viernes, 22 de mayo de 2020

Tristeza de la tierra, de Éric Vuillard



«La función [Wild West Show] ha terminado; la gente pasea entre los puestos de artesanía y los quioscos de perritos calientes. Echan un vistazo, se prueban un collar. ¡Les encantaría llevarse un tomahawk, una pluma aunque sea! Es lo que en la actualidad llamamos merchandising. Los indios venden los productos derivados de su genocidio. Regatean con los curiosos, y luego amontonan los pequeños billetes en sus carteras de piel.
    El reality show no es, pues, como pretendemos, el último avatar, cruel y posesivo, del entretenimiento de masas. Es más bien su origen: impele a los autores del drama a una amnesia sin retorno. Los supervivientes de Wounded Knee deberán recibir eternamente los tiros de fogueo de los rangers del general Miles, día y noche, puesto que, gracias a unos proyectores gigantes, el del Salvaje Oeste será el primer espectáculo con iluminación de la historia del mundo, el primer espectáculo nocturno.
    De ahora en adelante, ya sea en Estrasburgo o en Illinois, los supervivientes de la masacre interpretarán una y otra vez la versión soft de Wounded Knee. Una versión en la que los indios y el 7º Regimiento de Caballería se enfrentan heroicamente y de la cual el ejército americano sale victorioso. Y esa interpretación "buffalo-billesca" de los hechos será representada durante más de un año por toda Europa. En esa versión retocada no se relata ni la traición de los ganaderos ni la emboscada de Riley Miller, que mató a todos los indios que pudo antes de ceder a cambio de calderilla sus túnicas y sus cabelleras a Charles Bristol para su pequeña caseta de reliquias de la Exposición Universal de Chicago. Es una versión de la masacre revisada y corregida por Buffalo Bill y John Burke, al más puro estilo norteamericano. Es una versión para nuestros libros de texto. Una versión para niños. En ese pequeño montaje teatral no caben ni la larga y agotadora marcha de los sioux que huían de su reserva ni las maniobras de los rangers para conducirlos dócilmente, hordas condenadas, a Wounded Knee. No está tampoco el cañón Hotchkiss, ni su tecnología milagrosa. Como tampoco están ya la ventisca, ni la fosa común, ni las mujeres, ni los niños.» (págs. 82-84)

Éric Vuillard (Lyon, 1968)
TRISTEZA DE LA TIERRA. LA OTRA HISTORIA DE BUFFALO BILL
[Tristesse de la terre : Une histoire de Buffalo Bill Cody, 2014]
Traducción de Regina López Muñoz
Errata Naturae, 2015 - 144 págs. - inicio - Bibl. Gracia

["Con un lenguaje de una precisión, elocuencia y belleza sobrecogedoras, Vuillard nos presenta el retrato de un hombre devorado por su mito y desposeído de sí mismo, así como el de toda una nación cimentada sobre la masacre, el expolio y el espectáculo."]

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