domingo, 10 de marzo de 2019

Cabinet d´amateur, una novela oblicua, de Enrique Vila-Matas


Enrique Vila-Matas
CABINET D'AMATEUR, UNA NOVELA OBLICUA
Trad. Margaret Jull-Costa
La Caixa'Collection & Whitechapel Gallery, 2019
[otro formidable espacio de contacto entre arte y literatura]
«Gracias a Dora García pude acceder, a través de un libro sobre su exposición Continuarración. Sobre sueños y crímenes, a algo que buscaba desde hacía años: conocer con precisión la definición de arte que había dejado caer Samuel Beckett hablando de Finnegans Wake: "En ese libro la forma es el contenido, y el contenido es la forma. Puede usted quejarse de que este material no está escrito en inglés. Pero es que no está escrito después de todo. No está escrito para ser leído, o no sólo para ser leído. Se ha creado para ser mirado y escuchado. Su escritura no es acerca de algo, es algo en sí mismo. Cuando el sentido es dormir, las palabras se van a dormir. Cuando el sentido es bailar, las palabras bailan. El lenguaje está borracho, las palabras se tambalean".
    Y gracias a Dora, en un encuentro público en Barcelona, descubrí la existencia de un maravilloso micrograma que Robert Walser escribió en 1926, titulado La sopa caliente (Der heisse Brei). Ese breve relato —que, como todos los de Walser, tenía una extensión que coincidía casi al milímetro con el tamaño de la hoja que había encontrado aquel día para escribir-- aludía a esa costumbre que tenemos, ante una sopa demasiado caliente, de comenzar a cargar la cuchara por el borde de la masa líquida, y así, sucesivamente, toda la sopa va convirtiéndose en borde hasta que logramos comernos el centro, previa conversión del centro en borde.
    Walser parece estar preguntándose ahí, en Der heisse Brei, si no será que, al igual que nos ocurre con la sopa caliente, escribir consiste en realidad en dar vueltas a aquello de lo que realmente queremos hablar. Walser parecía preguntarse eso y al mismo tiempo observar que uno, cuando escribía, no hacía sino postergar ese algo tan importante que quería mostrar.» (pág. 48)

(trailer de) PETITE, de Dominique Gonzalez-Foerster

LECTOR SALTEADO dixit: «Cabinet d’amateur, una novela oblicua no es una novela. Es un guiño a la última novela editada en vida por Georges Perec, publicada en 1979 en la colección Instant romanesque de Éditions Balland. Es un catálogo, un relato breve, un pequeño ensayo, un apunte biográfico y una confesión. Es apenas la sombra de una instalación artística, de una muestra imposible que reuniera obras de Miquel Barceló, Dominique González-Foerster, Dora García, Gerhard Richter, Carlos Pazos o Andreas Gursky en el laberinto laico de una capilla londinense. Las salas que podrían reunir estas obras formarían un retrato, el reflejo de un rostro, el rostro de un libro. En ese libro, escrito en inglés y en español, habría imágenes de obras de arte (instantáneas incompletas de obras en movimiento), textos de Enrique Vila-Matas, Iwona Blazwick, Inês Costa, Candy Stobbs, y una conversación entre Lydia Yee y Nimfa Bisbe (con esos nombres, yo también quiero que conversen en mi libro). El libro en sí mismo sería negro, pero la cubierta sería de colores claros y papel rugoso. Su contenido: escritura, futuro, arte, pasado, voluntad, memoria, pulsiones. La textura de ese papel bien merece una caricia.» (Y yo coincido con Mario.)

1 comentario:

22 dijo...

«Writing only truly enters us when it provides us with the information about ourselves that we need when we're reading something.»

Cabinet d'amateur, An Oblique Novel

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