Atsushi Nakajima (Japón, 1909-1942)
EL POETA QUE RUGIÓ A LA LUNA
Y SE CONVIRTIÓ EN TIGRE
[Sangetsuki, 1942]
Trad. Makiko Sese y Daniel Villa Gracia
Hermida Editores, 2017 - 130 págs. - epílogo
- El análisi de Jaime Fernández
[impresionante]
De La catástrofe de las letras:
«Nabu-aje-eriba recorría la ciudad de Nínive, inquiría a quienes habían aprendido a leer recientemente y les preguntaba a cada uno pacientemente si les había sucedido algo fuera de lo normal, algo de lo que se hubieran percatado antes de que supiesen leer esas letras. Por esa razón procuró aclarar el papel que desempeñaba el espíritu de las letras contra las personas. El resultado fue una extraña estadística. Había una abrumadora mayoría de personas que, desde que habían aprendido a leer, eran de repente incapaces de atrapar piojos. Se les metía más polvo que antes en los ojos. Apenas podían atisbar la figura de las águilas en el cielo, que hasta entonces podían ver sin dificultad. Percibían el color del cielo menos azul que antes. «El espíritu de las letras devora los ojos de las personas. Es como si se tratara de un gusano que horada la cáscara de la nuez y se come hábilmente todo el grano que está en su interior» [...] «Parece que tú, Ishdi-nabu, aún desconoces el terrible poder del espíritu de las letras que nos envía el dios de la sabiduría, Nabu de Borsippa. Una vez que el espíritu de las letras se apropia de cualquier acto y lo representa con su propia figura, ese acto obtiene la vida eterna. Y al contrario, aquellos que no han llegado a manos del poder del espíritu de las letras desaparecen para siempre. ¿Por qué no existen las estrellas que no están descritas en el documento de Anu Enril de la época antigua? Porque no las plasmaron en letras en el documento de Anu Enril [...] Como no existían las letras para la palabra "caballo", los sumerios no conocían los caballos. Nada podría ser más terrible que el poder del espíritu de las letras. Si crees que tú y yo somos los que escriben utilizando las letras estás profundamente equivocado. Nosotros somos humildes siervos a las órdenes del espíritu de las letras. Aun así sufrimos un daño terrible por parte del espíritu de las letras. Ahora mismo estoy estudiando diligentemente este tema. Ahora mismo dudas sobre las letras que se emplean para escribir la historia. Esto te está sucediendo porque has intimado demasiado con las letras y el veneno de ese espíritu te está afectando».» (págs. 51-56)
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