La baronesa que hablaba con la lluvia
“(…) Leo a Dinesen desde que empezaron a traducirse sus libros al español. Me ha acompañado siempre aquella primera frase perfecta del comienzo de su libro de memorias y que, si mal no recuerdo, empieza así: «Yo tenía una hacienda en África…». Mi admiración por la baronesa Blixen se ha duplicado estos días cuando he leído Ensayos completos, un conjunto de textos no narrativos –ignoraba yo esa faceta de Blixen y me ha sorprendido muy agradablemente- en los que habla de muy variados temas: del matrimonio moderno como impostura del sentimiento y del amor como juego; de la risa de los negros según los blancos y la de los blancos según los negros; de cómo la gente no piensa y desperdicia la vida («cada uno de nosotros siente en su corazón la inherente riqueza y extrañeza de una sola cosa: su propia vida»), etcétera.
Los ensayos, escritos todos después de su experiencia en África, terminan con una verdadera perla, un breve texto sobre los lemas o divisas que Blixen eligió en diferentes épocas de su vida. Cualquiera de ellos lo elegiría yo para la mía. «Con frecuencia en apuros, nunca asustada» rigió su juventud. «Responderé» (el lema familiar de su amigo Finch-Hatton) marcó su época feliz en la hacienda de Kenia. Con el fin de sus días africanos y el crepúsculo de la juventud, entraron en su vida las tres divisas de las puertas de una vieja ciudad con tres murallas: «Sé audaz», se leía sobre el primer portón. «Sé audaz», también sobre el segundo. Y, sobre el tercero, «No seas demasiado audaz».
Al terminar el libro, le quedan a uno ganas de elegir una divisa para su propia vida. Una que siempre me gustó mucho fue la de Barbey d’Aurevilly: «Too late» (Demasiado tarde).
De los lemas de Blixen me encantan todos, pero me quedo con «Responderé» (responderé de lo que digo o hago, responderé a la impresión que cause, seré responsable). Parece tan adecuado para los tiempos que corren.”
Enrique Vila-Matas
Aunque no entendamos nada
J.C. Sáez Editor, Chile, 2003
“(…) Leo a Dinesen desde que empezaron a traducirse sus libros al español. Me ha acompañado siempre aquella primera frase perfecta del comienzo de su libro de memorias y que, si mal no recuerdo, empieza así: «Yo tenía una hacienda en África…». Mi admiración por la baronesa Blixen se ha duplicado estos días cuando he leído Ensayos completos, un conjunto de textos no narrativos –ignoraba yo esa faceta de Blixen y me ha sorprendido muy agradablemente- en los que habla de muy variados temas: del matrimonio moderno como impostura del sentimiento y del amor como juego; de la risa de los negros según los blancos y la de los blancos según los negros; de cómo la gente no piensa y desperdicia la vida («cada uno de nosotros siente en su corazón la inherente riqueza y extrañeza de una sola cosa: su propia vida»), etcétera.
Los ensayos, escritos todos después de su experiencia en África, terminan con una verdadera perla, un breve texto sobre los lemas o divisas que Blixen eligió en diferentes épocas de su vida. Cualquiera de ellos lo elegiría yo para la mía. «Con frecuencia en apuros, nunca asustada» rigió su juventud. «Responderé» (el lema familiar de su amigo Finch-Hatton) marcó su época feliz en la hacienda de Kenia. Con el fin de sus días africanos y el crepúsculo de la juventud, entraron en su vida las tres divisas de las puertas de una vieja ciudad con tres murallas: «Sé audaz», se leía sobre el primer portón. «Sé audaz», también sobre el segundo. Y, sobre el tercero, «No seas demasiado audaz».
Al terminar el libro, le quedan a uno ganas de elegir una divisa para su propia vida. Una que siempre me gustó mucho fue la de Barbey d’Aurevilly: «Too late» (Demasiado tarde).
De los lemas de Blixen me encantan todos, pero me quedo con «Responderé» (responderé de lo que digo o hago, responderé a la impresión que cause, seré responsable). Parece tan adecuado para los tiempos que corren.”
Enrique Vila-Matas
Aunque no entendamos nada
J.C. Sáez Editor, Chile, 2003
17 comentarios:
Nunca es demasiado tarde para nada.
Siempre llegamos tarde. Demasiado tarde. Lo supe tarde, pero nunca demasiado tarde, porque siempre se puede tardar aún más.
La melancolía es llegar tarde a todo. Cuando se pone el sol, desear ir tras de él. Cuando se mira o imagina el horizonte, desear llegar allí. El horizonte, la puesta de sol, son una (poner sin tardanza una palabra adecuada aquí sería lo apropiado, pero no la encuentro) de lo inalcanzable.
Perseguir lo que se sabe inasible.
No me he tomado nada, Eklena.
