“Siempre me he quedado cortado cuando me preguntan la edad: por extraño que parezca, tengo la absoluta certidumbre de que he nacido hoy y lo que veo en las fotografías o en los espejos me intriga: una cara que no se asemeja a la mía, un cuerpo que no es el mío, una sonrisa o una expresión seria que me sorprenden. Lo mismo me pasa con el nombre: vacilo antes de responder: ¿seré yo? ¿No seré yo? António, qué vocativo extraño referido a mí.”
8 comentarios:
Muy interesante, invita a la relfexión. Saludos.
No puedo decir otra cosa más que QUÉ GUAPA!
Hola Ignatiusmismo:
Es lo que tienen los artículos de António: ideas bastante atractivas. Pero he de confesar que no he podido acabar ningún libro suyo ;-(
Vaya, vaya, vaya, ¡María Luisa en persona, again! Sabes, ayer era un día especial: no sólo empezaba Tauro sino que NO celebrábamos que Doter y Mum nacieron [la una de la otra, pero no se sabe muy bien en qué orden].
¡Qué tiempos! Pero siempre es bueno recordar y ver fotos antiguas (sin llorar).
A mí me pasa igual con Antonio Lobo Antunes, me encantan sus artículos en el periódico, pero empecé un libro suyo y no pude con él.
Waiting for you at the Altiplano.
Efectivy wonder: see all of you very soon. Concretamente, el sábado por la mañana.
"¿Qué hay en un nombre? Es lo que de niños nos preguntamos cuando nos dicen que ese nombre es el nuestro"
James Joyce, Ulises.
Los nombres son extraños, pero siempre acabamos asociándolos a lo que representan. A veces las palabras son muy raras (camiseta, grifo, crepúsculo) en nuestra lengua, pero lo son muchísimo más cuando aprendemos un idioma nuevo y hemos de establecer las relaciones entre sus extraños sonidos y los objetos que designan.
(-; ¿Eres una sociedad anónima? ;-)
Publicar un comentario