domingo, 30 de diciembre de 2007

El año que tuvimos un blog

Y todavía no sabemos por qué.


Video-Blog es una buena metáfora de Jim-Box que encontré en Conservado en alcohol:

- Is there anybody there?     - ¿Hay alguien ahí?
- Is there anybody there?    - ¿Hay alguien ahí?
- Is there anybody there?    - ¿Hay alguien ahí?
- Today I woke up.    - Hoy me levanté.
- I shaved.    - Me afeité.
- Today I took a shit.    - Hoy hice caca.
- Yes, I took a shit.    - Sííí, hice caca.
- I ate.    - Comí.
- Is there anybody there?    - ¿Hay alguien ahí?
- Is there anybody there?    - ¿Hay alguien ahí?
- Is there anybody there?    - ¿Hay alguien ahí?
- Or am I alone?    - ¿O estoy solo?

Libros de 2007

Escultura con libros de Alicia Martín
  1. Vida y destino (y libertad), de Vasili Grossman
  2. Este otro momento sin tiempo, de Laura Huxley
  3. La ruta de la seda, de Bernard Ollivier
  4. Extrañas notas de laboratorio, de E. Vila-Matas
  5. La velocidad de la luz, de Javier Cercas
  6. El profesor del deseo, de Philip Roth
  7. Las benévolas, de Jonathan Littell
  8. Memorias de África, de Karen Blixen
  9. Residencia en la tierra, de Pablo Neruda
  10. Carnets, de Albert Camus
  11. Carta a D. (Un vacío devorador), de André Gorz
  12. Si una tarda plou la tristesa, de Miquel Bauçà
  13. El viento ligero en Palma, de Enrique Vila-Matas
  14. Jakob Von Gunten, de Robert Walser
  15. Exploradores del abismo, de Enrique Vila-Matas
  16. Días sin retorno, de Kressmann Taylor
  17. El comprador de aniversarios, de Adolfo García Ortega
  18. Mis memorias, de Violeta Friedman
  19. Si esto es un hombre, de Primo Levi
  20. La tregua, de Primo Levi
  21. Los hundidos y los salvados, de Primo Levi
  22. El (infumable) niño del pijama a rayas, de John Boyne
  23. El Aleph (El inconcebible universo), de JL Borges
  24. La rueda de la vida, de Elisabeth Kübler-Ross
  25. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Haruki Murakami
  26. Vila-Matas portátil, de Margarita Heredia (ed.)
  27. Para ser novelista, de John Gardner
  28. Viajes por el Scriptorium, de Paul Auster
  29. L’animal moribund, de Philip Roth
  30. Aquí y ahora, de Jim Thompson
  31. Ejercicios de estilo, de Raymond Queneau
  32. Si te comes un limón sin hacer muecas, de Sergi Pàmies
  33. Tan lejos, tan cerca. Mi vida, de Adolfo Marsillach
  34. Cien cartas a un desconocido, de Roberto Calasso
  35. Diez (posibles) razones para la tristeza del pensamiento, de George Steiner
  36. La biblioteca de noche, de Alberto Manguel

libros de 2026 libros de 2025 libros de 2024 libros de 2023 libros de 2022

libros de 2021 libros de 2020 libros de 2019 libros de 2018 libros de 2017

libros de 2016 libros de 2015 libros de 2014 libros de 2013 libros de 2012

libros de 2011 libros de 2010 libros de 2009 libros de 2008 libros de 2007

sábado, 29 de diciembre de 2007

Vida (y destino) y libertad

Cuando un hombre muere, transita del reino de la libertad al reino de la esclavitud. La vida es la libertad, por eso la muerte es la negación gradual de la libertad. Primero la mente se debilita, luego se ofusca. Los procesos biológicos en un organismo cuya mente se ha apagado continúan funcionando durante cierto tiempo: la circulación de la sangre, la respiración, el metabolismo. Pero se produce una retirada inevitable hacia la esclavitud: la conciencia se ha extinguido, la llama de la libertad se ha extinguido.

    Las estrellas del firmamento nocturno se apagan, la Vía Láctea desaparece, el Sol se ha apagado, Venus, Marte y Júpiter se esfuman, el océano se petrifica, millones de hojas mueren, el viento deja de soplar, las flores pierden su color y aroma, el pan desaparece, el agua desaparece, el frío y el calor del aire desaparecen. El universo que existía en un individuo ha dejado de existir. Ese universo es asombrosamente parecido al universo que existe fuera de las personas. Es asombrosamente parecido al universo que todavía se refleja en las cabezas de millones de seres vivos. Pero aún más sorprendente es el hecho de que ese universo tiene algo en él que distingue el rumor de sus océanos, el perfume de sus flores, el susurro de sus hojas, los matices de su granito, la tristeza de sus campos otoñales, y el hecho de que existe en el seno de las personas y, a la vez, existe eternamente fuera de ellas.

    La libertad consiste en el carácter irrepetible, único del alma de cada vida en particular. El reflejo del universo en la conciencia del ser humano es el fundamento de la fuerza del ser humano, pero la vida se transforma en felicidad, libertad, se convierte en valor supremo sólo en la medida en que el individuo existe como mundo que nunca se repetirá en toda la eternidad. Sólo se puede experimentar la alegría de la libertad y la bondad cuando encontramos en los demás lo que hemos encontrado en nosotros mismos.”

Vida y destino, página 707
Vasili Grossman (1905-1964)

viernes, 28 de diciembre de 2007

Mujer, culta y libre

BenazirBhutto
“El asesinato de Benazir Bhutto (1953-2007) es un ataque a la libertad y a la lucha de las mujeres por respirar aire fresco en un mundo de hombres. Impone el terrorismo sobre el diálogo, el fundamentalismo sobre la libertad y confirma que una parte del mundo está en manos de violentos visionarios. Malas noticias para empezar 2008.”

Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, hoy en El País.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Little Drummer Boy


Come they told me, pa rum pum pum pum
A new born King to see, pa rum pum pum pum
Our finest gifts we bring, pa rum pum pum pum
To lay before the King, pa rum pum pum pum,
rum pum pum pum, rum pum pum pum,
So to honor Him, pa rum pum pum pum,
When we come.

Little Baby, pa rum pum pum pum
I am a poor boy too, pa rum pum pum pum
I have no gift to bring, pa rum pum pum pum
That's fit to give the King, pa rum pum pum pum,
rum pum pum pum, rum pum pum pum,
Shall I play for you, pa rum pum pum pum,
On my drum?

Mary nodded, pa rum pum pum pum
The ox and lamb kept time, pa rum pum pum pum
I played my drum for Him, pa rum pum pum pum
I played my best for Him, pa rum pum pum pum,
rum pum pum pum, rum pum pum pum,
Then He smiled at me, pa rum pum pum pum
Me and my drum.

[Final del décimo capítulo de El Ala Oeste de la Casa Blanca.]

domingo, 23 de diciembre de 2007

Felices compras y prósperas rebajas

Este es un típico artículo navideño. En un doble sentido: es un texto periodístico que habla de la Navidad y es un producto propio de estas fiestas, como lo son el turrón, las luces en las calles o las malas películas familiares. Como una obligación ritual más, se trata de afrontar de forma supuestamente experta cuestiones del tipo: "¿ha perdido la Navidad su sentido original?", o "¿se está corrompiendo el verdadero espíritu navideño?". A estos asuntos de orden general se le pueden añadir matices locales o de actualidad. Entre los primeros, ¿qué justifica una celebración oficial católica en un país oficialmente no confesional?, paradoja parecida a otras del tipo: ¿cómo un Estado aconfesional puede encarnarse en un Jefe descaradamente confesional?, o ¿cómo una Constitución laica puede otorgar un trato preferente a la Iglesia Católica? Entre los segundos, ¿cómo, con una catástrofe ecológica en ciernes, puede darse un derroche como el que practicamos estas fechas?, o, ¿cómo puede una festividad nominalmente cristiana albergar la creciente pluralidad religiosa de nuestras sociedades?”

