«Subrayar con saña una frase de un libro en la que aparece la palabra "madre" no es inocuo. El subrayado es una forma de gemido, una penetración de la literatura en la carne, el momento preciso y rarísimo en que comulgas con el autor. Ese subrayado era una conexión y, a la vez, una frontera. Aquella línea contenía más literatura que toda la trilogía de Barea, y que mi madre no recordase su significado o no quisiera acordarse de él sólo le daba más intensidad. Era sorprendente que un papel tan fino no se hubiera desgarrado ante aquel énfasis. Desde entonces, siento un pudor insoportable cuando un amigo me deja un libro y tropiezo con sus subrayados y sus notas al margen. Procuro no leerlos ni fijarme mucho porque siento que veo algo que no debe ser visto. La escritura es pública pero la lectura es privada y el subrayado es el chivato de la lectura. No me incomoda leer la intimidad de alguien impresa en un libro, pero no soporto los subrayados.» (págs. 164-165) |
E. Vila-Matas Dietario voluble |
lunes, 22 de diciembre de 2014
Sergio del Molino: Lo que a nadie le importa (subrayar)
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6 comentarios:
Yo soy incapaz de subrayar un libro, cuando encuentro una frase que me encanta, en vez de subrayarla, le hago una foto a la página, para acordarme después. Manías.
Pues a mí me encanta encontrarme los subrayados de los libros que me deja my sister.
Lo de la foto a la página me hace pensar que tú ya perteneces a una generación totalmente digital, Mariblán. Luego está también la generación de los post-it a la cual yo tampoco pertenezco.
Pero ambas cosas me parecen muy respetables. Lo que en cambio no soporto es un libro subrayado o marcado con algo que no sea un lápiz.
Ya he dicho por aquí varias veces que yo ya no sé leer sin un lápiz en la mano. Preferiblemente uno corto pero con buena punta.
Y casi nunca puedo vencer la tentación de marcar algo que por algún motivo me parezca relevante. Incluso de tachar con una gran X (y alegría) párrafos enteros cuando me parecen insufribles.
Pero he de reconocer que me da bastante pudor pensar que seguramente ese libro después lo va a leer alguien más, alguien que además de leer el texto va a leer también mi lectura. (Y mis pensamientos.)
Pues una manera de enriquecer el texto, piensa en la suerte de los que leerán el libro con ese plus.
Y a ti, ¿te gusta leer un libro que otro haya subrayado (con un lápiz)?
Sí, siempre y cuando no sea una masacre visual, me gusta mucho ver las aportaciones que otros lectores han hecho al texto.
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