lunes, 31 de diciembre de 2012

Preguntar

Nos plantean consultas y referendos para que las preguntas no se las hagamos a ellos. El Roto, 27/12/2012
"Nos plantean consultas y referendos para que las preguntas no
se las hagamos a ellos" [El Roto en El País, 27 diciembre 2012]

domingo, 30 de diciembre de 2012

Libros de 2012

  1. HITCH-22. Memorias, de Cristopher Hitchens
  2. S. o la esperanza de vida, de Alexandre Diego Gary
  3. Noches Azules, de Joan Didion
  4. Mis postales de Barcelona, de Isabel Núñez
  5. Moo Pak, de Gabriel Josipovici
  6. Aquí y ahora, cartas 2008-2011, Auster vs Coetzee
  7. Relatos fantásticos, de Luciano de Samósata
  8. vuelve El mal de Montano, de Enrique Vila-Matas
  9. Mortalidad, de Christopher Hitchens
  10. Las fuentes del afecto, de Maeve Brennan
  11. Doctor Glas, de Hjalmar Söderberg
  12. La banda de la tenaza, de Edward Abbey
  13. L'altre món, de Savinien Cyrano de Bergerac
  14. Los sueños de mi padre, de Barack Obama
  15. Nada se opone a la noche, de Delphine de Vigan
  16. Como una novela, de Daniel Pennac
  17. La vida y la muerte me están desgastando, de Mo Yan
  18. El gran Gatsby, de Scott Fitgerald
  19. Las leyes de la frontera, de Javier Cercas
  20. El año del pensamiento mágico, de Joan Didion
  21. Flores en las grietas, de Richard Ford
  22. Mientras escribo , de Stephen King
  23. Baila, baila, baila, de Haruki Murakami
  24. Una terra estranya, de Jhumpa Lahiri
  25. Tumbas de poetas y pensadores, de Cesc Noteboom
  26. Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos, de Emmanuel Carrère
  27. 22/11/63, de Stephen King
  28. La cocina de los filósofos, de Francisco Giménez Gracia
  29. Iluminación y fulgor nocturno, de Carson McCullers
  30. Esperanza: una tragedia, de Shalom Auslander
  31. Confesiones personales de un Publicitario, de Luis Bassat
  32. El sonido de la noche, de Xavier B. Fernández
  33. El amor de mi vida, de Rosa Montero
  34. 1Q84, de Haruki Murakami
  35. De vidas ajenas, de Emmanuel Carrère
  36. El adversario, de Emmanuel Carrère
  37. Crónicas marcianas, de Ray Bradbury
  38. Dura la lluvia que cae, de Don Carpenter
  39. La Dame aux Camélias, de Alejandro Dumas (hijo)
  40. Elogio de la imperfección, de Rita Levi-Montalcini
  41. El señor Brecht, de Gonçalo M. Tavares
  42. Un mundo aparte, de Gustaw Herling-Grudziński
  43. Jo confesso, de Jaume Cabré
  44. El tiempo es un canalla, de Jennifer Egan
  45. Aire de Dylan, de Enrique Vila-Matas
  46. ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, de Jeanette Winterson
  47. Posibilidades, de Wislawa Szymborska
  48. Tiempos que fueron, de Esther y Oscar Tusquets
  49. Los inacabados, de Reinhard Jirgl
  50. Teleshakespeare, de Jorge Carrión
  51. Kapitoil, de Teddy Wayne
  52. Diario de invierno, de Paul Auster
  53. [El gran atasco]

libros de 2026 libros de 2025 libros de 2024 libros de 2023 libros de 2022

libros de 2021 libros de 2020 libros de 2019 libros de 2018 libros de 2017

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lunes, 24 de diciembre de 2012

HITCH-22: Las memorias de Cristopher Hitchens

   «Supongo que una de las razones por las que siempre he detestado la religión es su taimada tendencia a insinuar la idea de que el universo se ha diseñado pensando en "ti", o, todavía peor, que hay un plan divino en el que uno encaja al margen de que lo sepa. Esa clase de modestia es demasiado arrogante para mí. Sin embargo, he sido lo bastante impúdico como para escribir un libro que trata de mí en su mayor parte, y pensé que podría ser interesante que dijera unas palabras sobre "cómo" soy. (Esto, digo por lo que a menudo pienso como crítico, es lo que se echa en falta en las memorias y autobiografías comunes).

   Una forma de empezar. Cada mes, mis brillantes colegas de Vanity Fair seleccionan a una personalidad y la someten al llamado "Cuestionario Proust". El gran Marcel no ideó esta forma de autointerrogatorio, pero en dos ocasiones de su vida lo sedujeron para que respondiera. Aquí he mezclado las dos series de preguntas.
HITCH-22. Memorias de Cristopher Hitchens
HITCH-22. Memorias
Cristopher Hitchens (1949-2011)
Trad. Daniel Rodríguez Gascón
Debate, 2012

¿Qué es el colmo de la desdicha? (Solo para dar una idea, la respuesta de Proust era: "Estar separado de mamá".) Creo que habría que distinguir entre el fondo de la miseria y el colmo de la angustia. En las profundidades de la desdicha están el ocio forzoso, el aburrimiento sexual y/o la impotencia. En la máxima angustia, la muerte de un amigo o incluso el miedo a la muerte de un hijo.

¿Cómo le gustaría vivir? En estado de conflicto o en un Estado con un conflicto.

¿Cuál es su idea de la felicidad en la tierra? Sentirme reconocido en vida.

¿Qué pecados le inspiran más indulgencia? Los que se producen a causa de urgentes necesidades materiales.

¿Cuáles son sus personajes favoritos de ficción? Dennis Barlos, Humbert Humbert, Horatio Hornblower, Jeeves, Nicholas Salmanovitch Rubashov, Funes el memorioso, Lucifer.

¿Cuáles son sus personajes históricos favoritos? Sócrates, Spinoza, Thomas Paine, Rosa Luxemburg, Liev Trotski.

¿Cuáles son sus heroínas en la vida real? Las mujeres de Afganistán, Irán e Irak que arriesgan sus vidas y su belleza para desafiar el mugre de la teocracia. Ayaan Hirsi Ali y Azar Nafisi como su modelos femeninos ideales.