YeclaManetaNevada2006“En cuanto a la dimensión comercial de la Navidad, el mercado no hace otra cosa que proveer de objetos el intercambio de dones que los humanos realizan entre sí o con entidades sobrenaturales. El capitalismo excita y parasita exigencias sociales que no ha inventado y que un día, sin duda, le sobrevivirán. He ahí el verdadero Espíritu de las Navidades, el de las pasadas, el de las presentes y seguro que el de las futuras, aunque haya sido o vaya a ser bajo otros nombres o con otras formas. Porque las sociedades humanas viven de inercias y repeticiones que le sirven para continuar siendo justamente eso, sociedades, formas que los humanos conciben y organizan con el fin de vivir juntos, puesto que se necesitan. Para ello, el ser humano inventa una y otra vez costumbres nuevas, que son siempre las mismas. Todas tienen, en cualquier caso, idéntica misión: hacer que no se olvide que nadie -le guste o no- acaba nunca en sí mismo, sino que continúa en quienes, visibles o invisibles, le rodean.”


Principio y final del artículo publicado ayer en El País por Manuel Delgado, profesor de antropología religiosa en la Universitat de Barcelona.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Cuestión de perspectiva

La vida interior de Martin Frost
Hace varias semanas se estrenó en Barcelona La vida interior de Martin Frost, película escrita y dirigida por Paul Auster, y rodada el año pasado en Portugal. Casi ninguno de los comentarios que desde entonces he leído o escuchado sobre ella ha sido bueno, a pesar de lo cual ayer fui a verla. En el cine había 3 espectadores, y uno de ellos (que no era yo, pero casi) empezó a roncar muy pronto. Suavemente, eso sí, por lo que no hubo necesidad de despertarlo.

Sé que si yo hubiera ido a ver esta película pensando que era maravillosa, o después de haber leído críticas elogiosas, no me habría gustado nada de nada. Pero como sabía que era bastante infumable, no la encontré tan mala. ¿Por qué será que casi todo en la vida depende de las expectativas previas que tengas?

Por cierto, me encantó el personaje de fontanero-escritor que hace Michael Imperioli a quien nunca había visto fuera de Los Soprano, esa gran serie.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Este otro momento sin tiempo

EsteMomentoSinTiempo Ayer vi la nota necrológica de Laura Archera Huxley (1914-2007). Laura fue la segunda esposa de Aldous Huxley (1894-1963) autor de Un mundo feliz, obra de la que Rafael Argullol dijo que era “acaso la más inquietante e impactante de las profecías literarias del siglo XX”. Inmediatamente me acordé de lo revelador y luminoso que el libro de Laura sobre Aldous, Este momento sin tiempo, me resultó cuando lo leí en 1999, durante un largo proceso de duelo. Vuelvo a tener este libro en mis manos. Lo he estado hojeando pensando que me despertaría la misma emoción de entonces, pero no ha sido así. Dejaré el libro en su sitio agradeciendo a Laura su ayuda de entonces. Ahora el momento es otro.

lunes, 17 de diciembre de 2007

El libro ilimitado

AntonioMuñozMolinaEl sábado, Antonio Muñoz Molina ponía este sugestivo título a su crónica de Ida y vuelta de Babelia, y la acababa con estas palabras:
  • “Soy lo que he leído. Me gano la vida gracias a que existen lectores. En el escaparate de la librería distingo con expectación impaciente el libro que vengo buscando. Verlo me da tanta felicidad como descubrir en un escaparate de la infancia la cubierta en colores de una novela de Julio Verne. Son Los ensayos de Montaigne que acaba de publicar Acantilado, editados y traducidos admirablemente por Jordi Bayod Brau. Muy pronto el gozo de las manos se añade al de la mirada: sopeso el volumen, paso los dedos por su tapa tan sólida, lo abro y rozo las páginas con las yemas de los dedos, y al hacerlo percibo un olor exquisito de papel y de tinta. Por cualquier página que se abra este libro ilimitado se reconocerá la voz sabia y serena, la inteligencia irónica y voluble, la curiosidad entre erudita y chismosa de aquel hombre feliz que se retiró hace más cuatro siglos a escribir y a leer en la biblioteca circular de su torre. Como Cervantes o Shakespeare si empezamos a leerlo nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida, y a medida que pase el tiempo y sigamos leyendo nos enseñará cosas que ni siquiera habíamos sospechado en las primeras lecturas. Como el señor don Quijote de la letanía de Rubén el señor de Montaigne nos asistirá en nuestra diatriba contra los fanáticos y los propagadores de la ignorancia, contra los sinvergüenzas, contra los estafadores de la jerga psicopedagógica, contra los políticos que sólo pueden eternizarse en su parasitismo gracias a una ciudadanía analfabeta y embotada. En el viaje de vuelta soy yo quien entra en el vagón del metro con la nariz hundida en el libro, quien se queda tan absorto leyendo a Montaigne que cuando levanta los ojos descubre que se ha pasado de estación.”

jueves, 13 de diciembre de 2007

Caminar

NamibiaPalms2003“¿Qué me empuja cada vez más lejos? El sentido común y la prudencia me aconsejaban detenerme. No lo hice, no puedo evitarlo. Un esfuerzo más. Siempre más lejos. No sé contenerme, como si el impulso inicial fuera incontrolable. Me critico mucho por un problema del cual soy la primera víctima. ¿Qué es este deseo furioso de caminar y seguir caminando que me empuja? ¿Vanidad, orgullo, deseo de probar mi resistencia, de batir no se qué record? No tengo una respuesta satisfactoria. Pero mi deambular se ha convertido finalmente en el que me gusta. El cuerpo exulta al cabo de pocos kilómetros. Avanzo sin esfuerzo, liberado del peso, puro espíritu viajero. La belleza salvaje y plana del paisaje me vuelve a la realidad de vez en cuando. Me olvido del cuerpo y de los pies. Solamente mi espíritu planea sobre la planicie. Sueño, sin dejar de andar. La marcha es propicia para el ensueño. A menudo me comunico con los que me han precedido en estos caminos.”
“Se ha podido comprobar, sobre todo con los peregrinos, que cuando se alcanza un promedio de treinta kilómetros diarios el entrenamiento físico neutraliza la percepción del cuerpo.NamibiaPalms2003 La tradición de las peregrinaciones tiene por objeto esencial, en casi todas las religiones, que se eleve el alma mediante el trabajo del ser físico: los pies en la tierra, pero la cabeza cerca de Dios. Es el aspecto intelectual de la marcha, que los torpes no sospechan. Quienes no han vivido esta aventura suelen creer que caminar tanto equivale a sufrir. Es posible que así sea para los que, por masoquismo o religiosidad, se inflingen torturas, caminan descalzos o de rodillas sobre guijarros. Pero dentro del límite de los treinta kilómetros la marcha es goce, una droga suave. El viaje a pie, solitario, saca al hombre de sí mismo, le libera de las limitaciones del cuerpo y del ambiente habitual, que le mantienen en una forma de pensamiento convencional, conveniente y condicionada. Casi siempre los peregrinos se sienten cambiados después de una larga marcha. Han descubierto una parte de sí mismos que sin duda no habrían conocido sin ese prolongado cara a cara.”

