«- ¿Qué es lo que se consigue cuando se es feliz? -su voz era una saeta clara y fina. La profesora miró a Juana.
- Repite la pregunta...
Silencio. La profesora sonrió mientras ordenaba los libros.
- Haz de nuevo la pregunta, Juana, no te he oído.
- Quería saber qué pasa después de que se es feliz. ¿Qué ocurre después? -repitió la niña con obstinación.
La profesora ponía cara de sorpresa.
- ¡Qué idea! ¡No entiendo qué quieres decir, vaya una idea!
Haz esta misma pregunta con otras palabras a ver...
- Uno es feliz, ¿para qué?» (p. 37)
Cerca del corazón salvaje (1944). Clarice Lispector (1920-1977). Traducción de Basilio Losada. Siruela 2002.
lunes, 31 de octubre de 2011
martes, 25 de octubre de 2011
Billy Pilgrim en Tralfamadore
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Escorxador-5 (Matadero cinco / Slaughterhouse-Five, 1969). Kurt Vonnegut (1922-2007) |
sábado, 22 de octubre de 2011
viernes, 21 de octubre de 2011
El profesor Stoner
«...cuando daba clases, se encontraba de vez en cuando tan abstraído en su asignatura que se olvidaba de su insuficiencia, de sí mismo, e incluso de los alumnos que tenía enfrente. De vez en cuando se sentía tan arrebatado de entusiasmo que tartamudeaba, gesticulaba e ignoraba los apuntes de clase que normalmente guiaban sus discursos. Al principio le molestaban esos arranques, como si se tomara demasiadas confianzas con su asignatura, y se disculpaba con sus alumnos pero cuando empezaron a reclamarle después de las clases, y cuando sus ejercicios empezaron a mostrar indicios de imaginación y la revelación de un amor vacilante, se animaba a hacer aquello a lo que nunca le habían enseñado. El amor a la literatura, al lenguaje, al misterio de la mente y el corazón manifestándose en la nimia, extraña e inesperada combinación de letras y palabras, en la tinta más negra y fría -el amor que había ocultado, como si fuera ilícito y peligroso, empezó a exhibirlo, vacilante en un principio, luego con temeridad y después con orgullo.» (p. 103)
Stoner (1970). John Williams (1922-1994). Baile del Sol (2010).
Traducción de Antonio Díez Fernández.
- Obra mestra ignorada. Enrique Vila-Matas. El País, 18/10/2011.
- Todos a clase, Rodrigo Fresán, ABCD, 9/4/2011.
La iluminación de Stoner
That time of year thou mayst in me behold
When yellow leaves, or none, or few, do hang
Upon those boughs which shake against the cold,
Bare ruined choirs where late the sweet birds sang:
In me thou see'st the twilight of such day
As after sunset fadeth in the west,
Which by and by black night doth take away,
Death's second self that seals up all in rest:
In me thou see'st the glowing of such fire
That on the ashes of his youth doth lie
As the death-bed whereon it must expire,
Consumed with that which it was nourished by:
This thou perceivest, which makes thy love more strong
To love that well which thou must leave ere long.
Ese tiempo del año puedes en mí contemplar
cuando hojas amarillas, o ninguna, o pocas,
cuelgan de esas ramas que tiemblan contra el frío,
desnudos coros arruinados donde recientemente cantaban los dulces pájaros:
en mí ves el crepúsculo del día
que tras el ocaso se va apagando en el poniente,
el cual poco a poco la negra noche se lleva,
segundo yo de la muerte que todo lo sella en el descanso:
en mí ves la lumbre del fuego
que sobre las cenizas de su juventud reposa
como el lecho de muerte sobre el que debe expirar,
consumido por lo que lo nutrió:
esto percibes, lo que te hace el amor más fuerte
para amar bien lo que has de dejar en breve.
Soneto 73. William Shakespeare.
Traducción de Pedro D. Caballero de Rodas. Universidad de La Laguna (España)
When yellow leaves, or none, or few, do hang
Upon those boughs which shake against the cold,
Bare ruined choirs where late the sweet birds sang:
In me thou see'st the twilight of such day
As after sunset fadeth in the west,
Which by and by black night doth take away,
Death's second self that seals up all in rest:
In me thou see'st the glowing of such fire
That on the ashes of his youth doth lie
As the death-bed whereon it must expire,
Consumed with that which it was nourished by:
This thou perceivest, which makes thy love more strong
To love that well which thou must leave ere long.
Ese tiempo del año puedes en mí contemplar
cuando hojas amarillas, o ninguna, o pocas,
cuelgan de esas ramas que tiemblan contra el frío,
desnudos coros arruinados donde recientemente cantaban los dulces pájaros:
en mí ves el crepúsculo del día
que tras el ocaso se va apagando en el poniente,
el cual poco a poco la negra noche se lleva,
segundo yo de la muerte que todo lo sella en el descanso:
en mí ves la lumbre del fuego
que sobre las cenizas de su juventud reposa
como el lecho de muerte sobre el que debe expirar,
consumido por lo que lo nutrió:
esto percibes, lo que te hace el amor más fuerte
para amar bien lo que has de dejar en breve.
Soneto 73. William Shakespeare.
Traducción de Pedro D. Caballero de Rodas. Universidad de La Laguna (España)
jueves, 13 de octubre de 2011
La verdadera vida del Sr. Vladimir
«Después termina la pantomima. El pequeño apuntador calvo cierra su libro y la luz se desvanece poco a poco. El fin, el fin. Todos se marchan a su vida cotidiana (y Clare a su tumba), pero queda el héroe, porque a pesar de mis esfuerzos no consigo abandonar mi papel: la máscara de Sebastian se adhiere a mi cara, el parecido no quiere esfumarse. Soy Sebastian o Sebastian es yo, o quizá ambos somos alguien que ninguno de los dos conoce.»
La verdadera vida de Sebastian Knight (1938)
Vladimir Nabokov (1899-1977)
New Directions, 1941 / Anagrama, 1988
domingo, 9 de octubre de 2011
Los que leen (literatura)
«¿Cómo agradecer a los autores lo que hicieron por nosotros, aunque hayan muerto, aunque jamás nos crucemos con ellos por la calle? En el fondo, sin necesidad de proponérnoslo, les estamos mostrando nuestro reconocimiento y, de paso, la gratitud que nadie nos exige, que surge acaso de una emoción personal, de un incidente privado, de una simple reacción subjetiva, cuando nos adentramos en sus escritos con aplicación. Y no por nada, sino que la literatura presupone la participación de inteligencias curiosas y sensibles sobre las que ella pueda ejercer sus efectos innumerables, de la misma manera que la música logra su consumación, no en el aire que atraviesa, sino en los oídos que la escuchan. Ni siquiera quien está persuadido de escribir sólo para sí está exento de esta ley de la comunicación. Quien escribe para sí se dirige por fuerza a la sombra del lector que va a su lado. Serán uno y otro la misma persona, pero en modo alguno la misma perspectiva.»
Fernando Aramburu, de La literatura y los que la leen, Babelia, 8/10/2011
jueves, 6 de octubre de 2011
El mundo sin las personas que lo mejoran
«Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solo aquello que es realmente importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.»
Steve Jobs, creador de Apple, 2005 (texto completo de Stanford)
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