales e imaginarias y cuestiona nuestra forma de entender el valor de la vida intelectual y cotidiana de la mujer. Después de Cosas que no quiero saber y El coste de vivir, esta obra es la culminación de una autobiografía escrita en el fragor de una vida que no está solamente protagonizada por Levy, sino por todas las mujeres que la sostienen con una red invisible.» (CONTRAPORTADA)

Autobiografía en construcción:
Cosas que no quiero saber (1/3)
El coste de vivir (2/3)
Una casa propia (3/3)
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...