La ruta de la seda (Entrelibros, 2003)
Bernard Ollivier (Francia, 1938)

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Vida y destino

En ese tiempo, una de las particularidades más sorprendentes de la naturaleza humana que se reveló fue la sumisión. Hubo episodios en que se formaron enormes colas en las inmediaciones del lugar de la ejecución y eran las propias víctimas las que regulaban el movimiento de las colas. Se dieron casos en que algunas madres previsoras, sabiendo que habría que hacer cola desde la mañana hasta bien entrada la noche en espera de la ejecución, que tendrían un día largo y caluroso por delante, se llevaban botellas de agua y pan para sus hijos. Millones de inocentes, presintiendo un arresto inminente, preparaban con antelación fardos con ropa blanca, toallas, y se despedían de sus más allegados. Millones de seres humanos vivieron en campos gigantescos, no sólo construidos sino también custodiados por ellos mismos. Y no ya decenas de miles, ni siquiera decenas de millones, sino masas ingentes de hombres fueron testigos sumisos de la masacre de inocentes. Pero no sólo fueron testigos sumisos: cuando era preciso votaban a favor de la aniquilación en medio de un barullo de voces aprobador. Había algo insólito en aquella extrema sumisión. Por supuesto, hubo resistencia, hubo valentía y tenacidad por parte de los condenados, alzamientos, incluso sacrificios llegado el caso cuando, para salvar a un hombre desconocido y lejano, otros hombres arriesgaban su propia vida y la de su familia. Pero la sumisión de las masas es un hecho irrebatible.”AlambradaMauthausen“Todo, todo engendraba sumisión, tanto la esperanza como la desesperación. Sin embargo, los hombres, aunque sometidos a la misma suerte, no tienen el mismo carácter. Es necesario reflexionar sobre qué debió de soportar y experimentar un hombre para llegar a considerar la muerte inminente como una alegría. Son muchas las personas que deberían reflexionar, y sobre todo las que tienen tendencia a aleccionar sobre cómo debería de haberse luchado en unas condiciones de las que, por suerte, esos frívolos profesores no tienen ni la menor idea. Una vez establecida la disposición del hombre a someterse ante una violencia ilimitada, cabe extraer la última conclusión, de gran relevancia para entender la humanidad y su futuro.”AlambradaMauthausen “He aquí que las grandes insurrecciones en el gueto de Varsovia, en Treblinka y Sobibor, el gran movimiento partisano que inflamó decenas de países subyugados por Hitler, las insurrecciones postestalinianas en Berlín en 1953 o en Hungría en 1956, los levantamientos que estallaron en los campos de Siberia y Extremo Oriente tras la muerte de Stalin, los disturbios en Polonia, los movimientos estudiantiles de protesta contra la represión del derecho de opinión que se extendió por muchas ciudades, las huelgas en numerosas fábricas, todo ello demostró que el instinto de libertad en el hombre es invencible. Había sido reprimido, pero existía. El hombre condenado a la esclavitud se convierte en esclavo por necesidad, pero no por naturaleza. La aspiración innata del hombre a la libertad es invencible; puede ser aplastada, pero no aniquilada.

Vida y destino (Galaxia Gutemberg, 2007)
Vasili Grossman (Unión Soviética, 1905-1964)

domingo, 9 de diciembre de 2007

Mester d’amor

Si en saps el pler no estalviïs el bes
que el goig d’amar no comporta mesura.
Deixa’t besar, i tu besa després
que és sempre als llavis que l’amor perdura.

No besis, no, com l'esclau i el creient,
mes com vianant a la font regalada.
Deixa't besar -sacrifici fervent-
com més roent més fidel la besada.

¿Què hauries fet si mories abans
sense altre fruit que l'oreig en ta galta?
Deixa't besar, i en el pit, a les mans,
amant o amada -la copa ben alta.

Quan besis, beu, curi el veire el temor:
besa en el coll, la més bella contrada.
Deixa’t besar i si et quedava enyor
besa de nou, que la vida és comptada.

La gesta dels estels

Joan Salvat-Papasseit (Barcelona, 1894 - 1924)

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Bendita gran manzana

PabloYYoenNYCConocer a Pablo, y disfrutar de Nueva York a través de su mirada y de su blog, ha sido una de las mejores cosas que me ha reportado este medio. Ahora Pablo deja la ciudad, y se despide de ella con una brillante y emocionante trilogía que acaba con estas palabras:
  • “Sé que mi historia solamente ha sido una entre tantas. Y sé que, de alguna manera, todas las miradas en el metro, las lágrimas, los temores, los abrazos y los atardeceres, pero sobre todo las palabras, ya son parte del espíritu de esta ciudad. Pero mi tiempo se ha acabado. Ya no volveré a escribir en esta página. Mi vida sigue, pero no aquí. Es hora de dejar atrás mis zapatos y la historia de todo lo que he vivido en esta gran manzana. En esta maldita gran manzana.”

martes, 4 de diciembre de 2007

Imagínate

ImagineImagínate
Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people
Living for today...
Imagina que no existe el cielo
es fácil si lo intentas
sin el infierno debajo nuestro
arriba nuestro, solo el cielo
Imagina a toda la gente
viviendo el hoy...
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...
Imagina que no hay países
no es difícil de hacer
nadie por quien matar o morir
ni tampoco religión
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno
Imagine no possessions
I wonder if you can
No need for greed or hunger
A brotherhood of man
Imagine all the people
Sharing all the world...
Imagina que no hay posesiones
quisiera saber si puedes
sin necesidad de gula o hambre
una hermandad de hombres
imagínate a toda la gente
compartiendo el mundo
You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will live as one
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno
John Lennon (1940-1980)

domingo, 2 de diciembre de 2007

Diciembre

LibrosDiciembreAyer, para empezar un mes que para los que no practicamos ningún rito social es una época de tranquilidad, compré varios libros. Buscaba Vida y destino porque desde que acabé Las benévolas estaba salivando por leerlo. Me llevé también El profesor del deseo porque Philip Roth casi siempre me divierte bastante, y La velocidad de la luz porque me gustó mucho en su momento y quería releerlo. Extrañas notas de laboratorio apareció delante de mí inesperadamente, como me pasó hace poco con Aunque no entendamos nada. Se trata de ediciones hechas en Sudamérica de crónicas y ensayos de Enrique Vila-Matas que llegan a nuestras librerías sin avisar, al menos a mí, y suponen agradables sopresas a las que nunca me puedo ni quiero resistir.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Bienestar

ClaudioMagris“Mi calidad de vida no es sólo el café que tomo, también el mundo que me circunda, los otros que viven en él. Para mi bienestar no basta con que yo no sea agredido, también hace falta que los otros no lo sean. Mi bienestar depende del de los demás. Parte de mi egoismo crea un mundo civil.”

Claudio Magris (Trieste, 1939)

lunes, 26 de noviembre de 2007

Sorprendente Vila-Matas

Enrique Vila-MatasEnrique Vila-Matas ha sido entrevistado en paper de vidre y no resisto la tentación de reproducir fragmentos de algunas de sus respuestas:
  • “Aquí en este país, hasta hace muy poco, si alguien casualmente se enteraba de que, por ejemplo, yo leía a un tal Blanchot, lo consideraban una anomalía más de las mías. En realidad esas anomalías no han consistido más que en ser normal, culturalmente hablando, en un país de anormales. Esas anomalías han consistido siempre en estar interesado por todo y leer cualquier cosa que se ponga a mi alcance, hasta los papeles de periódico que el viento mueve en la calle.”

  • “Ahora parece que sea anómalo que me rodee por Internet y lea blogs. Pero yo creo que, conociéndome, es algo normal que suceda. Que a los solemnes escritores españoles famosos se les caigan los anillos por leer blogs no significa que yo no lo haga, no significa que no pueda bajar a la arena de internet y perder anillos que, a fin de cuentas, recupero pronto. Leo blogs literarios como leo periódicos y libros. No le cierro puertas a ninguna lectura ni información. Y sí, me divierte y me instruye y me interesa ver qué se dice y qué se mueve en ciertos blogs que considero honestos e interesantes, y no conducidos por el tontolaba de turno. Pondré ejemplos de blogs muy diversos pero todos francamente estimulantes:

    • El lamento de Portnoy
    • El dormitorio de Maud
    • el de Pierre Assouline en Francia
    • Apostillas literarias de la mexicana Magda
    • Borra el humo de tu frente
    • La segona perifèria
    • el Moleskine literario de Iván Thays en Perú
    • Paraguas en llamas en el barrio del Clot de Barcelona
    • el de la madrileña Cristina Núñez Pereira
    • Hasta siempre Elena
    • el del Llibreter
    • el de Guillermo Urbizu
    • el de Miguel SanFeliu
    • el de Daniel Link en Argentina (Linkillo.com)
    • No ha lugar en Murcia
    • el de Enrique Ortiz
    • el de Gustavo Faverón en USA
    • el de Fadanelli en México...

