Relatos fantásticos Luciano de Samósata (Siria, s.II d.C.) Trad. & introducción Carlos García Gual Alianza Editorial (1998) «22. Quiero contar ahora las rarezas y maravillas que observé durante mi estancia en la luna. Lo primero es que los selenitas no nacen de mujeres, sino de los hombres. Porque los matrimonios son entre varones y ni siquiera conocen el nombre de mujer. Hasta los veinticinco años cada individuo actúa como esposa, y a partir de éstos como marido. No se quedan preñados en el vientre sino en las pantorrillas. Cuando el feto es concebido, empieza a engordar la pierna y, al pasar el plazo de tiempo, la abren de un tajo y sacan los fetos muertos; pero los colocan de cara al viento con la boca abierta y recobran la vida. Me parece que de ahí les vino a los griegos el nombre de "pantorrilla", por transportar allí el embrión en lugar de en la barriga. |
Pero voy a contar otra cosa aún más gorda que ésta. Hay entre ellos una raza de hombres, a los que llaman “arbóreos”, que nacen del modo siguiente: rebanan el testículo derecho de un hombre y lo plantan en el suelo, y de él nace un árbol altísimo, carnoso, como un falo, pero tiene además ramas y hojas y sus frutos son bellotas del tamaño de un codo. Cuando ya están maduras, las recolectan y, descorte- zándolas, extraen a los hombres de esta clase. Además tienen sus órganos sexuales artificiales: los unos los tienen de marfil y los pobres de madera. Y con ellos tienen relaciones y fecundan a sus cónyuges. 23. Cuando un individuo envejece, no llega a morir, sino que se disuelve como humo y se transforma en aire. Tienen todos la misma comida; pues encienden fogatas y tuestan ranas sobre las ascuas. Hay por allí muchas ranas que vuelan por entre la bruma. Mientras se van asando, ellos se sientan alrededor, como en torno a una mesa, inhalan el humo que despiden y así se banquetean. Ése es el alimento con el que se mantienen. En cuanto a la bebida, exprimen el aire en una copa y se destila un líquido como el rocío. Tampoco orinan ni excrementan, porque ni siquiera tienen agujero detrás, como nosotros, y los jovencitos no ofrecen sus posaderas para el trato sexual, sino el hueco en su rodilla sobre las pantorrillas, pues por allí están agujereados.» Luciano y sus
aeromosquitos, aerobailones, ajoguerreros, bucéfalos, cabalgabuitres, cabalgagrullas, cabalgahormigas, corchó- podos, gorrioniboludos, lechuguialados, mijotiradores, nubicentauros, perribellotas, pulguiarqueros, tallisetas, ventirraudos... |
jueves, 29 de noviembre de 2012
Luciano de Samósata: Relatos fantásticos
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2 comentarios:
No sabía yo que este hombre había escrito tales despropósitos, que me han encantado, por otra parte.
Pero lo que más me ha gustado ha sido: Cuando un individuo envejece, no llega a morir, sino que se disuelve como humo y se transforma en aire.
Pues sí, precisamente esa preciosa cita (inter nos) nos viene muy al caso.
Por otra parte, como your husband debe bien saber, el librito no tiene desperdicio. Y según Sergi Grau, es una de las fuentes de El otro mundo de Cyrano, del mito de Jonás y la ballena, Simbad, Pinocho, Gulliver, Pantagruel...
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