miércoles, 14 de septiembre de 2011

Roland Barthes por Roland Barthes

Roland Barthes por Roland Barthes. Paidós 2004DE LA ESCRITURA A LA OBRA

   Trampa que tiende la infatuación: hacer creer que acepta considerar lo que escribe como una "obra", pasar de una contingencia de escritos a la transcendencia de un producto unitario, sagrado. La palabra "obra" es ya un imaginario.
   La contradicción es, en verdad, entre la escritura y la obra (el Texto, a su vez, es una palabra magnánima: no toma en cuenta esta diferencia). Gozo sin solución de continuidad, sin fin, sin término, de la escritura como de una producción perpetua, una dispersión incondicional, una energía de seducción a la que ninguna defensa legal del sujeto que echo sobre la página puede ya detener. Pero en nuestra sociedad mercantil 'hay que llegar a la postre a una "obra": hay que construir, es decir, terminar una mercancía. Así, mientras escribo, la escritura se ve en todo momento aplanada, banalizada, culpabilizada por la obra a la cual se ve obligada a contribuir. ¿Cómo escribir en medio de todas las trampas que me tiende la imagen colectiva de la obra? –Pues bien, ciegamente–. Perdido, enloquecido y presionado, durante el trabajo sólo puedo repetirme a mí mismo a cada momento la palabra con que termina el A puerta cerrada de Sartre: continuemos.
   La escritura es ese juego en el cual me doy la vuelta más o menos bien dentro de un espacio demasiado estrecho: estoy arrinconado, me debato entre la histeria necesaria para escribir y el imaginario, que vigila, amanera, purifica, trivializa, codifica, corrige, impone la mira (y la visión) de una comunicación social. Por un lado quiero que me deseen y por el otro que no me deseen: histérico y obsesivo al mismo tiempo.
   Y sin embargo: mientras más me dirijo hacia la obra, más desciendo hacia la escritura; me acerco a su fondo inaguantable; aparece un desierto y se produce, fatal, desgarradora, una suerte de pérdida de simpatía: ya no siento simpatía (hacia los demás, hacia mí mismo). Es en este punto de contacto entre la escritura y la obra donde se me aparece la dura verdad: ya no soy un niño. O bien ¿será la ascesis del goce lo que así descubro? (pp. 183-184)

Roland Barthes por Roland Barthes. Trad. Julieta Sucre. Ed. Paidós Ibérica, 2004

jueves, 8 de septiembre de 2011

Català-Roca, el instante decisivo

Cartagena, 1968, Català-Roca[Cartagena, 1968, foto de Francesc Català-Roca (ahora en la Pedrera)]
«El fotógrafo siempre duda: qué ángulo hay que tomar, qué diafragma y qué velocidad hay que elegir, qué película hay que preferir... No debe dudar nunca a la hora de disparar.»

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El juego del otro

El juego del otro. Errata Naturae, 2010
Adoptar un lugar
(Instrucciones de P. Auster a S. Calle)

«En Nueva York, no solamente se descuida a las personas. También se descuidan las cosas. No pienso sólo en las cosas importantes como los puentes o las vías del metro, sino también en las pequeñas cosas en las que apenas reparamos y que tenemos delante de las narices: trozos de acera o de muro, bancos públicos. Fíjate bien en los objetos que te rodean y verás que casi todos están en ruinas.
   Elige un lugar en la ciudad y piensa en él como si te perteneciese. No importa ni dónde esté ni qué lugar sea. La esquina de una calle, una boca de metro, un árbol del parque. Asume este sitio como si tú fueras la responsable. Límpialo. Adórnalo. Piensa en él como si fuera una extensión de tu ser. Ten hacia él el amor propio que tendrías por tu propia casa.
   Acude todos los días a la misma hora. Quédate una hora a observar lo que sucede, a anotar a todos los que pasan, si se paran o hacen cualquier cosa. Toma notas, haz fotografías. Graba estas observaciones cotidianas, y mira si puedes aprender algo de estas personas, del lugar o de ti misma. Sonríe a los que se acerquen. Háblales siempre que te sea posible. Si no sabes qué decirles, empieza hablando del tiempo.»
5 de marzo de 1994

El juego del otro: Paul Auster, Enrique Vila-Matas, Jean Echenoz, Barry Gifford, Paul Klee, Sophie Calle. Errata Naturae, 2010. Contiene cien fotografías realizadas por Sophie Calle.

lunes, 5 de septiembre de 2011

The Killing (me softly)

The Killing, AMC, 2011
[Joel Kinnaman como Stephen Holder y Mireille Enos como Sarah Linden en
The Killing (o Forbrydelsen en danés), una estupenda serie policiaca de Veena Sud]
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