«Se sentaron junto a la mesa, uno frente al otro. Ninguno de los dos hablaba del modo reconocido como "lenguaje" por los hombres de la Galaxia que no pertenecían a la Segunda Fundación.
Originalmente, el lenguaje fue el medio por el cual el hombre aprendió, de forma imperfecta, a transmitir las ideas y emociones de su mente. Estableciendo arbitrarios sonidos y combinaciones de los mismos que representasen ciertos matices mentales, desarrolló un método de comunicación, método que con su torpeza y falta de adecuación hizo degenerar toda la delicadeza de la mente en toscas señales guturales.» (p. 721)
«En realidad, los seres humanos son capaces de mucho más, pero la facultad del contacto emocional directo empezó a atrofiarse a raíz del desarrollo del lenguaje, hace un millón de años. Ha sido un gran adelanto de nuestra Segunda Fundación recuperar este sentido olvidado, al menos en algunas de sus potencialidades.» (p. 689)
«Channis y el Mulo sólo intercambiaron una o dos palabras..., una o dos palabras y la suprema y reveladora corriente de consciencia emocional que siempre será el verdadero diálogo entre las mentes poderosas como las suyas. Debido a nuestras propias limitaciones, es necesario traducir a palabras lo que ocurrió entonces.» (p. 678)
«A cada respuesta que daba, los Ancianos intercambiaban rápidos comentarios, debatiendo la información recibida. Era difícil seguir aquellas discusiones porque hablaban la lengua universal galáctica con un acento propio, y debido a su largo aislamiento de las corrientes modernas, sus formas se habían convertido en arcaicas.» (p. 651)
«Lo esencial es saber que las mentes allí reunidas comprendían perfectamente el trabajo de las demás, no sólo por teoría general, sino también por la aplicación específica de esas teorías durante un largo período a individuos particulares. El lenguaje, tal como nosotros lo conocemos, era innecesario. Un fragmento de una frase equivalía casi a una larga explicación. Un gesto, un gruñido, la curva de una línea facial, incluso una pausa oportuna, comunicaba la información requerida.
Por lo tanto, nos tomaremos la libertad de traducir libremente una pequeña porción de la conferencia a las combinaciones de palabras extremadamente específicas que son necesarias para las mentes orientadas desde la infancia hacia una filosofía de las ciencias físicas, incluso aunque corramos el peligro de perder los matices más delicados.» (p. 616)
Trilogía de la Fundación (
Segunda fundación),
Isaac Asimov (escrito entre 1951 y 1952). Traducción de Pilar Giralt. Edición RHM - DeBolsillo, 2011.