domingo, 30 de agosto de 2020

Yo por dentro, de Sam Shepard


Sam Shepard (Fort Sheridan, Illinois, 1942 - Midway, Kentucky, 2017)
YO POR DENTRO
[The One Inside, 2017]
Trad. Jaime Zulaika
Anagrama, 2018 - 216 págs.

- Un encanto para Patti Smith
- Un macho arquetípico, según @michikokakutani
- Un Shepard desabrido, para J. Aparicio Maydeu
[demasiada testosterona para mi gusto]

«Nunca había estado con un [sic] mujer de esa manera, en especial con una mujer mayor que yo, aunque Felicity solo tenía unos catorce o quince años por entonces. Me parecía enorme. Me perdía en su cuerpo. Sus pechos eran inmensos y palpitaban como lejanas olas oceánicas dentro de su sujetador, que debía haberle cogido "prestado" a su madre. Las tablas del suelo eran duras como piedras para mis rodillas. La alfombra de trapo se había desplazado y yo nadaba encima de Felicity, revolviéndome como si nunca consiguiera llegar al otro lado. Empezó a gritar y a hacer los mismos ruidos que había hecho con mi padre la primera vez. Pensé que sin duda su voz se oiría por lo menos a kilómetros a la redonda. Por encima de las cabezas de ganado pastando, de los lagartos desquiciados. Tenía los ojos bien cerrados y me tiraba de grandes puñados de pelo. Yo rezaba para que mi padre no apareciera en mitad de todo esto. ¡Después de que ella haya estado esperándolo durante días, por fin se presenta en mitad de todo esto! ¡Era un pensamiento insoportable! La monté como un poni que trata de levantarse. Ella se escabullía, me atrapaba entre las piernas y me empujaba hacia dentro de ella. Aquello era un follón increíble. Semen por todas partes. De repente se levantó de un salto, recogió toda su ropa y salió corriendo medio desnuda por la puerta delantera; en el porche, luego, se dio la vuelta, volvió a entrar y se me sentó encima. Yo seguía tendido, desconcertado. Creí que iba a aplastarme. Con todo su peso. Sam Shepard Su hueso pélvico. Pensé que todo había terminado y allí estaba ella otra vez, solo que peor, más salvaje, más enorme. Abrió la boca y vi que escapaban de ella animales diminutos, animales atrapados dentro durante todo aquel rato. Salían como si algo fuese a capturarlos y encarcelarlos de nuevo [...] » (págs. 177-178)
Parece que
El espia del yo (Spy of the First Person, 2017)
(que a Eduardo Lago le ha encantado)
y Yo por dentro (The One Inside, 2017)
son obras distintas.
Glup.

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