Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977)
ANOXIA
Anagrama, 2023 - 280 págs. - inicio
— Cómo se fotografía la muerte, Ana Rodríguez Fischer
— Momento de plenitud literaria, JM Pozuelo Yvancos
— Miguel ángel habla con Enrique Rey
[un placer (funerario ;)]
«[...] Argumenta entonces que los primeros fotógrafos eran químicos, médicos, científicos, más que artistas, y que, por encima de cualquier cosa, exploraban las posibilidades de la fotografía para la ciencia. Las fotografías de los inquietos no eran recordatorios para los familiares, sino imágenes científicas. Intentos de registrar en una misma superficie la vida y la muerte, el último aliento. Incluso en algunos casos, de captar el alma del difunto, fotografiar lo invisible, el espíritu.
A Dolores se le vienen a la cabeza inmediatamente las fotografías espiritistas del siglo XIX. Siempre le han llamado la atención y nunca ha llegado a entenderlas del todo. Los fantasmas de los desaparecidos posando junto a los retratados. Nada más comentárselo a Clemente, él le aclara que esa industria está en las antípodas de las fotos de inquietos.
— Esos —alega refiriéndose a los fotógrafos espiritistas— eran unos embaucadores que se aprovechaban de la ingenuidad y el dolor de los clientes. Pioneros del retoque fotográfico y la manipulación de imágenes.
La tradición de los inquietos, le especifica, no pertenece al ámbito de la ilusión, sino al de lo real. Nace del intento de dejar constancia de la única certeza, la muerte. Recoger en una misma imagen el antes y el después. Conservar en un mismo lugar la vida y la muerte.» (pág.115)
Fragmento de un daguerrotipo de Miguel Ángel Hernández.
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