“Ser danés o italiano, norteamericano o europeo, no será solo una identidad; supondrá un rechazo y una reprobación de aquellos a los que esta excluya. El Estado, lejos de desaparecer, podría estar a punto de lograr su plena realización: los privilegios de la ciudadanía, las protecciones de los derechos de los poseedores de tarjetas de residencia, serán esgrimidos como triunfos políticos. Habrá intolerantes demagogos en democracias establecidas que pedirán tests -de conocimientos, de lengua, de actitud- para determinar si los desesperados recién llegados merecen ostentar la «identidad» de británicos o de holandeses o de franceses. Ya lo están haciendo. En este «espléndido siglo nuevo» echaremos de menos a los tolerantes, a los de los márgenes: a la gente fronteriza. Mi gente.”
El refugio de la memoria (p. 220). Tony Judt (1948-2010) Traducción de Juan Ramón Azaola. Editorial Taurus, 2011. |
· Noche. Tony Judt, (Padezco un trastorno neuromotor...) El País, 17/1/2010
· Fragmento de Algo va mal. Tony Judt, El País, 26/9/2010
· Memoria de Tony Judt. Antonio Muñoz Molina, Babelia (El País), 11/12/2010
· Empobrecimiento. Enrique Vila-Matas, El País, 24/5/2011
· El epílogo de Tony Judt , Julio Crespo Maclennan, ABC Cultural, 7/5/2011
· Still Life: A short film about Tony Judt, Having Motor Neuron Disease (ELA)
· Move for ALS. A cure must be found, Tony Judt Foundation
· Move for ALS Trailer, Scharfman Productions (Vimeo)
4 comentarios:
Había escrito un comentario muy largo, pero lo he borrado y lo voy a resumir:
Los seres humanos vamos siendo cada vez más... una mierda.
Pteri, siento mucho no poder leer tu comentario entero, pero es admirable tu capacidad de síntesis, y no podría estar más de acuerdo con la conclusión misma.
PS: y mira que mientras leía este (estupendo) libro pensaba "este es uno de esos textos que Pteri no leerá nunca".
"Ahora el objetivo único de su investigación era él mismo, y el único archivo que estaba a su alcance era el de su propia memoria. Sabía que no le quedaba mucho tiempo; también que antes de que se le acabara la lucidez habría perdido el uso del habla, y se vería reducido a un monólogo silencioso con sus propios fantasmas. Administró sus fuerzas: recordaba vívidamente un episodio, una época, un lugar, a lo largo de la noche, y al día siguiente dictaba cada vez con más dificultad lo que había imaginado.
No podían ser textos muy largos: la intensidad, la precisión, la inevitable fatiga, imponían el límite de unas pocas páginas. Le gustaba concentrarse en una sola experiencia y revivirla en cada uno de sus pormenores. Atado a la cama, con una sensación permanente de frío, con un tubo de plástico en la nariz que le permitía respirar, volvía a un pequeño hotel de Suiza al que había ido de vacaciones con sus padres en algún invierno de la infancia: de nuevo subía los peldaños de la entrada; recorría el pasillo; imaginaba el sonido de los pasos sobre la madera y el olor a sábanas limpias de las habitaciones; por una ventana abierta veía un paisaje de laderas nevadas y respiraba el aire helado y limpio. De ese recuerdo viene el título del libro póstumo que acaba de publicarse, The Memory Chalet."
A. Muñoz Molina, Memoria de Tony Judt
El País, 11/12/2011
«En El refugio de la memoria -libro verdaderamente memorable- nos advierte Judt de que cuando las palabras pierden su integridad, también lo hacen las ideas que expresan. Muy duro con Facebook y Twitter -mundos en los que cree registrar que la concisa alusión sustituye siempre a la exposición-, cree Judt que Internet fue una oportunidad para la comunicación sin límites, pero el sesgo cada vez más comercial del medio ha traído consigo su empobrecimiento: "En la generación de mis hijos, la taquigrafía comunicativa propiciada por su hardware ha comenzado a calar en la comunicación misma: la gente habla como en los mensajes".
El empobrecimiento ya está aquí. Lo registramos en la economía, por supuesto, pero también en el lenguaje raquítico de los políticos y también en el habla tuitera, incapaz en muchos casos de pasar de la lectura de 30 páginas al año. Se está demoliendo el antaño asombroso poder de las palabras para analizar el mundo. Y, como dice Judt, más que padecer la aparición de la "neolengua", nos amenaza el auge de la "no-lengua".»
E. Vila-Matas, Empobrecimiento
El País, 24/5/2011
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