John Irving Personas como yo (In one person, 2012) Trad. Carlos Milla Soler Tusquets, 2013
[De El País, 6/03/2013: «En palabras de Eduardo Lago, escritor y crítico, "la narrativa de Irving, firmemente anclada en una concepción decimo- nónica de la novela, aborda con una mezcla de crudeza, ternura y humor temas polémicos de la vida contemporánea".» ]
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«"Estos libros son de tus antepasados, Billy", había escrito la tía Muriel en su caligrafía inconfundiblemente aplomada. "Tú eres el escritor de la familia; debes quedártelos tú." —Sintiéndolo mucho, no sé cuándo tenía previstos dártelos —dijo Bob, avergonzado. Me permito llamar la atención sobre la palabra "antepasados". Al principio, me sentí halagado por la compañía de los encomiables escritores que Muriel había seleccionado para mí; era una colección supuestamente literaria. Había dos obras de teatro de García Lorca: Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba. (Yo ignoraba que Muriel conociera mi pasión por Lorca, incluso por la poesía.) Había tres obras de Tennesse Williams; tal vez Nils Borkman había entregado esas obras a Muriel, pensé en un primer momento. Había un libro de poemas de W. H. Auden, y poemas de Walt Whitman y Lord Byron. Estaban esas insuperables novelas de Herman Melville y E.M. Forster, me refiero a Moby Dick y Howards End. Estaba Por el camino de Swann de Marcel Proust. Con todo, yo aún no entendía por qué mi tía Muriel había reunido a esos escritores en particular y los había llamado "antepasados" míos, no hasta que desenterré del fondo de la caja dos libros pequeños colocados en contacto: Una temporada en el infierno, de Arthur Rimbaud, y La habitación de Giovanni, de James Baldwin. —Ah —dije al tío Bob. Mis antepasados gays, debía de haber pensado la tía Muriel, mis hermanos no tan heteros, no pude por menos que conjeturar.» (p.455) |
viernes, 12 de abril de 2013
John Irving: Personas como yo
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2 comentarios:
Con lo que disfruté con las más de mil páginas de Hasta que te encuentre (2006) hay que ver lo poco (o nada) que me ha gustado este último Irving.
Entrar o no entrar (en un libro), quizás ésa sea la cuestión.
«Sí, Günter era algo crítico con mi generación. Escribió: “Pocas veces se ha agotado tan deprisa una generación. O entran en crisis o dejan de correr riesgos”. Bueno, de acuerdo: ciertamente somos una generación a la que le falta capacidad de aguante.
Por favor discúlpenme por recordarles que Günter también podía ser algo crítico con ustedes: “En nuestro país todo está enfocado hacia el crecimiento”, escribió. “Nunca estamos satisfechos. Para nosotros, lo suficiente nunca es suficiente. Siempre queremos más… Somos productivos hasta en sueños”.
Yo no escapé de sus críticas. Sí, Günter podía ser crítico conmigo. Una noche en Nueva York (fue después de cenar, cuando nos estábamos dando las buenas noches) me pareció que estaba un poco preocupado. No era una expresión que me resultase poco familiar, pero me sorprendió; me dijo que estaba preocupado por mí. Me dijo: “No me da la sensación de que estés ya tan enfadado como solías estar”.
Esto fue en los ochenta. Naturalmente, desde ese momento he procurado estar enfadado. Ich versuche! (*)»
De El rey de los comerciantes de juguetes, El País, 10/05/2015
(*) Lo estoy intentando
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