lunes, 20 de diciembre de 2021

Desde mi celda, de Juan Antonio Masoliver Ródenas


Juan Antonio Masoliver Ródenas (Barcelona, 1939)
DESDE MI CELDA
Memorias

Acantilado, 2019 - 296 págs. - inicio - Bibl. Clarà

El falso extranjero, Enrique Vila-Matas
Un extraordinario embajador cultural, César A. Molina
JAMR habla con Gabriel Ruiz Ortega
Un ejercicio de libertad, Andrés Seoane
[denso]

«He sido varias personas a lo largo del tiempo. Y trato de pensar cómo influyeron mis antiguos yos en lo que soy hoy. Qué hay del pasado en mí presente. Bueno, el pasado está todo en mí. Escribo estas memorias sin fechas, sin orden cronológico, porque mi cuerpo ha cambiado, pero mi interior alberga todo lo que he vivido, incluso lo que he olvidado. Hay mucha gente que escribe diarios. Como si a través de la escritura pudieran retener el tiempo. Pero en realidad el tiempo no existe. Nosotros somos el tiempo Desde el momento en que escribo estas memorias me sitúo plenamente en el tiempo, quiero dejar constancia de lo que ha ido desapareciendo. Pero ¿qué es lo que desaparece? Cuando regreso al jardín de mi infancia a jugar a la avioneta estoy de nuevo allí, no he perdido nada, porque lo que cuenta es la memoria. Y las memorias son ese esfuerzo por convertirlo todo en presente. O por lo menos estas memorias. Nada heroico ha ocurrido en mi vida, aunque creo que vivir es una heroicidad. Es también una irresponsabilidad. ¿Para qué vivimos? Cierto, están los amigos, la esposa, los hijos. Pero ¿acaso dejaremos de morir por eso? ¿Qué nos llevamos con la muerte? Nada. La muerte no tiene memoria. Los demás sufrirán nuestra ausencia, pero no estaremos allí para acompañarles. También sé que casi todo lo que he vivido no podré repetirlo. Cada viaje que hago a los países que han sido mis países siento que es el último. Miro los libros de este estudio y sé que son muchos los que quedarán sin ser leídos. Tal vez los lea Sònia y entonces estaré prolongando mi vida. Mi vida de apasionado lector, sobre todo.
    ¿Y es cierto que todo sigue con nosotros? ¿Qué ocurre con los seres queridos que han muerto? ¿Siguen conmigo? No puedo engañarme: son parte de mí, pero esta parte ya no está en mí. Pienso en el silencio en el que viven. A veces, en mis insomnios, paseo con ellos, invento situaciones como si realmente estuviésemos juntos de nuevo viviendo nuevas experiencias. Pienso también que para muchos de ellos la muerte ha sido un alivio. La muerte está cada día más cercana. ¿La temo? Creo que es difícil imaginarla cuando estás sano, con frecuencia pensamos que inmortales. Lo que sí temo es la decadencia del cuerpo. La sufro también por Sònia, estudio de JAMR que ha de ser testigo de esta decadencia, aunque su cuerpo sea ajeno a ella. Pienso que cuando somos jóvenes no sabemos que lo somos. Somos ajenos al tiempo porque el tiempo todavía no se ha cebado con nosotros. O mejor, porque todavía no hemos necesitado vivir en el tiempo.» (págs. 264-266)

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...