Juan Marsé (Barcelona, 1933-2020)
NOTAS PARA UNAS MEMORIAS QUE NUNCA ESCRIBIRÉ
Prólogo de Ignacio Echevarría
Lumen, 2021 - 448 págs. - fragmentos
— Mi nefasta experiencia como jurado, Juan Marsé
— El moco nacional, Juan Marsé (2018)
— Recordando a Juan Marsé, Joan de Sagarra
— La despedida del forastero, Ignacio Echevarría
[sí]
«Jueves, 13 de mayo (de 2004)
He ido a nadar. Se agrava la alergia en la piel. Me gustaría alcanzar una prosa desprovista totalmente de estilo y capaz de ocultar tras ella a los personajes y a mí mismo. Pienso en los chavales desamparados de mis novelas. ¿Por qué con ellos y a través de ellos me reconozco más vivo y auténtico, y no cuando me miro en el espejo o cuando me miran mis semejantes, y veo esos despojos del niño que fui?
Viernes, 14 de mayo
Nadando mato la alergia. Pero no me puedo pasar la vida nadando —aunque, bien pensado, no estaría mal. Por lo demás, nada digno de mención. ¡A quién diablos pueden interesarles estas nimiedades de un escritor tan poco dotado como yo? La palabra es NO. En relación con mi vida social y mi actividad pública como intelectual, la palabra favorita, la que desde hace ya mucho tiempo vengo utilizando —y lo seguiré haciendo hasta que muera—, es el monosílabo NO. [...]
Sábado, 15 de mayo
A Calafell. Nada que reseñar. Me he propuesto no hacer planes que vayan más allá de la próxima media hora.» (págs. 110-111)
«Miércoles, 15 de diciembre (de 2004)
[...] No tengo ningún mensaje, no escribo para demostrar nada, no tengo nada que decir. Escribo y punto. No te pongas estupendo, chaval. ¿Por qué demonios, en medio de este mundo frenético y atrabiliario y loco, por qué escribo aquí estas banalidades, cuando lo que de veras deseo fervientemente es esfumarme, desaparecer detrás de mis libros sin dejar memoria de mi persona/personaje? [...]
Lunes, 20 de diciembre
Nuevo encuentro con Óscar Collazo, al ir a por el pan y el diario. Dedico la mañana a ordenar los libros en las nuevas estanterías, y de paso hago limpieza de papeles, recortes y viejas revistas. Me pregunto por qué he guardado tantas tonterías que dicen (y digo) sobre mí. ¿La vanidad? ¿La creencia de que algún día pueda este material servirme de algo, como recordatorio, por ejemplo, para unas memorias...? Nunca escribiré memorias. Lo tiro casi todo a la papelera.» (págs. 195-197)
1 comentario:
Pero no puedo con sus novelas.
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