¿Cuáles son sus heroínas de ficción? Maggie Tulliver, Dorothea, Becky Sharp, Candy, O, la tía Dahlia de Bertie.

¿Su pintor favorito? Goya, Otto Dix.

¿Sus músicos favoritos? J.S. Bach, Bob Dylan.

¿La cualidad que más admira en un hombre? Coraje físico y moral: "ánima". La habilidad de pensar como una mujer. También el sentido del absurdo.

¿La cualidad que más admira en una mujer? Coraje físico y moral: "ánima". La habilidad de visualizar la mente y las necesidades de un hombre. También el sentido del absurdo.

¿Su virtud preferida? La apreciación de la ironía.

¿La virtud que menos le gusta, o la más sobrevalorada? Fe. Seguido de cerca -ante la general escasez de tiempo- por la paciencia.

¿De qué logro está más orgulloso? Puesto que no puedo decir que mis hijos sean solo "míos", que me hayan dedicado libros Salman Rushdie y Martin Amis, y poemas James Fenton y Robert Conquest.

¿Su ocupación favorita? Viajar en territorio disputado. Trabajar duro leyendo y escribiendo cuando estoy seguro en casa, sabiendo que un amigo divertido va a venir a cenar.

¿Quién le habría gustado ser? Prometeo, Oscar Wilde, Émile Zola.

¿Cuál es su característica principal? La inseguridad.

¿Qué es lo que más aprecia de sus amigos? Su existencia continuada.

¿Cuál es su principal defecto? Aburrirme con demasiada facilidad.

¿Cuál sería la mayor de sus desgracias? Perder la memoria.

¿Qué le gustaría ser? Alguien que comprendiera la música, el ajedrez y las matemáticas, o alguien que tuviera el coraje de llevar armas.

¿Cuál es su color favorito? Azul. A veces rojo.

¿Cuál es su flor favorita? El ajo.

¿Cuál es su pájaro preferido? El búho.

¿Qué palabra o expresión utiliza demasiado? Al leer una recopilación de mis escritos, me sorprendió bastante descubrir que era "quizás".

¿Quiénes son sus poetas preferidos? Philip Larkin, Robert Conquest, W.H. Auden, James Fenton, W.B Yeats, Chidiock Tichbourne, G.K. Chesterton, Wendy Cope.

¿Cuáles son sus nombres favoritos? Alexander, Sophia, Antonia, Celeste, Liam, Hannah, Elizabeth, Wolfgang.

¿Qué es lo que más le disgusta? La estupidez, especialmente en sus formas más desagradables de racismo y superstición.

¿Qué figuras históricas le inspiran más desprecio? Stanely Baldwin, el ayatolá Jomeini.

¿Qué figuras contemporáneas le inspiran más desprecio? Henry Kissinger, Osama bin Laden, Joseph Ratzinger.

¿Qué acontecimientos de historia militar le producen más admiración? Termópilas, Lepanto, la defensa de Little Round Top en Gettysburg, los motines del ejército alemán en 1918 y del Estado Mayor alemán en 1944, los convoyes árticos de la Marina Real.

¿Qué talento natural le habría gustado poseer? La habilidad de dominar otros idiomas (lo que habría aumentado enormemente el ámbito de estas respuestas).

¿Cómo le gustaría morir? Totalmente consciente, y luchando o recitando (o haciendo el amor).

¿Qué es lo que más le disgusta de su apariencia? Que haga que viejos admiradores busquen palabras neutras.

¿Cuál es su lema? "Allons travailler!" (Esta versión más imperativa de "Adelante con ello" viene de Émile Zola, aunque E.M. Forster la extendió demasiado al animar a "seguir adelante con tu trabajo y comportarte como si fueras inmortal".)» (pp. 390-392)


«Con Ian y Martin Amis en Uruguay, cerca de donde desembarcó Charles Darwin. Allí empecé a escribir Dios no es bueno

viernes, 21 de diciembre de 2012

And, so this is xmas (and today it's the 21st)


So this is xmas
And what have you done
Another year over
And a new one just begun
And so this is xmas
I hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young

A very merry xmas
And a happy new year
Let's hope it's a good one
Without any fear

And, so this is xmas
For weak and for strong
For rich and the poor ones
The world is so wrong
And so happy xmas
For black and for white
For yellow and red ones
Let's stop all the fight
A very merry xmas
And a happy new year
Let's hope it's a good one
Without any fear

And, so this is xmas
And what have we done
Another year over
And a new one just begun
And, so happy xmas
We hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young

A very merry xmas
And a happy new year
Let's hope it's a good one
Without any fear
War is over if you want it, etc.
War is over Hare rama now

John Lennon (1940-1980)
Happy Xmas (War is Over) es una canción de John Lennon grabada a finales en 1971 con un coro de niños del Harlem Community Choir. Aunque era una canción protesta contra la Guerra de Vietnam, pronto se convirtió en un himno navideño. La grabación comienza con un leve susurro en el que John y Yoko felicitan las navidades a sus hijos, Julian y Kyoko. La letra se basa en una campaña de publicidad llevada a cabo a finales de 1969 por John y Yoko, quienes alquilaron vallas publicitarias y espacios en revistas para incluir el lema "War Is Over (If You Want It)" [La guerra ha terminado (si tú quieres)]. Las ciudades donde se desarrolló la campaña fueron Nueva York, Tokio, Roma, Atenas y Londres. Durante este tiempo, la opinión pública de Estados Unidos se había posicionado de forma unánime en contra de la Guerra de Vietnam. [from Wiki]

jueves, 20 de diciembre de 2012

El molino y la cruz: Brueghel visto (o soñado) por Majewski


"El molino y la cruz". Dirección: Lech Majewski.
[Inclasificable ensayo cinematográfico alrededor de “La procesión hacia el calvario” de Brueghel. Extraña experimentación con la imagen y la belleza.]