    Ahora que ya he compuesto esta lista —que era lo que más pereza me daba hacer—, creo que cualquier día de éstos dedicaré uno de mis dietarios volubles de El País a los blogs literarios.”

  • “¡Ay, ese texto, «La gloria solitaria»...! En realidad, a mí me gustaría poder escribir siempre como lo le hecho en ese ensayo que cierra Exploradores del abismo. En ese escrito es donde más me reconozco. Ahí precisamente queda claro que el público lector puede ser a veces un gran engorro. Como no estoy actualmente para perder el tiempo, creo que cada vez haré más lo que realmente quiero hacer y que por tanto mi literatura se dirigirá hacia ese tipo de escritura en la que me siento más auténtico y más libre. […] Creo que en realidad con tanto hablar en mi última novela del caso de Pasavento y de su desaparición, lo que ha ocurrido es que con el colapso físico quien realmente ha desaparecido soy yo o, mejor dicho, el «yo» que era yo el año pasado. Ahora quizás me haya convertido en alguien que se esfuerza por cambiar su pasado. Necesitamos todos —tanto si escribimos como si no— vivir otras historias. Estamos constituidos por historias.”

  • “No soy solemne y soy autocrítico y si la gente no se inclina a mi paso es porque yo así lo he querido para poder sentirme, entre otras cosas, cómodo. Y es que soy un pendejo. Me he recorrido en otra época todas las barras de todos los bares del mundo y he hecho el ridículo en mil lugares y en otros mil he brillado. Lo he pasado genial y los mediocres han creído encontrar ahí un flanco para hundirme. No saben que mentalmente soy fuerte y puedo destrozarme a mí mismo y salir incólume. Por eso me hace gracia que algún ratón sin obra me considere vulnerable e intente, encima, medrar a mi costa. Estoy más cerca de Montgomery Clift o de Guy Debord que de cualquier monstruo académico de nuestra literatura. Soy barriobajero cuando quiero, detesto todo lo solemne, soy una víbora, soy abyecto, soy una bellísima persona en mis ratos libres. Mi literatura ha ido creciendo en importancia sin que yo haya movido un dedo para ello y en los últimos años el reconocimiento ha ido cayendo por su propio peso.”

  • “Dice Rodrigo Fresán, en su nota sobre Exploradores del abismo, que haga yo lo que haga, siempre me ocurrirán cosas vila-matasianas. Es cierto que ficción y realidad se confunden notablemente en mí, pero yo no he inaugurado esto, pues estamos hablando de una pasión por la vida y la literatura de tipo cervantinos. ¿Que me ocurren cosas vila-matasianas? Lo sabe todo el mundo que me conoce. Basta salir un momento conmigo a la calle, ir a algún sitio y armarse de una relativa paciencia y al poco rato verá usted que ocurre siempre algo que parece salido de uno de mis relatos. Toda la realidad se parece a lo que escribo. En esta situación, Vila-Matas es obviamente uno de mis personajes. Y se da, por cierto, la paradoja de que gracias a escribir de forma tan aparentemente autobiográfica, mi verdadera vida personal se ha preservado por completo, pues no ha estado nunca ni remotamente al alcance del público. Me hace gracia cuando a veces alguien pregunta para qué sirve la literatura. Yo lo tengo precisamente muy claro...”

  • “¿Ha leído los aforismos de Lichtenberg?: «A lo más que puede llegar un mediocre es a descubrir los errores de quienes lo superan.» ¿Le digo otro aforismo? «En Zezu los profesores enseñan sentido común. Los estudiantes viven abatidos.»”

  • “El próximo lunes hemos quedado Quim Monzó y yo para comer. Un mano a mano. Tal vez sorprenda esto, dado que la cultura controlada por la política (véase Frankfurt) ha creado la absurda imagen de que hay un abismo entre los escritores de Barcelona en lengua castellana y los de lengua catalana. Y no es exactamente así. Monzó, al igual que Pàmies, son amigos míos desde hace 30 años y yo conecto mil veces más con lo que escriben ellos que con lo que escribe el cebollo de Trapiello, por ejemplo. He dicho Monzó y Pàmies. Y bien, son dos escritores que considero imprescindibles. Pero también conecto con autores como Carme Riera, como el oulipiano Màrius Serra, como Lluís-Anton Baulenas, Ramon Solsona, Jordi Coca, Francesc Serés (tan distinto de lo que yo hago, pero al que admiro por su inteligente y vigoroso trabajo), como Biel Mesquida (por su constante vanguardismo), como Miquel de Palol (especialmente por El jardí dels set crepuscles), como Lolita Bosch, como Empar Moliner, como Pere Guixà. Y presidiéndolo todo, el profesor Jordi Llovet, uno de los últimos intelectuales sabios que le queda a Cataluña.”

domingo, 25 de noviembre de 2007

Razones para pintar

Hopper_LuzDelSolenelSegundoPiso“If you could say it in words there would be no reason to paint.”
Edward Hopper (Luz del sol en el segundo piso)

jueves, 22 de noviembre de 2007

Fernando, sin tesis

En 2004, con motivo de la publicación de El tiempo de los trenes, Arcadi Espada conversó con Fernando Fernán-Gómez (1921-2007) para El País Semanal:FernadoFernAn-GOmezP. Esta novela es una acumulación de estampas, sin un sentido que las una. Algo así como la vida.
R. Eso mismo.
P. ¿Una conclusión a la que se llega con el envejecimiento?
R. No necesariamente. A esta conclusión puede llegar mucho antes un observador avezado. Pero, desde luego, yo sí tenía la intención de que esta especie de novela fuese concebida sin trama, sin principio, sin final, casi sin relación entre uno y otro episodio. Pensé que así el relato podría tener un gran parecido con la vida. Y como si al construir así la novela hubiese una acusación a la llamada “novela realista”. En cuanto esta novela sí tiene una trama, una construcción ilusoria que delata que el realismo no es tal realismo, puesto que en nuestra vida no hay tal coherencia. El mérito de la novela tradicional es dársela, precisamente. Lo que yo pretendía con este experimento es ver si podía escribirse una novela sin tal coherencia. Y desde luego lo que yo no quería es que hubiese una..., una, sí, esta palabra tan usual de los profesores...
P. Moral.
R. No, tampoco una moral, desde luego. Pero no es la palabra... ¡Tesis! Tesis. Que no tuviera tesis. Que no se pudiera desprender una tesis de la vida real. Creo que cuando en la vida real un hombre inteligente encuentra una tesis es porque se la ha añadido él. También quería que sin necesidad de poner continuará se viera claro que no se ha llegado al final.

[...]

P. También tengo pocas dudas sobre el personaje que dice: “¡Estoy hasta los cojones de comprender!”. Ha comprendido a la CNT, a Azaña, al Caudillo, se ha pasado la vida comprendiendo y está hasta los cojones.
R. Cuando estaba escribiendo esta página la verdad es que me puse muy contento. Esto está bien, pensé, sin temor de autoelogiarme: no sólo es ingenioso sino verdadero. Porque es evidente que yo estoy hasta los cojones de comprender. Es evidente que yo ya he comprendido mucho. Incluso demasiado. Ahora bien: se me ocurrió de repente. Producto estricto de la escritura.

[...]

P. Usted no conoció a su padre. ¿Le causó algún problema el asunto?
R. Sí, durante mi adolescencia. Luego después ya no. Por una razón: por haber vivido yo en este mundo del teatro donde este hecho no es tan insólito. Yo he tenido la desgracia de ser hijo de padre desconocido; pero esto paliado por haberlo sido en una ambiente muy superior moralmente al del resto de la sociedad española. La profesión nuestra ya había llegado adonde ahora están llegando las leyes.
P. De todos modos, ¿cómo le contó su madre la circunstancia?
R. Yo me crié con mi madre y con mi abuela. Siendo chico, con siete u ocho años, ya me había enterado de la circunstancia. Porque mi madre era partidaria de no contármelo, pero mi abuela sí. Y como yo estuve más tiempo con mi abuela que con mi madre... Un día, en una habitación de la pensión donde vivíamos mi madre y mi abuela discutían sobre el hecho. Yo lo oía a través de la puerta. Mi madre reprendía a mi abuela que no hubiese mantenido la versión de que mi padre había muerto en un accidente. Por el contrario mi abuela sostenía que no convenía decirle al chico esas mentiras. Por lo demás había bastante literatura sobre mi tema. Recuerdo que había leído cosas de Dickens y un libro de Alphonse Daudet, Jack, creo que se llamaba. Estos libros estaban en casa de mi abuela y los leía y mi abuela me decía, “Mira lo mismo que a ti te ha pasado, pobrecito.”

