“Deberían poder verse, pero no es así. Cada año desde que faltan las Torres Gemelas, una poderosa base de emisión lanza al cielo desde los alrededores de la Zona Cero dos haces de luz verde, dos rayos láser de gran potencia. Nítidamente cinceladas, dos siluetas de humo verde horadan el aire subrayando cada 11 de septiembre desde hace 8 años - uno después de que se perpetraron los atentados-, la ausencia de las torres que definían el perfil de Manhattan Sur. Me he levantado en plena madrugada para contemplarlas, pero no están encendidas. Deberían estarlo, pero no es así. Los ingenieros encargados de mantenerlas activadas han decidido dejar el aire en sombra. La ausencia le confiere un aire de espectral normalidad al cielo nocturno y a esta crónica. Hace unas horas, poco después de que cayera la noche en España, llamé a Enrique para pedirle que me permitiera colgar esta nota en su blog. Al caer la oscuridad sobre Manhattan, paseando por la Séptima Avenida en dirección Sur, la silueta de las torres de láser se cernía aún sobre el perfil de la ciudad, pero lo hacía débilmente. Dos horas después, los ingenieros habían vuelto a apagarlas (...)”
Eduardo Lago: La luz del 11 de septiembre
Texto completo publicado en exclusiva
en el web de Enrique Vila-Matas
Texto completo publicado en exclusiva
en el web de Enrique Vila-Matas
1 comentario:
Claro que a mí la luz de Manhattan (y los textos de Eduardo Lago) me gusta(n) todos los días del año. Maybe it's because I enjoy being in a New York state of mind.
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