“La procesión hacia el calvario”, Pieter Brueghel, 1564.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Homeland forever

Claire Danes & Damien Lewis

«Peter Quinn: el debutante y máximo accionista de nuestras devociones, con un final de temporada espectacular resumido en tres planos: comiendo de una lata de conservas, en posición de verdugo para liquidar a Brody y en la butaca del dormitorio de Estes. Apunta a que amará a Carrie. Los conspiranicos pueden aducir que no solo sobrevivió sospechosamente al ataque de Gettysburg, sino que su decisión de no terminar con Brody ha posibilitado la masacre final.» Merlin J. Gutherless (Jot Down). 11 enero 2013.

«¡Sin palabras! Así es como te deja el final de la segunda temporada de Homeland. Así y con los pelos de punta porque, hay que ser sinceros, ha sido una pasada. Quiero resaltar desde ya el extraordinario papel de Claire Danes. Consigue que nos retorzamos en nuestros asientos con cada aparición en escena (…) Respecto a Brody, interpretado por Damian Lewis, podrían calcarse las palabras de la actuación de Danes.» Patricia Morales (ABC). 17 diciembre 2012.

«Tensión en estado puro narrada con la pericia y el estilo de los mejores maestros del suspense. ¿Es Homeland la heredera de Breaking Bad? Desde Cinemaseries damos 5 razones para engancharse a la sensación de la temporada, si es que no lo has hecho ya:
  • porque es la serie del momento, aclamada por crítica y público
  • porque Homeland respira tensión por cada uno de sus poros
  • porque no le tiembla el pulso a la hora de hacer crítica interna
  • porque Carrie y Brody son, sin duda, dos de los personajes más fascinantes de la televisión moderna
  • porque todo lo anterior está puesto al servicio de la ficción»
Jesús Acosta (cinemaseries). 7 noviembre 2012.

«Showtime's Homeland: 4 reasons you should be watching. Critics weigh in on the unique appeal of Showtime's award-winning drama, which they say is superbly acted, politically thought-provoking, and timely:
  1. The acting is phenomenal
  2. Homeland is the most timely drama on TV
  3. The show is politically thought-provoking
  4. And it portrays Islam accurately»
By The Week Editorial Staff | October 2, 2012.

«Ante Homeland mi rendición es incondicional: me parece una obra maestra del género, con unos personajes redondos, un suspense que jamás decae y una complejidad narrativa que crece a cada episodio.» Marcos Ordóñez (El País). 26 enero 2012.


[waiting for the third season of homeland]

sábado, 15 de diciembre de 2012

Esperanza de vida en la calle Marià Cubí

Calle Marià Cubí, Barcelona
«Pero para esto habría que estar, volver a Barcelona, a la Vía Augusta, cerca de la calle Marià Cubí. La calle que Sébastien Heayes considera, consideró du- rante un tiempo, la más bonita de Barcelona.» (pp. 47- 48)

«A raíz de sus vagan- bundeos nocturnos, Sé- bastien Heayes considera la calle Marià Cubí una de las más bellas de Bar- celona. Parte de la Vía Augusta, que uno quisiera evitar (...) Este breve peregrinaje nos alejará y nos retrasará en nuestro deambular a lo largo de la calle Marià Cubí, consi- derada la más bella de Barcelona.» (pp. 103-104)
    «Para entonces estaba ya lo bastante alcoholizado, desinhibido, y paraba un taxi en las Ramblas para que me llevase a la parte alta de la ciudad, exactamente a la calle Marià Cubí, que se encuentra subiendo por la Vía Augusta a la izquierda (...) En aquella calle que por lo demás no tenía nada especial había cinco burdeles, o bares de chicas, o clubs, puticlubs, como se quieran llamar, que era lo que me atraía como un imán. En los alrededores también había algunas saunas, donde las chicas te recibían en braguitas y se pasaba directamente al acto sexual, sin preámbulos, sin palabras, pero aquello no me interesaba: incluso con las prostitutas necesitaba soñar. Sin embargo, a algunas de estas chicas el acto sexual sin preámbulo, sin la prostitución del lenguaje, les parecía menos envilecedor. Hacía un alto en el Más i Más, frente a la discoteca pija L'Atmosfera, donde ingurgitaba un último gin-tonic para desinhibirme del todo antes de lanzarme al asalto; se trataba de un bar pequeño y moderno (...) De los cinco burdeles de la calle Marià Cubí, yo elegí como cuartel general el Preston, sobre todo por su discreta entrada. Invitaba a todas las chicas, una detrás de otra, a beber una copa, así que en aquel burdel regido por gallegos se me trataba muy bien.» (pp. 136-137)
Alexandre Diego Gary
S. o la esperanza de vida (S. ou l'espérance de vie, 2009)
Trad. Ignacio Vidal-Folch / Galaxia Gutenberg, 2010

jueves, 13 de diciembre de 2012

Auden / Didion

Parad los relojes, desconectad el teléfono,
dadle un hueso al perro para que no ladre,
acallad los pianos y con tambores amortiguados
sacad el ataúd, traed al cortejo fúnebre.

Que los aviones vuelen lastimeramente en círculos
escribiendo en el cielo el mensaje “Él ha muerto”,
rodead con crespones los blancos cuellos de las palomas,
que los policías lleven guantes negros.

Él era mi norte, mi sur, mi este y mi oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi mediodía, mi medianoche, mi conversación y mi canción;
Yo creía que el amor duraba para siempre; me equivocaba.

Las estrellas ya no hacen falta: apagadlas todas.
Guardad la luna y desmontad el sol,
vacíad el océano y barred los bosques;
porque ya nada puede servir para nada.
Quintana Roo en la portada de Noches azules
Noches Azules
Joan Didion
(Blue Nights, 2011)
Trad. Javier Calvo
Mondadori, 2012

   «Eso dice el "Blues funerario" de W.H. Auden, dieciséis versos que, en los días y semanas inmediatamente posteriores a la muerte de John, apelaron directamente a la rabia -la furia ciega e irracional- que yo sentía. Más tarde le enseñé el "Blues funerario" a Quintana (...)»

