Margaret Drabble (Reino Unido, 1939)
UN DÍA EN LA VIDA DE UNA MUJER SONRIENTE
[A Day in the Life of a Smiling Woman, 2011]
Trad. de Miguel Ros González
Impedimenta, 2017 - 272 págs. - inicio - Bibl. lesseps
— Mejor la piedra
[me chirriaba todo]
«Había una mujer. Tenia treinta y tantos año y era muy famosa, en cierto sentido. La verdad es que no pretendía serlo: sencillamente, la fama le había llegado sin mucho esfuerzo por su parte. [...] Su marido también era muy famoso pero solo para la gente que sabia a lo que se dedicaba. Su fama solo abarcaba su mundo. Era el editor de un semanal, de manera que tenía bastante influencia sobre cierta gente. De hecho, fue su influencia lo que le proporcionó el trabajo a Jenny. Se estaba empezando a aburrir, su hijo pequeño iba a la guardería y los mayores al colegio, así que su marido le buscó algo con lo que mantenerse ocupada. Pregunto a unos cuantos amigos y, al final, le encontró un trabajito agradable en un canal de televisión. Sin embargo, no se había imaginado en absoluto lo popular que se volvería. [...] Y ahí no acababa la cosa: también era extremadamente eficaz. Siempre había sido eficaz, la verdad sea dicha. Siempre servía los cuatro platos que solían componer las comidas familiares, cocinados a la perfección, en el momento justo. Nunca llegaba tarde a recoger a los niños del colegio, nunca se olvidaba de su dinero para el almuerzo ni de sus cosas para la piscina. Nunca se le acababa el azúcar ni el papel higiénico ni la cinta adhesiva. Así que nadie debería haberse sorprendido de lo bien que se adaptó a su nueva vida. Nunca llegaba tarde. Nunca olvidaba una cita. Nunca se le pasaba su sesión informativa. Empezó discretamente, haciendo entrevistas sobre actos culturales en una sección de un programa de arte, y siempre conseguía dar en clavo, pronunciando las palabras oportunas a todo el mundo en el momento oportuno. Nunca resultaba ofensiva, pero tampoco aburría a la gente [an so on]» (págs. 137-138)«A veces, [su marido] se despertaba en plena noche y le pegaba.» (pág. 139)
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