A veces decimos que estamos bien cuando no nos notamos el cuerpo, es decir, cuando no te das cuenta de que tienes muelas ni estómago ni piernas porque, simplemente, no te duelen. Bueno, pues hace un rato, al acabar de leer L’animal moribund de Philip Roth y empezar ávidamente a leer otro libro, de pronto me he dado cuenta de que estaba leyendo y de que me costaba avanzar. Es horrible descubrir que en las manos sostienes un objeto del cual has de ir moviendo unas finas láminas, y que en cada una de ellas has de pasear tus ojos por un sinfín de signos al mismo tiempo que tu cerebro los descifra y les da un sentido.
Entonces he pensado que lo que me gusta del acto de leer es no notar que estoy leyendo. Es sentir el placer de entrar en una historia y bebértela en la menor cantidad posible de tragos. Y eso es lo que me ha pasado siempre con los libros de Philip Roth, como L'animal moribund, Patrimonio o Elegía: leer sin saber que estás leyendo, sin notar el libro, sin notarme el cuerpo, sin notarme a mi misma. Y, cuando acabas, necesitar más, como también y tan bien describió Mctildes.
Entonces he pensado que lo que me gusta del acto de leer es no notar que estoy leyendo. Es sentir el placer de entrar en una historia y bebértela en la menor cantidad posible de tragos. Y eso es lo que me ha pasado siempre con los libros de Philip Roth, como L'animal moribund, Patrimonio o Elegía: leer sin saber que estás leyendo, sin notar el libro, sin notarme el cuerpo, sin notarme a mi misma. Y, cuando acabas, necesitar más, como también y tan bien describió Mctildes.
5 comentarios:
I love Philip Roth & Jim Thompson a lot, by the way.
no podria estar mas de acuerdo respecto a lo de no notar que lees, o que estás.
No, no estás tú, porque, como dice Mctil, estás viviendo la vida de otro/s.
Yo mandé un comentario el lunes, pero por lo que veo no aprobé el examen de caligrafía (¡¡¡una maestra!!!), porque no ha salido.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, como Iker, por cierto ¡cuánto tiempo sin saber nada de él!
Esto se estaba convirtiendo en un diálogo de las "hermanas sisters". Pero yo sé que mucha gente lee este blog, aunque nadie diga nada. O a lo mejor es que tampoco aprueban el examen de caligrafía...
Por lo visto, lo que llamas examen de caligrafía es un mal menor para evitar comentarios masivos que puedan colapsar este invento. Pero me molesta bastante pensar que pueda originar que se pierdan intervenciones bien-intencionadas.
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