«In certain latitudes there comes a span of time approaching and following the summer solstice, some weeks in all, when the twilights turn long and blue. This period of the blue nights does not occur in subtropical California, where I lived for much of the time I will be talking about here and where the end of daylight is fast and lost in the blaze of the dropping sun, but it does occur in New York, where I now live. You notice it first as April ends and May begins, a change in the season, not exactly a warming — in fact not at all a warming — yet suddenly summer seems near, a possibility, even a promise. You pass a window, you walk to Central Park, you find yourself swimming in the color blue: the actual light is blue, [and over the course of an hour or so this blue deepens, becomes more intense even as it darkens and fades, approximates finally the blue of the glass on a clear day at Chartres, or that of the Cerenkov radiation thrown off by the fuel rods in the pools of nuclear reactors.] The French called this time of day "l'heure bleue." To the English it was "the gloaming." The very word "gloaming" reverberates, echoes — the gloaming, the glimmer, the glitter, the glisten, the glamour — [carrying in its consonants the images of houses shuttering, gardens darkening, grass-lined rivers slipping through the shadows. During the blue nights you think the end of day will never come. As the blue nights draw to a close (and they will, and they do) you experience an actual chill, an apprehension of illness, at the moment you first notice: the blue light is going, the days are already shortening, the summer is gone.]  This book is called "Blue Nights" because at the time I began it I found my mind turning increasingly to illness, to the end of promise, the dwindling of the days, the inevitability of the fading, the dying of the brightness. Blue nights are the opposite of the dying of the brightness, but they are also its warning.» [2nd chapter]

lunes, 10 de diciembre de 2012

Isabel Núñez: Mis postales de Barcelona

Barcelona: Diagonal - Enrique Granados, 10/12/2012
[Barcelona: Diagonal-E. Granados, esta mañana]
Hay casas
«Que por su aspecto me permiten soñar. Imagino que las habitan viejos humanistas con bibliotecas generosas y sillones donde se lee y se escucha música celestial. Gente cultivada como hubo en la República, amantes de los libros y las tertulias. Por eso me gusta mirar las fachadas, porque imagino un país, una ciudad que ya no existe. Algunos de esos edificios tienen adornos escultóricos, rostros en relieve que presiden puertas o ventanas, tal vez a imagen y semejanza de alguien que mandó construir la casa, según cuenta la leyenda.
      Yo me siento acompañada por esos habitantes imaginarios y esas bibliotecas invisibles, que me acogen con una hospitalidad extranjera, y puedo permitirme no mirar ni escuchar los gritos o la mala educación de gente que pasa y que hace mucho tiempo olvidó lo que eran los libros, si lo supo alguna vez.
      Esas casas fueron construidas con otro espíritu y a mí me permiten imaginar que vivo en otro mundo, más europeo, y donde la cultura sea importante no en lo espectacular, sino en lo reflexivo y en el cuidado de las palabras.
      Es una lástima que mi cámara no me permita fotografiar otro efecto. Al atardecer, cuando empiezan a encenderse las primeras luces en las ventanas, algunas casas parecen ocultar algún secreto interesante. Mirándolas, es imposible deducir que en su interior viven mutantes sin libros, gente que sólo piensa en dinero, comida, rebajas y aparcamientos. Cualquier casa se dignifica con una lamparita encendida. Dice el poeta chino Du Fu: "El halo de la lámpara ilumina el insomnio". Un simple globo de luz dibuja una atmósfera sutil, de personajes atrayentes desde la calle, lugares de una vida llena de matices e intercambio de pensamientos.» (p. 144)

Mis postales de Barcelona, Isabel Núñez

ISABEL NÚÑEZ
Mis postales de Barcelona
Prólogo y mapas de Javier Mariscal
Triangle Postals, 2012


«Envidio un bellísimo libro que Isabel Núñez acaba de publicar, Mis postales de Barcelona (Triangle), descripción de un íntimo paisaje urbano, la ciudad que mi generación ha perdido. Leerlo ha sido una experiencia extraña (...)»
[Enrique Vila-Matas, La brisa Dickinson, 20/4/2012]

viernes, 7 de diciembre de 2012

Gabriel Josipovici: Moo Pak

Primeras páginas de Moo Pak«Si me quedara encallado en el primer párrafo, dijo, ni este mejoraría ni yo descubriría jamás cómo mejorarlo. Solo el último párrafo puede indicarnos si el primer párrafo está bien, dijo, solo la última palabra puede dar sentido a la primera. No existe el mot juste, dijo, al menos no hasta que el libro entero sea más o menos juste. La búsqueda del mot juste, dijo, conduce a la ampulosidad, al aburrimiento y a la proliferación fatal de adjetivos. El adjetivo, dijo, es el mayor enemigo del escritor. La gente que no sabe escribir ni pensar y que sin embargo se tiene por amante de la literatura está enamorada de los adjetivos, dijo, para esta gente la literatura es sinónimo de adjetivos, se pasan la vida en un baño de espuma con burbujas de adjetivos. Yo, en cambio, soy incapaz de leer un libro lleno de adjetivos, dijo. Me ponen literalmente enfermo, dijo. Los adjetivos y todos esos otros mots justes se me atragantan y me dan ganas de vomitar. No tiene nada que ver con el gusto, dijo, es una cuestión de metabolismo y fisiología. Al menos en eso no estoy solo, dijo. Los mejores escritores saben que los adjetivos son la muerte de la narración. Por eso Raymond Chandler no escribe: «Entré en la habitación. En el suelo había una alfombra extraordinariamente gruesa hecha de etcétera, etcétera". En lugar de eso, escribe: "Entré en la habitación. La alfombra me hizo cosquillas en los tobillos".» (p. 14)

