Austria es un país silencioso, civilizado y previsible. El Danubio, todavía joven a su paso por tierras austriacas, es un río elegante y poderoso que transita en medio de un paisaje siempre verde, monótonamente verde para quien ame los desiertos. Por sus orillas se pedalea con placidez pues hacia la desembocadura el trayecto es ligeramente cuesta abajo y suele soplar viento a favor. Quizás por eso el recorrido entre Passau y Viena está muy transitado por ciclistas de todo tipo y edad, que viajan solos, en grupo o en familia. En este panorama apacible y falto de emociones, de pronto, atravesando la región donde se cree que vivió la mítica tribu de los Nibelungos, la belleza metálica del encuentro de Atila y Brunilda rompe la monotonía del viajero.
2 comentarios:
¿O era Crimilda? Es que en Austria todo estaba explicado sólo en alemán ;-(
Sí, era Krimilda: ayer Esther Tusquets explicó en El País la complicada historia de estas Dos reinas míticas.
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