John Cheever
lunes, 28 de septiembre de 2009
Riñón
John Cheever
martes, 22 de septiembre de 2009
Deseo
Franz Kafka
lunes, 21 de septiembre de 2009
Andanzas de Tusquets Editores
que han propiciado tantos momentos de felicidad llamados
: Murakami : Irving : Cercas : Duras : Kundera : Updike :
: Marsillach : Pérez Andujar : Joyce : etc., etc., etc. :
sábado, 19 de septiembre de 2009
Casi Chet
Extraordinario Let's get lost, del fotógrafo Bruce Weber
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Pasión
J.M. Coetzee, Hombre lento“En resumen, no es un hombre apasionado. No está seguro de que le haya gustado nunca la pasión ni de haberla aprobado. La pasión: un territorio extranjero; una aflicción cómica pero inevitable como las paperas, que uno espera pasar mientras todavía es joven en una de sus variedades más leves y menos destructivas, para no cogerla más tarde y de forma más grave. Perros presa de la pasión apareándose, con muecas desdichadas en la cara y las lenguas colgando.” (p. 49)
“Recuerde Paul, la pasión es lo que mueve el mundo. No es usted analfabeto, debería saberlo. Si no existiera la pasión, el mundo seguiría siendo vacío y carente de forma. Piense en Don Quijote. Don Quijote no trata de un hombre sentado en una mecedora que se queja de lo aburrida que es La Mancha. Trata de un hombre que se coloca un bacín en la cabeza y se sube a lomos de su viejo y fiel rocín y parte para emprender grandes hazañas. Emma Roualt, Emma Bovary, sale y se compra ropa cara aunque no tiene ni idea de cómo va a pagarla. «Solamente se vive una vez», dice Alonso, dice Emma, «así que démonos una oportunidad». Dese una oportunidad, Paul. Vea qué se le ocurre.” (p. 224)
Traducción de Javier Calvo
Mondadori, 2005
lunes, 14 de septiembre de 2009
Apadrinar
: abbandando : al neri : apollonia : arzobispo gilday : bagheria : bonasera : brooklyn : bruno tattaglia : cannoli : caporegime : cardenal lamberto : carlo rizzi : cent'anni : comendatore : connie : consigliere : corleone : cosa nostra : cugina : don altobello : don barzini : don ciccio : don fanucci : don lucchessi : don tomassino : frank neri : frankie pentangeli : frederick keinszig : fredo corleone : genco olive oil company : hyman roth : immobiliare : jack woltz : joey zasa : johnny fontane : johnny ola : kay : lago tahoe : las vegas : little italy : luca brasi : maranzalla : mcCluskey : meucci : michael corleone : moe greene : mosca de montelepre : omertá : palermo : patrone : paulie : peter clemenza : pezzi da noranta : salvatore tessio : santino : sicilia : sonny : tom hagen : vincent manzini : virgil sollozzo : vito andolini corleone :
domingo, 13 de septiembre de 2009
martes, 8 de septiembre de 2009
viernes, 4 de septiembre de 2009
Relatar
“Yo soy uno y muchos y tampoco sé quien soy. Sólo sé que ayer volví a caminar, repetí el paseo del jueves. Oscuridad y polvo más allá de las colinas devastadas. Vi desde la carretera mi propio cuarto con la luz encendida. Desvaída luz de la ventana junto a la que había estado hasta entonces escribiendo pasajes de mi vida. Di, pues, un paseo después de escribir. Después de escribir que no voy a escribir nunca más. Adiós a la palabra escrita, que sólo sirve para que todavía nos ocultemos más. Eso me dije nada más llegar a esta tierra excepcional, el país de la reina de Saba. Vivo a cuatro leguas de la ciudad de Sanaa y a ella voy todas las noches a narrar historias a un público siempre respetuoso y fiel. Mi audiencia es singular. Es gente que, provista de la jambia, que es la daga que simboliza su espíritu guerrero, forma semicírculos en torno a mí y presenta la clásica batalla de los que escuchan. Yo les entretengo con sostenida invención. Dispongo de un amplio abanico de voces y altero cuando quiero los registros tonales, de bajo a tenor. Cuento a orillas del cauce seco del Shaile. Cuento. Allí, junto al río que enamoró a Salomón, refuerzo mis palabras extranjeras con artimañas de mi antiguo oficio de ventrílocuo. Y siempre sucede que, al terminar un cuento, ellos me piden otro porque quieren que siga hablando como la lluvia, es decir, haciendo rimas que desconocen. Y emprendo entonces otro relato y, a la luz de mi candil, ellos quedan de nuevo atrapados y aislados del mundo. Y sueñan viajes y pierden países y celebran conmigo que aquí en Sanaa renazca, todas las noches, la pasión de contar de viva voz las historias. Como antaño. Ficciones que brincan y se expanden más allá de mí y de ellos, más allá de la oscuridad y de las colinas devastadas de Sanaa, más allá incluso de la Arabia feliz y de lo que fue mi vida, por la que yo esta noche, sin razón aparente, lloro como se debería llorar al final de todos los libros, de todas las historias que vamos a abandonar.”
Enrique Vila-Matas
Una casa para siempre
Anagrama, 2002
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Amaestrar
“Es un animal con una gran cola, de muchos metros de largo, parecida a la del zorro. A veces me gustaría tener su cola en la mano, pero es imposible; el animal está siempre en movimiento, la cola siempre de un lado para otro. El animal tiene algo de canguro, pero la cabeza chica y oval no es característica y tiene algo de humana; sólo los dientes tienen fuerza expresiva, ya los oculte o los muestre. Suelo tener la impresión de que el animal quiere amaestrarme; si no, qué propósito puede tener retirarme la cola cuando quiero agarrarla, y luego esperar tranquilamente que ésta vuelva a atraerme, y luego volver a saltar.”
Franz Kafka
martes, 1 de septiembre de 2009
Escribir
“La vida misma no creo que haga escribir a nadie. El momento en que uno decide ser escritor es un instante de locura total y de voluntad, entendida en el sentido nietzscheano de la palabra, que es un sentido bastante delirante. Escribir no es normal, lo normal es leer y lo placentero es leer, incluso lo elegante es leer. Escribir es un ejercicio de masoquismo; leer a veces puede ser un ejercicio de sadismo, pero generalmente es una ocupación interesantísima. Yo decidí ponerme a escribir a los 16 años, en México, y además en un instante de ruptura total, con la familia, con todo, como se hacen estas cosas.”
“No creo demasiado en la escritura. Empezando por la mía. Ser escritor es agradable. No, agradable no es la palabra. Es una actividad que no carece de momentos muy divertidos, pero conozco otras actividades aun más divertidas. Ser atracador de bancos, por ejemplo. O director de cine. O gigoló. O ser niño otra vez y jugar en un equipo de fútbol más o menos apocalíptico. Desafortunadamente, el niño crece, al atracador lo matan, el director se queda sin dinero y el gigoló enferma, y entonces ya no te queda más alternativa que escribir. Uso la palabra escribir como antónimo de esperar: No hay espera, hay escritura. En fin, es muy probable que me equivoque y que la escritura también sea otra forma de espera, de dilación. Me gustaría creer que no. Pero, ya lo digo, es muy probable que esté equivocado.”Bolaño po sí mismo. Entrevistas escogidas
Selección y edición de Andrés Braithwaite
Ediciones Universidad Diego Portales, 2006