sábado, 1 de diciembre de 2012

Auster vs Coetzee: Aquí y ahora, cartas 2008-2011

Auster
13 de noviembre de 2009
  Querido John:
  (...) Haces referencia a mi entrevista con Kevin Rabalais para The Australian. A decir verdad, no recuerdo absolutamente nada de lo que dije. Tampoco soy capaz de acordarme de nada que haya dicho a ningún entrevistador a lo largo de los años. Centenares de conversaciones de las que no queda ni una sílaba. Y sin embargo, con las conversaciones, digamos, normales, es decir, con Siri, contigo, con cualquiera de mis amigos, colegas o parientes, soy capaz de recordar la mayor parte de lo que se ha dicho. ¿Es una entrevista en cierto modo un acto que no vale nada, un episodio anormal, una conversación que no es una conversación? Incluso a lo largo de una entrevista, tiendo a olvidar lo que acabo de decir. Las palabras salen de mi boca y luego desaparecen para siempre. ¿Es la tensión de responder a la pregunta que ahora se me plantea lo que me hace olvidar la anterior? ¿Acaso el temor a decir alguna estupidez me inhibe la capacidad de recordar? ¿Es el tedio de hablar sobre mí mismo?
  (...) Me parece que la memoria quizá sea algo que podríamos investigar. O bien, si resulta un tema demasiado amplio, las decepciones de la memoria.
  Con los más afectuosos recuerdos,
  Paul
Coetzee
15 de diciembre de 2009
  Querido Paul:
  Me preguntas si alguna vez he tenido la experiencia de conceder una entrevista y luego no he conseguido recordar lo que dije en ella. Pues no exactamente. Pero a menudo he sentido un aburrimiento opresivo al escucharme a mí mismo fanfarronear con los entrevistadores. En mi opinión, una verdadera conversación solo tiene lugar cuando discurre alguna clase de corriente entre los interlocutores. Y esa corriente casi nunca discurre durante las entrevistas.
  Estaré encantado de conversar sobre la memoria contigo en algún momento del futuro, si nos acordamos de volver sobre el tema. (...)
  Cordialmente,
  John
Cartas de Auster y Coetzee Aquí y ahora
Cartas 2008-2011

Paul Auster
J.M. Coetzee

Anagrama &
Mondadori 2012
Trad. Benito Gómez
y Javier Calvo
El estado de las cosas. Enrique Vila-Matas
Relecturas, Babelia, 1/12/2012

jueves, 29 de noviembre de 2012

Luciano de Samósata: Relatos fantásticos


Relatos fantásticos
Luciano de Samósata (Siria, s.II d.C.)
Trad. & introducción Carlos García Gual
Alianza Editorial (1998)

«22. Quiero contar ahora las rarezas y maravillas que observé durante mi estancia en la luna. Lo primero es que los selenitas no nacen de mujeres, sino de los hombres. Porque los matrimonios son entre varones y ni siquiera conocen el nombre de mujer. Hasta los veinticinco años cada individuo actúa como esposa, y a partir de éstos como marido. No se quedan preñados en el vientre sino en las pantorrillas. Cuando el feto es concebido, empieza a engordar la pierna y, al pasar el plazo de tiempo, la abren de un tajo y sacan los fetos muertos; pero los colocan de cara al viento con la boca abierta y recobran la vida. Me parece que de ahí les vino a los griegos el nombre de "pantorrilla", por transportar allí el embrión en lugar de en la barriga.
  Pero voy a contar otra cosa aún más gorda que ésta. Hay entre ellos una raza de hombres, a los que llaman “arbóreos”, que nacen del modo siguiente: rebanan el testículo derecho de un hombre y lo plantan en el suelo, y de él nace un árbol altísimo, carnoso, como un falo, pero tiene además ramas y hojas y sus frutos son bellotas del tamaño de un codo. Cuando ya están maduras, las recolectan y, descorte- zándolas, extraen a los hombres de esta clase. Además tienen sus órganos sexuales artificiales: los unos los tienen de marfil y los pobres de madera. Y con ellos tienen relaciones y fecundan a sus cónyuges.

23. Cuando un individuo envejece, no llega a morir, sino que se disuelve como humo y se transforma en aire. Tienen todos la misma comida; pues encienden fogatas y tuestan ranas sobre las ascuas. Hay por allí muchas ranas que vuelan por entre la bruma. Mientras se van asando, ellos se sientan alrededor, como en torno a una mesa, inhalan el humo que despiden y así se banquetean. Ése es el alimento con el que se mantienen. En cuanto a la bebida, exprimen el aire en una copa y se destila un líquido como el rocío. Tampoco orinan ni excrementan, porque ni siquiera tienen agujero detrás, como nosotros, y los jovencitos no ofrecen sus posaderas para el trato sexual, sino el hueco en su rodilla sobre las pantorrillas, pues por allí están agujereados.»

Luciano y sus aeromosquitos, aerobailones, ajoguerreros, bucéfalos, cabalgabuitres, cabalgagrullas, cabalgahormigas, corchó- podos, gorrioniboludos, lechuguialados, mijotiradores, nubicentauros, perribellotas, pulguiarqueros, tallisetas, ventirraudos...

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Vila-Matas: vuelve El mal de Montano (y 3)

El mal de Montano, Seix Barral 2012
Enrique Vila-Matas
El mal de Montano
Seix Barral, noviembre 2012
 «Me habría gustado tener tres hermanas y hablar en lengua yiddish con ellas, hablar en una lengua que no pudieran entender mis padres. No fue bueno ser hijo único y afrontar en soledad el terror que me provocaban la sonoridad viril de la voz paterna y la voz débil —como un susurro de hojas caídas— de mi madre. Me habría gustado tener tres hermanas y que la mayor se pasara los días tumbada en el diván del salón de la casa de mis padres y tuviera unos hombros bien formados, desnudos, redondos, fuertes, morenos, que yo me dedicaría a espiar a todas horas, siempre orgulloso de que aquellos hombros formaran parte del patrimonio familiar. Me habría gustado que la segunda hermana anduviera muchas veces por la casa vestida con un corsé de color ceniciento, cuya parte inferior se separaría tanto de su cuerpo que uno podría sentarse encima de ella y cabalgar así en cierto modo a horcajadas. Me habría gustado que la hermana menor fuera la que más me gustara y sentir ternura por su locura, me habría gustado mucho que mi hermana menor me recordara a aquella joven descendiente de Lord Byron a la que vi una noche en el Café Florián de Venecia, a aquella bella joven trastornada que no hacía más que preguntar por su antepasado. "¿Dónde está mi George? ¿Qué le habéis hecho?", preguntaba gritando. No sé, me habría gustado tener tres hermanas y hablar en yiddish con ellas y no haber sido ese hijo único que fui, ese apelmazado soltero en casa de sus padres.» (p. 160)
(2) montano montano (1)

lunes, 26 de noviembre de 2012

Vila-Matas: vuelve El mal de Montano (2)