[...]

P. Usted tiene más de ochenta años y una actividad casi espeluznante. Le oí cargar un día contra las inyecciones de resignación que se les pone a los hombres ya desde niños. Su actividad parece una forma contundente de no resignarse.
R. A mí siempre me ha parecido normal trabajar. Nunca he tenido, ni tengo, sensación de rebeldía ante el hecho indiscutible de tener que trabajar. Ahora tampoco. Cuando a mí alguien me dice, qué raro Fernando que hagas tantas cosas, el raro me parece en seguida el que lo dice. En cuanto al envejecimiento... En lo único que me atemoriza a mí, el hecho ya evidente, no ya de envejecer, sino de haber envejecido, es en el problema económico.
P. Es una constante de su vida. Hasta lo último. El eventual.
R. Eso mismo. ¡La palabra eventual! Yo debía de tener cuatro o cinco años cuando la oí por primera vez. Era mi abuela la que la decía: “¡No, por dios, eventual no!” Fue cuando me enteré que mi oficio era eso. Y sigue siéndolo. No puedo hacer lo que quiero.

[...]

P. Le he escuchado decir antes que va a escribir un libro sobre los fracasos.
R. Pero no sé si eso va a tener interés. A veces tengo visiones. Un ángel que me dice que eso no interesa a nadie.
P. ¡Todo lo contrario! No hay nada que interese más a la gente que los fracasos de los otros.
R. Puede que tenga razón. Pero los del marketing me dicen que sería más comercial una historia de mis triunfos.
P. Son buena gente, los del marketing.
R. Ja, ja, es verdad que la gente también disfruta con las penalidades ajenas. Yo lo que quería incluir, sobre todo, en ese libro son los hechos que para los demás pueden ser éxitos, pero que uno sabe que en realidad son fracasos. Una vez escribí en algún lugar que el éxito y el fracaso no son hechos sino sensaciones. Pero lo que ocurre con ese libro es que los fracasos son demasiados.

[...]

P. ¿Y en cuanto a la vida sentimental?
R. Esto es aún más complicado. La vida sentimental está demasiado de moda. Es excesivamente vulgar hablar de los fracasos o de los éxitos sentimentales
P. Los hijos. ¿Está satisfecho del oficio de padre?
R. Yo, yo..., no me he portado... Si el padre ha de ser una persona ejemplar y ser muy útil a sus hijos y todo eso, yo no me he portado bien. Yo me separé de mi mujer cuando mis hijos tenían como seis o siete años... He procurado seguir viéndoles pero nunca he representado la figura de un padre ejemplar. Ahora: no creo que esto sea un fracaso. Pero, ay, esto es muy difícil de explicar. Mire: Bernard Shaw en un ensayo dice que los que tienen obligación de educar a los hijos son los maestros y no los padres. Porque los padres no tiene por que haber recibido enseñanza de educadores y porque además los hijos cada dos o tres años son distintos. Son otros. En cambio el maestro tiene siempre a los mismos niños, a la misma edad: son especialistas en los cuatro, en los siete, en los once. Mientras que el padre, en cuanto ha aprendido a lidiar con el niño de siete años, pues el niño ya tiene once.
P. Le tranquilizaría Shaw.
R. No sé, no sé... Que no sé si lo leí antes o después de necesitarlo.

[...]

P. En un artículo que publicó hace unos años en El País iba recorriendo el camino de su vida a través de algunos libros. Los cuentos de Calleja fueron lo primeros.
R. Me los compraba mi abuela. Eran baratos y en algunos casos incluso los regalaban en las tiendas al comprar cosas. Debía de tener cinco o seis años y es mi primer recuerdo vinculado con la lectura.
P. Luego alude a los libros de aventuras. ¿Cuál?
R. Salgari. En uno de los colegios donde estudié tenían todos los libros de Salgari. La soberana del campo de oro, En las fronteras del Far West. No podían dejarse.
P. Más tarde los libros folletinescos.
R. A los catorce años, sí. Una novela folletinesca que me marcó para siempre. Tal vez el autor se enfadaría por que la llame folletinesca. En fin: Los miserables, de Víctor Hugo. Esta novela me produjo un vuelco en el cerebro. Vi en ella que la literatura servía para otras cosas al margen del entretenimiento. He vuelto a leerla otras veces, la última hace un par de años, y no me ha decepcionado nunca. Yo sé que esta obra ha estado muy desprestigiada a causa de lo que tiene de folletín; pero a mí me parece una obra maestra y me ha dado un inmenso placer releerla.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Nece(si)dades

Antes, muy antes, la tecnología no formaba parte de nuestra vida. No teníamos teléfonos móviles, ni ordenadores portátiles, ni ADSLs, ni DVDs, ni pendrives, ni iPods, ni fotos digitales. No existía Internet y, por tanto, tampoco había correo electrónico, ¡ni google!, ni blogs, ni sindicación de contenidos. Pero alguien estaba inventando todo esto para nosotros, y ha tenido tanto éxito que ahora todo ello forma parte de nuestra cotidianidad y parece impensable sobrevivir al margen. Cuesta acordarse de cómo vivíamos antes, o imaginar cómo sería nuestra vida unplugged. Quizás por eso hay días en que dan muchas ganas de desconectarse de todo, y dedicarse sólo a buscar la esencia. O sea, a nada.

martes, 6 de noviembre de 2007

domingo, 4 de noviembre de 2007

Las benévolas

Jonathan Littell (Nueva York, 1967) ha ganado con Les bienveillantes el Premio Goncourt y el Grand Prix de la Académie Française, pero no fue a recogerlos porque opina que la literatura no forma parte de la sociedad del espectáculo, y que lo importante es el texto y no el autor. Para preparar este libro, Littell vivió en los lugares donde sitúa la acción, Ucrania, la región rusa de Stalingrado, el Cáucaso y Polonia, y obtuvo información de más de 200 libros de sus bibliotecas. Dice que tardó pocos meses escribir esta asombrosa historia, en la que trabajó durante un lustro y le rondaba la cabeza desde hacía una década.JonathanLittellMaximilien Aue, el protagonista y narrador de Las benévolas (RBA en castellano) o Les benignes (Quaderns Crema en catalán), es un refinado intelectual alemán convertido en oficial de las SS, lo que permite a Littell repasar las crueldades cometidas por el Tercer Reich desde el punto de vista de los verdugos ya que, según ha dicho en alguna de las escasa entrevistas que ha concedido, quería abordar el tema desde la perspectiva de quienes "eligen convertirse en una porquería" y expresar que "la cultura no nos protege de nada, los nazis son la prueba". El narrador declara al principio del libro que asume sus acciones y que no intenta justificarse: sólo quiere explicar cómo fueron los hechos, y mostrar las situaciones y los acontecimientos que le llevaron a actuar como lo hizo. En cualquier caso, se trata de un libro inquietante y extraordinario -que también habla de nosotros- en cuya lectura llevo absorta varios días, con un atlas de Europa a un lado y un diccionario de alemán en el otro. Estos son dos párrafos del capítulo introductorio de esta deslumbrante novela:
  • “Con frecuencia han comentado los filósofos políticos que, en tiempos de guerra, el ciudadano, el ciudadano varón al menos, pierde uno de sus derechos más elementales, el de vivir, y eso desde los tiempos de la Revolución Francesa y la invención del reclutamiento, que es ahora un principio universalmente admitido o casi. Pero pocas veces han dejado constancia de que ese ciudadano pierde al mismo tiempo otro derecho, no menos elemental y más vital quizá incluso para él en lo tocante a la idea que se hace de sí mismo en tanto en cuanto hombre civilizado: el derecho a no matar. Nadie nos pide opinión. El hombre que está a pie firme junto a la fosa común no ha pedido, en la mayor parte de los casos, estar en ese sitio, de la misma forma que tampoco lo ha pedido el que se halla tendido, muerto o moribundo, dentro de esa misma fosa.”
  • “Para lo que hice, siempre hubo razones, buenas o malas, no lo sé; en cualquier caso, razones humanas. Los que matan son hombres, como también lo son los muertos; eso es lo terrible. Nunca podemos decir: no mataré nunca, es imposible; como mucho, podemos decir: espero no matar. Yo también lo esperaba; yo también quería vivir una vida buena y provechosa; ser un hombre entre los hombres, igual a los demás; yo también quería poner mi piedra en la obra común. Pero no se cumplió RBAlasBenEvolas esa esperanza, y utilizaron mi sinceridad para realizar una obra que resultó ser mala y malsana, y crucé las sombrías orillas, y toda esa maldad se me metió en la vida y no existe reparación posible, y nunca la habrá. Tampoco las palabras sirven para nada, desaparecen como el agua en la arena, y esa arena me llena la boca. Vivo, hago lo que es factible, eso es lo que hace todo el mundo, soy un hombre como los demás, soy un hombre como vosotros. ¡Venga, si os digo que soy como vosotros!”

