EMMANUEL CARRÈRE
Una novela rusa
[Un roman russe, 2007]
Trad. Jaime Zulaika
Compactos Anagrama
E. Paz Soldán lo cuenta
Bajo la gorra, el rostro está devastado. Una cara de zek, como se llamaban a sí mismos las gentes del gulag, la cara de los hombres cuyas vidas destruidas relataron Solzhenitsyn y Shalámov. El joven psiquiatra le tiende las muletas, le ayuda a calzárselas debajo de los brazos. Tarda sus buenos cinco minutos en plantar el único pie en el suelo. Como tampoco tiene dientes, babea y escupe mucho. Le guían, cojeando, hasta la casa de su hermana y su cuñado, donde va a vivir. Han organizado una comida de fiesta. Se hacen brindis. Los flashes de los fotógrafos le asustan. Su hermano, que aún era niño cuando él se fue a la guerra, le hace preguntas pacientemente, sin duda para mostrarnos que es capaz de responderlas. Repite nombres de antaño, esperando despertar un recuerdo: Sándor Benko, el maestro de escuela... Smolar, su antiguo compañero de clase... Y el otro, por debajo de la gorra, escupe, gira la cabeza, a veces masculla fragmentos de frases que nadie comprende, que ya no pertenecen a ningún idioma. Tengo la impresión de ver a un Kaspar Hauser de setenta y cinco años. Es tristísimo.» (págs. 44-45)
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