“Llegué a Nueva York en el otoño de 1965. Tenía entonces dieciocho años, y durante los primeros nueve meses viví en un colegio universitario. En Columbia, a todos los estudiantes de primer año que no fueran de la ciudad se les exigía vivir en el campus, pero cuando terminó el curso me trasladé a un apartamento de la calle 112 Oeste. Allí fue donde viví durante los siguientes tres años, hasta el mismo momento en que toqué fondo. Teniendo en cuenta lo adversas que me eran las circustancias, fue un milagro que durara tanto.”
Paul Auster (1989). El palacio de la luna (p. 11)
2 comentarios:
realmente parece un pentagrama. habría que saber co mo suena.
Podria sonar a Cantando bajo la lluvia.
Como hoy, sin ir mas lejos.
Publicar un comentario