Mujer de un pintor
August Sander
 «No creo que haya enfermo de literatura más grande que Kafka. Su diario es aterrador. Por la mañana, a las ocho, llegaba puntual a su despacho. Escribía documentos e informes. Sus superiores no sabían que él trabajaba allí, entre esa multitud de trabajadores y empleados desdichados, sólo porque sabía que no debía dedicar todo su tiempo a la literatura. Temía que la literatura lo chupase, como un remolino, hasta hacerle perderse en sus comarcas sin límites. No podía ser libre, necesitaba una limitación, tener todo el tiempo para escribir le parecía peligroso, terrible. Volvía a casa de sus padres hacia las dos y cuarto de la tarde. Decía que se sentía como un extranjero aunque fuese grande el amor por la familia, los padres y las hermanas. De vez en cuando le llegaba la idea de que debía apartarse de los amigos y hacerlo sin la más mínima consideración, enemistarse con todos, no hablar con nadie. En otras lo contrario: buscaba a los amigos o a sus escritores favoritos para establecer un diálogo y ponerse a comentar de forma interminable el mundo, como si buscara llegar a las fuentes de la escritura.» (p. 161)
(1) montano montano (3)

sábado, 24 de noviembre de 2012

Vila-Matas: vuelve El mal de Montano (1)


Las manos de Paul Arma
André Kertész
  «En el fragmento de Teoría de Budapest el arranque tiene un ritmo poético aceptable —el gusto por no decir nada pero que suene bonito—, pero pronto cita a Séneca y pierde el ritmo de la narración —si es que había narración— y hasta dice cosas mal enunciadas, como por ejemplo "sueño en él", refiriéndose a Hamlet. Uno piensa que tal vez quiso decir que soñaba con Hamlet, no en Hamlet. Claro está que debo sentirme agradecido a este posible error materno, pues de él surgió en mí la idea del breve cuento 11 rue Simon-Crubellier, que atribuí a mi hijo en El mal de Montano, ese relato en el que se supone que se concentra en siete escuálidas cuartillas la historia de la literatura vista como una sucesión de escritores habitados imprevistamente por los recuerdos de otros escritores que les antecedieron en el tiempo: la historia de la literatura vista cronológicamente al revés. En ese cuento de Montano hay una serie de escritores que sueñan en, dentro, en el interior de la memoria de otros escritores anteriores a ellos en el tiempo. Yo creo que debo a ese "sueño en él" de mi madre hablando de Hamlet, debo a ese minúsculo error la idea del espectacular relato que le sirvió a Montano para escapar de su trágico bloqueo literario, de la condena al silencio que tanto le atormentaba allá en la librería de Nantes.» (p. 133)
(3) montano montano (2)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Christopher Hitchens: Mortalidad


Christopher Hitchens (1949-2011)
Mortalidad (Mortality, 2012)
Trad. Daniel Rodríguez Gascón
Debate, 2012

«Me he despertado más de una vez sintiendo que me moría. Pero nada me había preparado para la mañana de junio en la que, al recobrar la conciencia, me sentí como si de verdad estuviera encadenado a mi propio cadáver. Toda la cavidad de mi pecho y mi tórax parecía haberse vaciado y después llenado con cemento de secado lento. Me oía respirar débilmente, pero no podía llenar de aire los pulmones. Mi corazón latía demasiado deprisa o demasiado despacio. Cualquier movimiento, por pequeño que fuera, requería premeditación y planificación. Me exigió un esfuerzo extenuante cruzar la habitación de mi hotel de Nueva York y llamar a los servicios de urgencias. Llegaron con gran rapidez y se comportaron con inmensa cortesía y profesionalidad. Tuve tiempo de preguntarme para qué necesitaban tantas botas y cascos y tanto pesado equipamiento de apoyo, pero ahora que visualizo la escena retrospectivamente la veo como una deportación muy amable y firme, que me llevó desde el país de los sanos a la frontera inhóspita del territorio de la enfermedad. En unas horas, tras realizar una buena cantidad de trabajo en mi corazón y mis pulmones, los médicos de ese triste puesto fronterizo me habían enseñado unas cuantas postales del interior, y me habían dicho que mi siguiente e inmediata parada tendría que ser con un oncólogo. Alguna clase de sombra se proyectaba en los negativos.
  La tarde anterior, había presentado mi último libro con una exitosa celebración en New Haven. La noche que siguió a esa terrible mañana debía ir a The Daily Show con Jon Stewart y luego acudir a un debate público con Salman Rushdie en la calle Noventa y dos. Y, en el Upper East Side, para el que se habían agotado las entradas. Mi brevísima campaña de negación asumió esta forma: no anularía esas citas ni decepcionaría a mis amigos, ni perdería la oportunidad de vender un montón de libros. Logré asistir a los dos actos sin que nadie percibiera nada extraño, aunque vomité dos veces, con una extraordinaria combinación de precisión, limpieza, violencia y profusión, justo antes de cada evento. Eso es lo que los ciudadanos del país enfermo hacen cuando siguen aferrándose desesperadamente a su viejo domicilio.

