"Marian era el rumano que se quemó a lo bonzo en Castellón, cercado por una miseria desesperada. Tres semanas después de arder como una tea, Marian murió en el hospital solo como un perro." (...) "Esa bendita ignorancia del horror en la que vivimos y que tanto nos facilita la existencia. Porque saber que una persona más o menos vecina, un hombre con quien nos podemos cruzar por la calle, puede llegar a tal estado de absoluta angustia y aflicción por 400 euros, es algo muy difícil de digerir. Algo que nos mancha, con razón, de un sentimiento de corresponsabilidad." (...) "Estamos hablando de Rumania, en la Unión Europea; y de España, el noveno país más rico del mundo, en donde un pobre hombre desesperado fue empujado hasta la locura por 400 euros y por una marginación social tan aplastante que tuvo que quemarse vivo para que nosotros pudiéramos verle y enterarnos."
2 comentarios:
Hay otros mundos y están en este. A nuestro lado.
Dice Rosa Montero hoy en su columna de El País:
"Marian era el rumano que se quemó a lo bonzo en Castellón, cercado por una miseria desesperada. Tres semanas después de arder como una tea, Marian murió en el hospital solo como un perro." (...) "Esa bendita ignorancia del horror en la que vivimos y que tanto nos facilita la existencia. Porque saber que una persona más o menos vecina, un hombre con quien nos podemos cruzar por la calle, puede llegar a tal estado de absoluta angustia y aflicción por 400 euros, es algo muy difícil de digerir. Algo que nos mancha, con razón, de un sentimiento de corresponsabilidad." (...) "Estamos hablando de Rumania, en la Unión Europea; y de España, el noveno país más rico del mundo, en donde un pobre hombre desesperado fue empujado hasta la locura por 400 euros y por una marginación social tan aplastante que tuvo que quemarse vivo para que nosotros pudiéramos verle y enterarnos."
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