→ fui al Liceu a ver la telúrica danza de Pina Bausch y me topé con Jonathan Littell ↔ de Café Müller no entendí nada pero me pareció algo muy perturbador que seguramente no hay que entender ↔ disfruté mucho con una emocionante Consagración de la primavera bailada sobre el negro escenario cubierto de una turba que poco a poco se iba adhiriendo al cuerpo de los bailarines ↔ o viceversa ↔ y vi al pálido Littell a la entrada del teatro y le dije que me encantó Las benévolas ↔ cuando un rato después llegué a mi asiento lo encontré sentado delante de mí ↔ brutal ←
11 comentarios:
¿Y no te fuiste de copas con él, como decíamos en aquella entrada? ¡Qué gran oportunidad!
OLI I7O
Tienes razón, Pablo. Pero en el intermedio se tomó la copa con su mujer y no me pareció que tuvieran cara de querer compartirla ;(
Mucho trabajo y no puedo leer con calma esta entrada... pero sí comentar que, seguro que serán por algún motivo que descubriré al leerlo, pero vaya cambio del :: al →
:)
Bah, pamplinas. Si llego a estar yo contigo, entretengo a su mujer (con otra copa) y te asejuro que tienes para siete entradas.
Sí, Simu. Este blog evoluciona con detalles imperceptibles, pasito a pasito... :o)
OLI I7O
Elena, he leído esto ( http://ramongaya.blogspot.com/2008/09/me-preocupan-los-finales.html) y, no me preguntes muy bien por qué, me ha apetecido decírtelo para que lo leas.
Me ha gustado mucho y, no sé, por un segundo he sentido que si alguien quizá lo 'vería con ojos parecidos a los míos' ibas a ser tú.
... Cosas que pasan!
Sim: me encanta Ramón Gaya y había conocido este blog a través del tuyo. Hace un par de años, en la Pedrera, hubo una exposición con sus obras, fragmentos de textos y un vídeo en el que hablaba él, y fue genial. La fui a ver tres veces, una de ellas con Stephanus & McTildes y otra con PAZ.
Sobre el cambio que comentas, sólo puedo decir que a veces me molesta la sintaxis. O que no me sirve para expresarme como quiero. Lo cual no quiere decir que así lo consiga, pero lo sigo intentando.
Oli: pues sólo tienes que planear una escapada a BCN (¡en la que yo esté aquí!) y lo llamamos por teléfono (sí, he dicho eso). Sim, estás invitada a la velada.
Elena, sí, es cierto, ya me habías comentado lo de Gaya, supongo que por eso 'sentí' que te gustaría. La próxima vez que vaya a Bcna te llevaré un documental que se llama 'La Serenissima' con el propio Ramón leyendo su diario, ese del que hablé en mi blog... a mí me pareció precioso (y eso que nunca he estado en Venecia, pero lo que él decía me encantó).
Ejem... has dicho su teléfono? Pero bueno Helen, cómo te estilas ;)
Yo a esa velada digo que sí, que por supuesto... pero aunque no esté él, con los otros dos invitados tengo de sobra.
La escena debió de ser así:
-Hola, Señor Littell, ¿le puedo invitar a una copa?
-Me encantaría, pero ahora estoy con mi mujer.
-Ah... vaya... Bueno, pues al menos déjeme su teléfono.
-¡Cómo no! Tenga...
-¡Gracias! Recuerdos a su hermano Stuart.
-De tu parte.
OLI I7O
Qué va... yo me imagino algo más tipo :
Esposa comiendo la oreja -que las esposas de los artistas también comen la oreja como todas- y el Señor Little haciendo como que está escuchando, pero mirando a Elena.
Elena se sonroja, porque estas cosas le dan vergüenza, y discretamente se retira a su asiento.
La sorpresa fue cuando se encontró con un papelito en el bolsillo y el número de teléfono tanto del Sr. Little como de su hermano Stuart!!!
;)
(Oli, reconoce que la mía mola mucho más!!!)
Frío. Frío. Pero ingeniosos. Aunque la verdad sea mucho más prosaica y hoy casi todo esté en la red de redes.
Volver a Pina:
http://www.youtube.com/watch?v=aSBpQcu61tg
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