  El nuevo país es bastante acogedor a su manera. Todo el mundo sonríe para darte ánimos y parece que no hay absolutamente nada de racismo. Prevalece un espíritu en general igualitario y es obvio que quienes dirigen el lugar han llegado hasta allí a base de mérito y trabajo duro. Frente a eso, el humor es algo flojo y repetitivo, parece que casi no se habla de sexo y la comida es peor que la de cualquier destino que haya visitado nunca. El país tiene un idioma propio —una lingua franca que consigue ser insulsa y difícil y contiene nombres como ondansetrón, un medicamento contra las náuseas—, así como algunos gestos perturbadores a los que hay que acostumbrarse. Por ejemplo, un funcionario que acabas de conocer puede hundir abruptamente sus dedos en tu cuello. Así descubrí que el cáncer se había extendido a mis nódulos linfáticos, y que una de esas bellezas deformes —situada en mi clavícula derecha— era lo bastante grande como para verla y tocarla. No es del todo bueno que tu cáncer resulte «palpable» desde el exterior. Especialmente cuando, a esas alturas, ni siquiera se sabía cuál era la fuente primaria. El carcinoma trabaja astutamente desde el interior hacia el exterior. La detección y el tratamiento trabajan a menudo más despacio y a tientas, desde el exterior hacia el interior. Se hundieron muchas agujas en la zona de mi clavícula —«El tejido es la cuestión» es un eslogan de moda en la lengua local de Villa Tumor— y me dijeron que los resultados de la biopsia podrían tardar una semana.»
[INICIO de MORTALIDAD]
HITCHENS: DESMONTANDO a la MADRE TERESA de CALCUTA (ANGEL OF HELL)
BIBLIOGRAFÍA de HITCHENS en CASTELLANO

lunes, 19 de noviembre de 2012

Del blog de Isabel Núñez

Presentación de 'Mis Postales de Barcelona'. La Central, 2/5/2012
Foto: I.N. Nubes desde mi hamaca
esta tarde, 2012

ISABEL NÚÑEZ (1957::2012)

isabelnunez-zbelnu.blogspot.com.es

«Desde este lugar extraño

En que vivo, un mundo aparte distinto del de antes, del de los demás, un mundo óseo sin derecho a lo sensual ni a apenas a lo plácido (aunque a veces, cuando duermo una media hora de siesta con brisa natural o con aire artificial, me he sentido tan bien con la luz filtrada por una cortina naranja que casi podía imaginarme en mi cuerpo de antes y sin moverme experimentar aquella antigua felicidad entonces no sabida), un mundo sin certidumbres, lleno de dudas e interrogaciones sobre la vida y la curación, desde ese lugar extraño puedo aún contemplar las nubes, leer y ver películas maravillosas.»
JUEVES, 23 DE AGOSTO DE 2012

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Maeve Brennan: Las fuentes del afecto (y sigue lloviendo)


«Él se acercó a la ventana y se quedó de pie mirando el jardín. Solo era una parcela de césped, rodeada de lechos de flores y encerrada en muros de cemento gris que Rose había disfrazado con hiedra y otra trepadora con hojas rojizas y puntiagudas. Solo era una parcela y ella había pasado gran parte de su vida intentando embellecerla, y su hijo había pasado su infancia en ella y él mismo se había pasado todas sus vacaciones de verano sentado allí en una hamaca. Nunca se iban a ninguna parte en vacaciones, porque irse costaba dinero y en cualquier caso, tampoco querían dejar la casa sola.» (p. 112)
«No enfermaba a menudo. Tenía una constitución fuerte. Venía de un lugar de campo. Le gustaba trabajar en su jardín, mantener la hierba brillante y fuerte y cultivar altramuces, aquilegias, alhelíes, fresias, campanillas de invierno, lirios de los valles, nomeolvides, margaritas, capuchinas, caléndulas y rosas. También tenía otras flores. En una esquina se había vuelto ambiciosa y había hecho un jardín con rocas y plantas alpestres. Enfrente de la casa, en el pequeño solar de tierra, apenas mayor que un mantel, tenía peonías, amapolas y azafranes de primavera y un rombo de frágil césped. En la ventana del salón tenía un grupo de helechos y, en primavera, jacintos y tulipanes en macetas rojas.» (p. 161)

Las fuentes del afecto
Cuentos dublineses

(The Springs of Affection:
Stories of Dublin
)
MAEVE BRENNAN (1917–1993)
Trad. Isabel Núñez
Ediciones Alfabia, 2012


casita después del último diluvio
[work & rain in progress]

domingo, 11 de noviembre de 2012

Söderberg: Doctor Glas (y la casita en Yecla)

Soderberg: Doctor Glas
«Dentro de cinco o seis años habré tal vez reunido lo suficiente para construirme una casa en el campo. ¿Pero dónde la situaré? Tiene que ser en una costa abierta, sin islas ni rías. Quiero un horizonte libre, y quiero oír el mar. Y quiero que mire al oeste. El sol tiene que ponerse en el mar.
   Pero hay otra cosa que es tan importante como el mar: quiero verdor y grandes árboles susurrantes. Nada de pinos ni de abetos. Bueno, contra los pinos no tengo nada, siempre que sean altos, derechos y fuertes y que hayan logrado hacerse lo que estaban destinados a ser; pero el perfil de sierra de un bosque de abetos sobre el cielo me llena de una tristeza que no sé explicar. Además, tanto llueve en el campo como en la ciudad, y un bosque de abetos en tiempo lluvioso me pone malo y me deprime. No, tiene que ser un prado de Arcadia, que descienda suavemente hasta la playa, con grupos de grandes árboles de hoja espesa formando bóveda encima de mi cabeza.
   Pero por desgracia, el paisaje costero no es así: es primitivo y mezquino. Con el viento del mar los árboles se ponen nudosos, achicados y raquíticos. La costa donde quiero hacerme una casa y vivir, nunca la veré.
   Bueno, y hacerse una casa: menudo cuento de nunca acabar. Primero hacen falta un par de años para edificarla, y lo más probable es que en este tiempo uno se muera; luego se necesitan dos o tres años hasta que la casa queda bien puesta en orden, y más tarde, cincuenta años o algo por el estilo hasta que se hace realmente habitable...» (pp. 75-76)

  Doctor Glas (Doktor Glas, 1905)
  Hjalmar Söderberg (1869-1941)
  Prólogo y trad. Gabriel Ferrater (1963)
  Ediciones Alfabia, 2011
  [auténtica casita en Canadá]
casita en Yecla

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Abbey: La banda de la tenaza