viernes, 2 de noviembre de 2007

Javier Gómez Bermúdez

"Así por esta nuestra sentencia, la pronunciamos, mandamos y firmamos." Javier Gómez Bermúdez, Alfonso Guevara y Fernando García Nicolás, 31 de octubre de 2007.

JuezGómezBermúdez
Arcadi Espada dice hoy: “Escribir feliz supone un problema. Ya lo dijo Hemingway: cuando uno es feliz debe dedicarse a serlo. Pero hablaba de la vida íntima. Si las razones de la felicidad pueden presentarse en público, la escritura es una forma de celebración. Que el Estado le haga a uno feliz en España es una rareza que roza la perversión. Siempre que en España ha despuntado la mera posibilidad del Estado rápidamente se le ha sometido a la estrangulación. La última, por cierto, ha sido obra del presidente Zapatero y de una legislatura cuya enjundia y propósito define aquella afirmación presidencial de que las palabras han de estar al servicio de la política y no viceversa. El atropello y la subasta del sentido han afectado a zonas muy delicadas del Estado de Derecho, y valga como imagen sintética la actual situación del Tribunal Constitucional. Por fortuna la sentencia de la matanza de Madrid devuelve a los españoles una confianza sometida a la tumefacción histórica. No es la menor la confianza sintáctica: ahí tienen los educandos un texto para aprender a escribir la verdad en español. La sentencia es también una muestra de coraje fáctico frente a la opinión. Se niega que exista un solo indicio que vincule a los terroristas etarras con la matanza y tampoco da noticia de que la invasión de Irak fuera un elemento desencadenante de la voluntad de los asesinos.”

domingo, 28 de octubre de 2007

Barcelona, paseo (muy) matinal

Sant Felip Neri, BarcelonaEsta mañana, aprovechando el cambio de hora otoñal, daba gusto pasear en bicicleta por un Barrio Gótico vacío: sólo muy temprano puedes disfrutar con tranquilidad de sus rincones. Más tarde es imposible, pues miles de ciudadanos de todo el mundo invaden esta ciudad, tan preparada para el turismo y con tantos inconvenientes para sus habitantes. Pongamos que hablo de Barcelona.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Como lágrimas en la lluvia


“ yo he visto cosas que vosotros no creeríais   atacar naves en llamas más allá de Orión   he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tanhauser   todos esos   momentos   se perderán en el tiempo   como lágrimas   en la lluvia   es hora de morir   /   no sé por qué me salvó la vida   quizá en esos últimos momentos amaba la vida más de lo que la había amado nunca   no sólo su vida   la vida de todos   mi vida   todo lo que él quería eran las mismas respuestas que todos buscamos   de dónde vengo   a dónde voy   cuánto tiempo me queda   todo lo que yo podía hacer era sentarme allí y verle morir ”

[Rutger Hauer, Harrison Ford -y sus dobladores- en la película de Ridley Scott Blade Runner (1982) basada en la novela de Philip K. Dick Do Androids Dream of Electric Sheep? (1968)]

domingo, 21 de octubre de 2007

Tormentos

EmileCioran
“La soledad es insoportable, a solas conmigo mismo, a solas con mis pensamientos. No sé como distraerlos, como atontarlos para que no me atormenten. Surge entonces la rabia ante la impotencia, y la agresividad es un pequeño paso que doy en ese estado. Sentirse solo y estar solo no es lo mismo, pero en mi caso, sí, me siento solo aún cuando no estoy solo, pero lo siento mucho más cuando esa soledad es también física. ¿Soy demasiado consciente de la realidad, y los demás viven en un sueño de idiotas del que no quieren despertar (cosa que no les reprocho), o soy yo el estúpido que cree ver demasiado, sin ver nada? Sea cual sea la respuesta, puedo decir que nunca he pedido estar aquí y aún estando aquí, sólo pienso en cómo salir, sin hacer ruido, sin que se note mi ausencia, como si nunca hubiera estado. Y de esa manera, sentir la ilusión de no haber existido nunca.”

Émile M. Cioran, pensador apátrida (Rumania, 1911 – París, 1995)

miércoles, 17 de octubre de 2007

Vértigo

AntonioLoboAntunes
"La libertad daba miedo. De repente podías hacer lo que querías. La ausencia de referencias daba miedo. La gente quería referencias, quería autoridad. Quizás lo propio del hombre no sea vivir libre en libertad, sino vivir libre en una prisión."

António Lobo Antunes (Lisboa, 1942)

domingo, 14 de octubre de 2007

Lejos de África

”Aunque yo sé una canción de África -pensaba-, de la jirafa y de la luna nueva africana tendida de espaldas, de los arados en los campos y de los rostros sudorosos de los recolectores de café, ¿Sabrá África una canción sobre mi? ¿Vibrará el aire en la llanura con un color que yo he llevado, o los niños inventarán un juego en el cual esté mi nombre, la luna llena proyectará una sombra sobre la grava del camino que será como yo, o me buscarán las águilas de Ngong?”

Karen Blixen (1885-1962)

jueves, 11 de octubre de 2007

Sucede que me canso

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

[...]

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

Walking Around
Residencia en la tierra
Pablo Neruda (Chile, 1904–1973)

lunes, 8 de octubre de 2007

El placer de editar

Hopper_Gente_al_sol [JS se hizo editor porque le gustaba leer]

En 2005, el Instituto Cervantes de Nueva York organizó una exposición sobre el libro español. En el catálogo de la Editorial Atalanta, Jacobo Siruela escribió: “Lo único estimulante hoy es tener la suficiente libertad como para hacer todo lo contrario de lo que marcan los hábitos y pautas editoriales del último cuarto del siglo pasado. Es decir:
  • Hacer pocos libros en lugar de muchos. Se trata de elegir, no de abarcar.
  • Dedicar todo el tiempo que requiera cada uno de los libros en su realización, en lugar del menos posible ‘porque es más rentable’.
  • No seguir las pautas del mercado, sino intentar adecuar al mercado tus propias propuestas.
  • No buscar nada nuevo ni ‘original’ en el diseño, sino algo auténtico y perdurable. Lo nuevo es lo que antes envejece.
  • Tratar de buscar belleza –es decir, armonía de formas y colores– frente al relativismo (un poco gregario) de las estéticas instantáneas.
  • ¡Guerra al plástico! Es un material anticuado y desagradable. Las encuadernaciones plastificadas son una rémora del siglo pasado. El plástico representa el triunfo de lo funcional frente a lo sensual. Y la sensualidad es el mejor acompañante de lo intelectual.
  • Revindicar la encuadernación en papel, un material más acorde con el sentido del tacto. Estudiar a fondo todos los problemas que esto puede producir para la durabilidad del libro.
  • Estudiar que el libro pueda abrirse perfectamente en las manos. (Lo contrario es una descortesía elemental con el lector).
  • Cuidar al máximo las tipografías, interlineados, espacios blancos para los dedos, tamaño de la letra, etcétera. Son los fundamentos para un buen uso del diseño.”

