Ursula K. Le Guin (Berkeley, 1929 - Portland, 2018)
CONVERSACIONES SOBRE LA ESCRITURA
CON DAVID NAIMON
[Conversations on Writing, 2018]
Trad. Núria Molines Galarza
Alpha Decay, 2020 - 104 págs. - fragmento
- Una escritora más allá de la (ciencia) ficción, A. Seoane
[mucha Ursula]
«David Naimon: ¿Puedes hablarme un poco de cómo crees que compensa o no el uso de elegir el pasado o el presente? Has comentado en alguna ocasión que elpasado permite ir hacia delate y hacia atrás en el tiempo con mayor facilidad, que imita mejor la manera que tiene de funcionar la cabeza y la memoria.
Ursula K. Le Guin: Y va especialmente de la mano con contar una gran historia, un relato con profundidad real, pero es complicado. Sin duda, el presente tiene usos en los que es maravilloso, pero en estos últimos tiempos se ha usado a ciegas, como si fuera la única manera de contar una historia -es un recurso habitual de escritores noveles que no han leído demasiado-. Bueno, yo creo que es una buena manera de contar algunas historias, pero no todas. Es inherentemente limitante. Yo lo llamo el foco de contraluz. Ves una luz justo delante y todo lo demás está a oscuras. Es estupendo para crear suspense, historias muy dramáticas o para estilos de escritura que van muy directos al grano, pero si quieres contar una historia grande y larga, como en los libros de Elena Ferrante o The Last Hundred Years, de Jane Smiley, que avanza año tras año desde 1920 a 2020, ahí el presente lo estropearía todo. Presuponer que el presente es literalmente el "ahora" y que los tiempos pasados son literalmente remotos es de lo más ingenuo.» (pág. 31)
«DN: En Steering The Craft incluyes ejercicios al final de cada capítulo. ¿Tienes alguno preferido? ¿Alguno que suela resultar particularmente útil o difícil?
UKL: Como comento en el libro, el de "Castidad" fue uno que me inventé cuando tenía catorce años, cuando me di cuenta de que mis primeros esbozos de escritura no es que fuesen floridos, pero sí que tenían demasiadas palabras, demasiados adjetivos y adverbios. Así que intenté escribir una página entera de prosa sin adjetivos ni adverbios. Es complicado, porque hasta palabras tan básicas como "solo" o "entonces" son adverbiales, así que a veces no es posible eliminarlas todas. Pero seguro que puedes quitar todos los adverbios acabados en "-mente" y los adjetivos pomposos. Al final el resultado es un texto en prosa muy casto y muy llano. Y como has puesto todas tus energías en los verbos y en los sustantivos, es más fuerte y más rico. "Castidad" es un ejercicio que he usado en casi todos los talleres que he impartido. ¡Y la gente lo odia! Pero no tanto como el último ejercicio, "Una tarea terrible", en que te toca coger un texto tuyo y reducirlo a la mitad, decir lo mismo pero con la mitad de las palabras.» (pág. 39-40)
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