Verificación de la palabra:
ofxfn
añadir fgqoitnpkwdiis!!! :)
Lo primero, Gloucester, es decir ¡qué bueno que viniste! Y lo segundo es que es difícil responderte, y tampoco sé si esperas que lo haga. [Tu dialéctica siempre ha sido high level for me.] Así que acabaré con otra frase estupenda de EVM contenida en la página 151 de este libro:
"Se trata de la que tal vez es la cuestión de fondo más relevante de toda la modernidad: ¿quién soy yo para escribir? ¿Y quiénes son los otros para leerme?"
Es difícil perseguir lo que se sabe inasible, Jem, sin tomarse antes una puesta de sol.
Ayer alguien muy próximo me preguntó por qué me gustaba tanto EVM. Mi irreflexiva respuesta fue porque me adivina el pensamiento.
Lo importante no es saber ni sentir, sino comprender.
¡Qué bueno que volviste, Glou!
[Aunque no entendamos nada.]
Ahora yo también quiere tener una divisa para mi vida... habí pensado en elegirla pero, ¿eso se elige o sencillamente se siente?
No quiero una divisa demasiado racional
quiero
había
...
es que yo sí he bebido :)
¿No será que sentimos aquello que previamente hemos elegido?
A mí me encanta la divisa de los Bartlebys «Preferiría no hacerlo» y creo que debería ponerla en la cabecera de este blog y quitar ese horrible dibujo azul.
Buenas noches, Elena,
no sé porqué, pero estas máximas tan contundentes de ID que recoge EMV me traen a la cabeza esa enigmática frase que repite a su amado Kera Knitley en Expiación: "como back to me".
También que El País recuperaba un artículo de EMV con motivo de la muerte del que EMV llamaba el Bartleby perfecto en carne y hueso, hace unos días (Pepín Bello). Bueno, ideas que le surjen a uno; guardo con especial cariño una dedicatoria sobre la 1ª página del Doctor Pasavento que E. nos hizo hace un par de Sant Jordis.
Estas son mis asociaciones instantáneas de ideas al leer esta también impecable cita.
Un abrazo, Andrés
PS/ Gracias por tu ultimo comentario en torno a la vivienda de la Calle Amigó; me alegra que tú también detectes en ese dibujo tanto "caliu": es realmente un dibujo precioso. Am
Hola Andrés. Deduzco que has ido a ver Expiación. ¿Te ha gustado? Yo no me he atrevido a verla porque he leído que es una película tramposa. ¿Te lo ha parecido? También te preguntaría por la dedicatoria que EVM os hizo en Doctor Pasavento si no fuera porque en su momento me declaré en contra de estas cosas... Besos.
Hola Elena,
sobre expiación corren rumores extraños de eso: tramposa; yo fuí a verla ayer a ciegas, sin conocimiento previo, sólo atraído por Kera y sobre todo por Ian McEwan. Si has leído alguna novela de I.M.E sabrás lo que digo si te explico que esa pelicula logra recrear esa microcirujia vivisectora tan propia del autor a la perfección; además tiene un pulso narrativo impecable. Francamente estupenda a mi parecer.
Yo también odio Sant Jordi por todo lo que significa, no en cambio por lo bonita que está la ciudad: he aprendido después de ya unos cuantos abriles aqui a despojarme en esos paseos por la Rambla de Cataluña de todo significado subliminal que quisieran colgarme sobre los hombros (tardé pero lo conseguí).
En uno de esos paseos, encontramos por azar, y solo en una mesa de firmas, a EMV, así como es él, con sus pelos lacios: le hizo una dedicatoria a mi mujer N. con dibujo de Pasavento incluido que cuento entre las mejores que guardo (y mira que no me gustan tampoco las dedicatorias). Un beso, Am
No es esta mujer quien escribió el Festin de Babette? Aún recuerdo sus codornices al sarcófago...Bonito cuento sobre cómo la comida y el buen vino puede aproximar a las personas... Creo que Won Kar Wai quiso hacer algo similiar con In the mood for love pero cambió el rumbo y acabó en un sitio distinto... O eso explicó el día de su preestreno!
Tangente, ¡qué lucidez y erudición a las 5 de la mañana! Acabo de comprobar en la wiki que, efectivamente, Le Dîner de Babette es de Karen Blixen. No tenía ni idea.
Andrés, dices "encontramos por azar, y solo en una mesa de firmas, a EMV". Qué imagen tan desoladora me sugiere esta frase. Por cierto, veo que para ti se trata de Enrique Matas-Vila. Vale. No está mal el cambio.
No era desolador, era más bien tierno. Me explico: el "por azar" quiere decir que no le buscábamos, en absoluto; el "sólo" no era entristecedor, más bien una jugada del azar, que le había dejado disponible entre, no sé, cola y cola. Ay mira, si es EMV, hola E, como si le coniciera de toda la vida, él, sus bartlebys, alter egos, y demás.
EMV: jugada del subconsciente por mis años de trabajo para la Empresa Municipal de la Vivienda de Madrid. Esto... SÍ que es desolador. Un beso y que pases buen domingo. Am
Out of Africa:
http://www.youtube.com/watch?v=tu-9Kusy4RA&feature=related
Publicar un comentario