viernes, 5 de octubre de 2007

Depresión

elRoto_20071002"El pueblo vasco, como el español o el belga, por poner tres ejemplos, existen porque la vida es absurda. Si nuestro paso por la Tierra tuviera algún fin un poco consistente, ¿a quién se le iba a pasar por la cabeza dedicarse a ser un patriota gallego o catalán o sueco (en el caso de que exista esta última variedad, lo que me parecería inconcebible)? Lo difícil, en todo caso, es aguantar la vida a palo seco, sin la protección de una bandera y su correspondiente himno. De ahí que el mundo esté lleno de nacionalidades, algunas lo suficientemente excéntricas como para llenar el vacío de varias generaciones. De alguien que expirara gritando "¡Vivan los Vosgos!", se podría afirmar sin género de dudas que había gozado de una existencia plena. Además, le pondrían una calle.
    Pero el nacionalismo no siempre basta para aliviar el vértigo de no saber quién eres, adónde vas o de dónde vienes. Hay patriotas franceses, alemanes o turcos profundamente insatisfechos de sí mismos. Por eso conviene redondear la identidad nacional con una religión. Ser, por ejemplo, profundamente inglés al tiempo que radicalmente protestante constituye un seguro de vida. No se sabe de ningún español católico, por poner otro caso, que haya sufrido una depresión profunda. Quizá una úlcera sí, pero la úlcera tiene mejor pronóstico que la depresión. Conocemos un sustituto de la religión y la patria, el bricolaje, que no hace daño a nadie y con el que lo único que se matan son las horas. Pero está poco implantado todavía.
    El Gobierno, la oposición y los partidos periféricos compiten en los últimos días por ver a quién le gusta más España y su bandera, lo que parece que da votos (y sentido). Me gusta mucho España, repetía Zapatero no hace mucho en una emisora de radio. No habríamos reparado en ello de no ser porque lo afirmaba con tal pasión que daban ganas de decirle que Finlandia tampoco estaba mal. Y no está mal, pero si lo dices en una entrevista te corren a gorrazos. Es como si un arzobispo castrense de Zaragoza dijera que preferiría ser búlgaro y sintoísta, o egipcio y yoruba lo que, a poco que se considere, son combinaciones tan viables o inviables como cualquiera otra. Lo que hace falta es que todo esto sea para bien."

JUAN JOSÉ MILLÁS
El País, 5/10/2007

jueves, 4 de octubre de 2007

Un amigo de juventud

AlbertCamusByCArtierBresson
  • "Esta noche comprendo que uno pueda querer morir porque, respecto a cierta transparencia de la vida, ya nada tiene importancia. Un hombre sufre y padece desdicha tras desdicha. Las soporta, se instala en su destino. Se lo estima. Y luego, una noche, nada: encuentra a un amigo al que ha querido mucho. Este le habla distraídamente. Al volver a casa, el hombre se mata. La gente habla enseguida de disgustos íntimos y de dramas secretos. No. Si es absolutamente necesario buscar una causa, ese hombre se mató porque un amigo le habló distraídamente."
  • "De pronto se descubre que mañana será parecido, y pasado mañana, y todos los demás días. Y este descubrimiento irremediablemente nos aplasta. Son ideas como estas las que nos hacen morir. Por no poder soportarlas, la gente se mata. O, si uno es joven, hace frases con ellas."
  • "Joven pedía a los seres más de lo que podían darme: una amistad continua, una emoción permanente. Sé pedirles ahora menos de lo que pueden darme: una compañía sin frases. Y sus emociones, su amistad, sus gestos nobles conservan a mis ojos su entero valor de milagro, un entero valor de gracia."
  • "Dulzura del mundo sobre la bahía, al atardecer. Hay días en que el mundo miente, hay días en que dice la verdad. Esta tarde dice la verdad, y con que insistencia y triste belleza."
ALBERT CAMUS (1913-1960)
[Párrafos manuscritos en un cuaderno personal de 1970]

martes, 2 de octubre de 2007

Los dominios del lobo

"(...) Ferran Lobo, que con tanta entereza ha permanecido “ateo en el lecho de muerte”, evocaba en ocasiones al gran Peguy, con un rescoldo de nostalgia por una época en que la crueldad se traducía al menos en la erección de catedrales. Para los que le veíamos sellado por la enfermedad, constituía una fuente de moral el comprobar que estas huellas del tiempo en su cuerpo no se empapaban de las mucho más insoportables que, también en los cuerpos, deja la mentira."Un ser de palabra, Víctor Gómez Pin, El País, 2/10/2007.

lunes, 1 de octubre de 2007

Un vacío devorador

AndreDorineGorzLove
AndreDorineGorzDance «Tu vas avoir quatre-vingt-deux ans. Tu as rapetissé de six centimètres, tu ne pèses que quarante- cinq kilos et tu es toujours belle, gracieuse et désirable. Cela fait cinquante-huit ans que nous vivons ensemble et je t'aime plus que jamais. Je porte de nouveau au creux de ma poitrine un vide dévorant que seule comble la chaleur de ton corps contre le mien.»

Así empieza el libro "Lettre à D. Histoire d'un amour" de André Gorz (Viena, 1923 - París, 2007). Este influyente filósofo de la izquierda francesa se suicidó hace unos días junto a su esposa, Dorine, aquejada por una enfermedad que la consumía lentamente. Sus cuerpos sonrientes fueron encontrados en sus cama, cogidos de la mano, por amigos que acudieron a su casa de Vosnon.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Instinto literario

AliceByJohnTenniel
"A veces, los poetas tienen la capacidad de resumir en un verso teorías científicas o filosóficas a las que los estudiosos en la materia han dedicado centenares de libros. Lewis Carroll expuso en sus alicias un modelo del Universo que astrofísicos de la talla de Hawking llevan años y volúmenes tratando de representar en ecuaciones. A los ignorantes nos encanta que la intuición gane la batalla al conocimiento racional, porque, una vez aceptadas nuestras limitaciones intelectuales, sólo nos queda confiar en nuestro instinto literario. ¿Quién se atrevería a negarnos la posibilidad de que en un sueño se nos revele la teoría de la unificación?"

JUAN JOSÉ MILLÁS
El País, 28/09/2007

jueves, 27 de septiembre de 2007

Si una tarda plou la tristesa

La xardor, l'esgotament,
els rellotges de les viles,
el rector, l'ajuntament,
els orats i rics notoris,
els coets, la fira, el sant,
els confetti, marxa i banda,
els confits, els cacauets,
i pertot l'Imperi, l'Himne.

Si una tarda
plou la tristesa i lluen sota el baf
les carrosseries dels cotxes, tot creuant
els semàfors, el fang i el fàstic
de la ciutat humida;
si una tarda
un surt cansat de fer feina i plou,
i plou la tristesa i plou tant que els cecs
s'arrufen sota els portals dins la seva ceguesa,
com pot un aguantar els ulls de les nines
boges, els ulls de les nines lletges!
La letargia, la tarda, la pluja, la pena,
l'esfondrament general,
el neguen tant a un, que un s'aferra,
a on sigui, a una cançoneta grisa i d'amor,
brufada d'esperit.

Amics, anit,
perdoneu aquesta petita excitació.
Us he de dir... que he decidit seguir vivint,
vestir-me com vosaltres, correctament,
amb corbata; i, com cal, traçar-me
uns plans dignes, per tota la vida, plens de sentit.
Amics, anit,
ara que encara els meus ulls poden veure
coses belles -gessamins, donzelles, libèl·lules-
i tantes d'altres coses -escenes casolanes,
familiars, escenes de violència-,
anit, doncs...

