»Y sabed que como una burbuja, como un sueño, como el hueso de la cebolla, como el tronco del kadali, así es el yo. Acuciado por su sed, el ignorante se dice: "yo soy el que hablo", "yo soy el que pienso", "yo soy el que voy", "yo soy el que vengo". Y su mente desatenta se identifica con ese yo, reduciendo su alcance y cegando su visión.
»Sea lo que sea el cuerpo, interno o externo, tosco o sutil, presente o futuro, deciros: "ese cuerpo no soy yo, no es mío, no me pertenece". Sea lo que sea la mente, interna o externa, tosca o sutil, presente o futura, deciros: "esa mente no soy yo, no es mía, no me pertenece" (...)
»Incluso los mismos dioses, impelidos por la sed, son engañados por la ilusión de lo "mío", y acaban por creer que ellos son los que ven, los que piensan y los que oyen, y así son arrastrados por la corriente impetuosa del nacimiento y la muerte. (pp. 118-119)
»Sea lo que sea el cuerpo, interno o externo, tosco o sutil, presente o futuro, deciros: "ese cuerpo no soy yo, no es mío, no me pertenece". Sea lo que sea la mente, interna o externa, tosca o sutil, presente o futura, deciros: "esa mente no soy yo, no es mía, no me pertenece" (...)
»Incluso los mismos dioses, impelidos por la sed, son engañados por la ilusión de lo "mío", y acaban por creer que ellos son los que ven, los que piensan y los que oyen, y así son arrastrados por la corriente impetuosa del nacimiento y la muerte. (pp. 118-119)
Leyenda de Buda.
Juan Arnau.
Alianza Editorial, 2011
1 comentario:
MR: "A veces la mejor decisión es no tomar ninguna y eso es también una decisión."
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