La Banda de la Tenaza. Edward Abbey
Edward Abbey
La Banda de la Tenaza (1975)
[The Monkey Wrench Gang]
Trad. J. Bonilla y T. Lanero
Ed. Berenice, 2012
Con ilustraciones de Robert Crumb
Ilustraciones de Robert Crumb
«—¿Qué era eso? —dijo la chica.
—Glen Canyon City.
—No, me refiero a eso —y señaló atrás.
Él miró por el espejo retrovisor.
—Eso era Glen Canyon City.
   Pasaron la desviación a Wahweap Marina. A millas de distancia, tras la pendiente de arena, las dunas, las hierbas de arroz indias, los matojos, se podía ver un grupo de edificios, un recinto para caravanas, carreteras, muelles, y un racimo de barcas en la bahía azul del lago. Lago Powell, la joya del Colorado, 180 millas de depósito amurallado por roca desnuda.
   Smith lo llamaba la muerte azul. Como el de Hayduke, su corazón estaba lleno de un odio bien alimentado. Porque Smith también recordaba algo diferente. Él recordaba el río de oro fluyendo hacia el mar. Recordaba un cañón llamado Paso Escondido, otro llamado Salvación, otro llamado Última Oportunidad, y otro llamado Prohibido y otros muchos más, algunos de ellos nunca tuvieron siquiera nombre. Él recordaba los extraños y grandes anfiteatros llamados Templo de la Música y Catedral del desierto. Todo aquello ahora estaba bajo las aguas de la reserva, desapareciendo lentamente bajo capas de sedimentos. ¿Cómo podía olvidarse? Había visto demasiado.» (pp. 46-47)
Lago Powell, 1990
Lago Powell, 1990
Construcción puente junto a la presa Hoover, 2008
Construcción puente junto a la Presa Hoover, 2008
Cañón del Colorado, 2009
Cañón del Colorado, 2009

Grand Canyon : Blink of Time from GOTM Films on Vimeo.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Cyrano de Bergerac: L'altre món

L'altre món. Cyrano de Bergerac
Savinien Cyrano de Bergerac
L'altre món:
I Els estats i els imperis de la lluna
II Viatge als estats del sol
Trad. Martí de Riquer / Jordi Raventós
Adesiara, 2009
El otro mundo
o Los Estados e Imperios de la Luna
Ilustraciones: Enrique Flores
Anaya, 2009 | Akal, 2011
O de cuando me enteré de que "Hercule-Savinien de Cyrano de Bergerac (1619-1655) fue un poeta, dramaturgo y pensador francés, coetáneo de Boileau y de Molière (y de la Santa Inquisición). Fue considerado libertino por su actitud irrespetuosa hacia todo lo establecido. También se le tiene por uno de los precursores de la ciencia ficción. Es especialmente conocido por la obra de teatro Cyrano de Bergerac de E. Rostand".
De Por qué leer los clásicos
Italo Calvino. Siruela, 2009:

"Precursor de la ciencia ficción, Cyrano alimenta sus fantasías con los conocimientos científicos de su tiempo y con las tradiciones mágicas renacentistas, topándose así con anticipaciones que sólo nosotros, más de tres siglos después, podemos apreciar como tales: los movimientos del astronauta que se ha sustraído a la fuerza de gravedad (llega mediante ampollas de rocío que son atraídas por el Sol), los cohetes de varios pisos, los «libros sonoros» (se carga el mecanismo, se apoya una aguja en el capítulo deseado y se escuchan los sonidos que salen de una especie de boca). Pero su imaginación poética nace de un verdadero sentimiento cósmico y lo lleva a mimarlas con movidas evocaciones del atomismo de Lucrecio; así celebra la unidad de todas las cosas, inanimadas o vivientes, incluso los cuatro elementos de Empédocles son uno solo, y los átomos unas veces más enrarecidos, otras más densos. «Y después os extrañáis de que esta materia, revuelta desordenadamente y al azar, pueda haber constituido un hombre, teniendo en cuenta que se necesitaban tantas cosas para construir su ser. ¿No sabéis, pues, que en su marcha hacia la producción de un hombre, esta materia se ha detenido un millón de veces para formar ya una piedra, ya plomo, ya coral, ya una flor, ya un cometa, y todo esto debido a la mayor o menor cantidad de ciertas figuras que se necesitaban para proyectar un hombre?»"

jueves, 1 de noviembre de 2012

Obama: Los sueños de mi padre

     «¿Qué es una familia? ¿Es sólo una cadena genética, padres e hijos, gente como yo? ¿O es una estructura social, una unidad económica, la solución óptima para criar hijos y dividirse el trabajo? ¿O quizás algo totalmente distinto: un cúmulo de recuerdos compartidos? ¿Un ámbito de amor? ¿Una pasarela sobr el vacío?» (p. 304)
   «Frente a esto sólo contaba con un aliado: la lejana autoridad de mi padre. Cada vez con más frecuencia [mi madre] me recordaba su historia, cómo había crecido pobre, en un país pobre, en un continente pobre, lo difícil que había sido su vida, tan dura como la peor que hubiera podido vivir Lolo. Sin embargo, él no eligió el camino fácil, ni inventó excusas. Era diligente y honesto, sin que le importase el precio a pagar. Había vivido según unos principios que le exigían una forma diferente de resistencia, unos principios que prometían una forma más sublime de poder. Mi madre había decidido que siguiera su ejemplo. No tenía elección. Estaba en los genes.» (p. 47)  
    «Había una chica en mi clase que me recordaba un tipo diferente de dolor. Se llamaba Coretta y, hasta que llegué yo, era la única negra de nuestro curso. Rolliza y de piel muy oscura, no parecía tener muchos amigos. Nos evitamos desde el primer día, aunque nos mirábamos desde lejos, como si el contacto directo sólo sirviera para darnos cuenta de nuestro aislamiento.»
Barack Obama (1995)

Los sueños de mi padre
(Dreams From My Father)
Una historia de raza y herencia
(A Story Of Race And Inheritance)

Traducción de Fernando Miranda
y Evaristo Páez Rasmussen
VINTAGE ESPAÑOL (2004)
Random House Inc.
Aquí: Editorial Almed, 2008

Young Obama in 1995:
Interview on Dreams From My Father
  Barack Obama: Los sueños de mi padre
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