Si arrib a ser vell,
em deixaré créixer la barba tot el que vulgui.
Una malaltia, potser, mortal, persistent
serà la meva amiga.
Un bell càncer, dic jo, dins la boca
potser m'haurà crescut talment una gardènia,
per haver parlat massa.
Ah! Aleshores, potser, també passi el rosari
i tingui unes lamentables ganes de parlar de gladiols...,
de donar definitius consells carregats d'experiència.
El més probable és que camini acalat sota el pes
de records, de records d'amics meus ajusticiats,
suïcidats o desapareguts fronteres enllà,
qui sap on,
si arrib a ser vell...

Miquel Bauçà, UNA BELLA HISTÒRIA

sábado, 22 de septiembre de 2007

No entender nada

VientoLigeroPalmaAyer supe (tangencial e incomprensiblemente) que Enrique Vila-Matas ha estado aquí. Después de una primera reacción de tierra, trágame, y de sentir la necesidad de refugiarme en alguno de sus libros, di con estas alentadoras palabras de “El viento ligero en Parma” que hace un par de años rodeé con una línea de lápiz:

  • “En mi caso, no entender nada no es un problema. No sólo paso a limpio mentalmente las crónicas o libros que no entiendo sino que, además, la incomprensión la he convertido en mi poética literaria. Cargo de sentido la sensación de absurdo que da la vida y, de paso, considero que lo esencial de la realidad se encuentra en los libros. Aunque no he entendido nunca nada de este mundo (y en cambio, no sé por qué, entiendo perfectamente lo que estoy ahora escribiendo), aunque no he entendido nunca por qué vivo ni tampoco por qué un día estaré muerto, aunque no he entendido nunca nada, yo he seguido siempre adelante buscando y encontrando siempre en la literatura, y paradójicamente en el absurdo mismo, el sentido del mundo.
    La verdad es que no entender nada me ha resultado siempre, como lector, extraordinariamente creativo, estimulante, alegre, y más bien alejado de todo drama. Esto no debe parecernos extraño. Después de todo, un clásico, por ejemplo, es simplemente un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir. Entenderlo todo puede ser el fin de la aventura, mientras que no entender nada es la puerta que se abre.”

martes, 18 de septiembre de 2007

El árbol que inventó el bosque

Wattieza
Hace unos meses vi esta imagen en el periódico y su aspecto me atrajo de inmediato, antes incluso de saber a qué correspondía. Resultó ser un árbol (y a mí me encantan los árboles) y se llamaba Wattieza. La noticia que lo acompañaba decía que "Los científicos del Museo del Estado de Nueva York han logrado reconstruir el árbol fósil más antiguo del mundo: Wattieza, un verdadero monstruo vegetal con hojas de helecho y tronco de palmera, que levantaba ocho metros del suelo y formó los primeros bosques de la historia del planeta". Todo un pionero.

viernes, 14 de septiembre de 2007

No estoy aquí para escribir, sino para enloquecer

¿Casualidad? La semana pasada, el mismo día que leí el formidable diálogo “Subject: Luca y yo hemos hablado“, tropecé con Jakob Von Gunten en la librería Ancora y Delfín. Hacía tiempo, desde que el Doctor Pasavento se me disparó en todas direcciones, que le tenía muchas ganas a Robert Walser y, ahora, mientras disfrutaba leyéndolo, pensaba que me encontraba en algún lugar equidistante entre Vila-Matas y Kafka. El libro empieza así:
  • “Aquí se aprende muy poco, falta personal docente y nosotros, los muchachos del Instituto Benjamenta, jamás llegaremos a nada, es decir que el día de mañana seremos todos gente muy modesta y subordinada. La enseñanza que nos imparten consiste básicamente en inculcarnos paciencia y obediencia, dos cualidades que prometen escaso o ningún éxito. Éxitos interiores, eso sí. Pero ¿qué ventaja se obtiene de ellos? ¿A quién dan de comer las conquistas interiores? A mí me encantaría ser rico, pasear en berlina y malgastar dinero. Una vez comenté esto con mi condiscípulo Kraus, pero él se limitó a encogerse de hombros despectivamente, sin concederme una sola palabra. Kraus tiene principios, va bien sujeto a su silla, montado sobre la satisfacción, y es éste un rocín al que los amantes del galope prefieren no subirse. Desde que estoy aquí, en el Instituto Benjamenta, he conseguido volverme un enigma para mí mismo. También yo me he visto contagiado por un extraño sentimiento de satisfacción, desconocido hasta ahora. Soy bastante obediente; no tanto como Kraus, que es un maestro en ejecutar celosamente y al instante cualquier tipo de órdenes. Hay un punto en el que nosotros, los alumnos (Kraus, Schacht, Schilinski, Fuchs, Peter el Larguirucho, yo, etc.), nos parecemos todos: el de nuestra pobreza y dependencia absoluta. Somos humildes, humildes hasta la indignidad total. Quien recibe un marco de propina pasa por ser un príncipe privilegiado. Quien, como yo, fuma cigarrillos, despierta preocupación por sus hábitos de despilfarro. Vamos uniformados. Pues bien, este hecho de llevar uniforme nos humilla y nos encumbra al mismo tiempo: tenemos aspecto de gente no libre, lo que posiblemente sea una ignominia, pero también nos vemos muy guapos, y eso nos ahorra la profunda vergüenza de quienes se pasean en ropas personalísimas y, sin embargo, sucias y ajadas. A mí, por ejemplo, vestir el uniforme me resulta bastante agradable, pues nunca he sabido muy bien qué ropa ponerme. Pero incluso a este respecto sigo siendo, por ahora, un enigma para mí mismo. Acaso en mi interior resida un ser vulgar, totalmente vulgar. O tal vez por mis venas corra sangre azul. No lo sé. Pero de algo estoy seguro: el día de mañana seré un encantador cero a la izquierda, redondo como una bola. De viejo me veré obligado a servir a jóvenes palurdos jactanciosos y maleducados, o bien pediré limosna, o sucumbiré.”

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Falacia esquizofrénica

Leo hoy en la edición catalana de El País:
  • El actor Joel Joan se convirtió ayer en protagonista del homenaje al ex senador Lluís Maria Xirinacs -fallecido el pasado agosto-, celebrado en el emblemático Fossar de les Moreres, en Barcelona. (...) Joel Joan, acompañado del miembro de la Mesa Nacional de Batasuna Mikel Etxaburu, hizo suyas las palabras que en 2001 pronunció Xirinacs en este mismo lugar y que le valieron dos años de prisión por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Aquel año, el ex senador y ex sacerdote se declaró "amigo de ETA y de Batasuna". Ayer, Joel Joan afirmó: "En el año 2001, aquí mismo, Xirinacs habló de sus amigos. Hoy no hablaré de sus amigos, de mis amigos. Hablaré de mis enemigos".
  • ¿Quiénes son los enemigos de Joan? Pues a tenor de sus declaraciones, el artículo octavo de la Constitución española, que reza: "Las Fuerzas Armadas (...) tienen como misión garantizar la soberanía y la independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional". A juicio del actor independentista, se trata de un "artículo terrorista que permite el uso de las armas contra los pueblos que democráticamente defienden su derecho a existir".
  • En el acto, organizado por la Comisión Independentista Fossar de les Moreres, Joel Joan dijo tener a Xirinacs como un ejemplo. "No sólo no soy español, no quiero ser español. Nunca. Xirinacs, eres una lección, eres el camino que tenemos que seguir. Yo aún soy un esclavo de España, pero pronto no lo seré. Te lo prometo", afirmó ante el clamor del público que, en algunos momentos, aplaudió sus declaraciones con gritos a favor de Terra Lliure. Incluso se guardó un minuto de silencio en memoria de los "patriotas" de esta extinta organización terrorista.
  • Joel Joan no ahorró embestidas contra España. "España es la aberración más grande de la Europa central, oriental y del este. Es una falacia esquizofrénica. (...) En España a la hipocresía la llaman democracia y si no dices lo que ellos quieren, te encierran, te amenazan o cierran los diarios que no les gustan", en referencia a Egunkaria.
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