Eduardo Berti (Buenos Aires, 1964)
UNA PRESENCIA IDEAL
[Une présence idéale, 2020]
Trad. Pablo Martín Sánchez
AlianzaLit, 2020 - 160 págs. - inicio - Bibl. Lesseps
— Diversos fragmentos, revista penúltiMa
— Lecciones de vida antes de morirse, Neus Tomàs
— Un “escritor residente” en un hospital, Xavi Ayén
— Necesario y conmovedor, Patricio Pron
— Making of de Una presencia ideal, Zenda Libros
[personas frente a personas: sobrio homenaje a los cuidadores]
«[...] me habló un día de un nuevo servicio que estaban implantando: gente voluntaria que leyera libros a los pacientes. Su intención era formar un equipo de dos o tres personas. Hace un año que el proyecto está en marcha, pero de momento el equipo de lectura soy yo sola. Vengo dos mañanas a la semana. Al principio venía por las tardes, pero me di cuenta de que por las mañanas los pacientes están más receptivos y tienen menos visitas. En la mochila llevo una docena de libros, sobre todo antologías de cuentos. A mí, personalmente, me gustán más las novelas. Yo suelo decir que leer cuentos es como visitar un lugar. Leer novelas, en cambio, es habitarlo. Sí, ya veo que usted no opina lo mismo. En todo caso, los cuentos, debido a su extensión, son ideales para leérselos en voz alta a los pacientes. Siempre llevo algo de Chéjov y de Maupassant. Llamo a la puerta si está cerrada [...].
Algunos pacientes solicitan un autor o un género determinado. Un martes por la mañana, una mujer me pidió si el jueves siguiente podía leerle una novela erótica [...].
Una o dos semanas después, otra mujer, más joven pero más perjudicada por la enfermedad, me pidió que le leyese una novela entera. A la señora Mathilde, como todos la llamaban, le apetecía una novela de detectives. "Una buena novela de detectives, ¿algo de Simenon le parece bien?", me preguntó, como si me tocara a mí elegir [...].» (págs. 39-40)
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