jueves, 29 de noviembre de 2012

Luciano de Samósata: Relatos fantásticos


Relatos fantásticos
Luciano de Samósata (Siria, s.II d.C.)
Trad. & introducción Carlos García Gual
Alianza Editorial (1998)

«22. Quiero contar ahora las rarezas y maravillas que observé durante mi estancia en la luna. Lo primero es que los selenitas no nacen de mujeres, sino de los hombres. Porque los matrimonios son entre varones y ni siquiera conocen el nombre de mujer. Hasta los veinticinco años cada individuo actúa como esposa, y a partir de éstos como marido. No se quedan preñados en el vientre sino en las pantorrillas. Cuando el feto es concebido, empieza a engordar la pierna y, al pasar el plazo de tiempo, la abren de un tajo y sacan los fetos muertos; pero los colocan de cara al viento con la boca abierta y recobran la vida. Me parece que de ahí les vino a los griegos el nombre de "pantorrilla", por transportar allí el embrión en lugar de en la barriga.
  Pero voy a contar otra cosa aún más gorda que ésta. Hay entre ellos una raza de hombres, a los que llaman “arbóreos”, que nacen del modo siguiente: rebanan el testículo derecho de un hombre y lo plantan en el suelo, y de él nace un árbol altísimo, carnoso, como un falo, pero tiene además ramas y hojas y sus frutos son bellotas del tamaño de un codo. Cuando ya están maduras, las recolectan y, descorte- zándolas, extraen a los hombres de esta clase. Además tienen sus órganos sexuales artificiales: los unos los tienen de marfil y los pobres de madera. Y con ellos tienen relaciones y fecundan a sus cónyuges.

23. Cuando un individuo envejece, no llega a morir, sino que se disuelve como humo y se transforma en aire. Tienen todos la misma comida; pues encienden fogatas y tuestan ranas sobre las ascuas. Hay por allí muchas ranas que vuelan por entre la bruma. Mientras se van asando, ellos se sientan alrededor, como en torno a una mesa, inhalan el humo que despiden y así se banquetean. Ése es el alimento con el que se mantienen. En cuanto a la bebida, exprimen el aire en una copa y se destila un líquido como el rocío. Tampoco orinan ni excrementan, porque ni siquiera tienen agujero detrás, como nosotros, y los jovencitos no ofrecen sus posaderas para el trato sexual, sino el hueco en su rodilla sobre las pantorrillas, pues por allí están agujereados.»

Luciano y sus aeromosquitos, aerobailones, ajoguerreros, bucéfalos, cabalgabuitres, cabalgagrullas, cabalgahormigas, corchó- podos, gorrioniboludos, lechuguialados, mijotiradores, nubicentauros, perribellotas, pulguiarqueros, tallisetas, ventirraudos...

2 comentarios:

Pterosister dijo...

No sabía yo que este hombre había escrito tales despropósitos, que me han encantado, por otra parte.

Pero lo que más me ha gustado ha sido: Cuando un individuo envejece, no llega a morir, sino que se disuelve como humo y se transforma en aire.

Elena dijo...

Pues sí, precisamente esa preciosa cita (inter nos) nos viene muy al caso.

Por otra parte, como your husband debe bien saber, el librito no tiene desperdicio. Y según Sergi Grau, es una de las fuentes de El otro mundo de Cyrano, del mito de Jonás y la ballena, Simbad, Pinocho, Gulliver, Pantagruel...

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