"Las últimas palabras del rabino Akiva (al que los romanos envolvieron en una Torá antes de pegarle fuego) fueron: «Escucha, Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno.»
«Menuda patochada», pensó Kugel mientras recorría los pasillos del supermercado. Montaigne escribió sobre quienes afrontaron sus ejecuciones con humor, no con el dramatismo y la estrechez de miras de la perspectiva humana, sino con la humorística y omnisciente actitud divina. «En honor a la Parca, seré parco» dijo un condenado a la horca cuando lo invitaron a pronunciar sus últimas palabras. Otro condenado, ante la insistencia de un cura para que encomendara su alma a Dios, dijo: «Lo haré en cuanto lo vea».
En su lecho de muerte, a Voltaire le pidieron que repudiara al demonio. «¿Os parece el mejor momento para hacer enemigos?», preguntó Voltaire." (pp. 88-89)
«Menuda patochada», pensó Kugel mientras recorría los pasillos del supermercado. Montaigne escribió sobre quienes afrontaron sus ejecuciones con humor, no con el dramatismo y la estrechez de miras de la perspectiva humana, sino con la humorística y omnisciente actitud divina. «En honor a la Parca, seré parco» dijo un condenado a la horca cuando lo invitaron a pronunciar sus últimas palabras. Otro condenado, ante la insistencia de un cura para que encomendara su alma a Dios, dijo: «Lo haré en cuanto lo vea».
En su lecho de muerte, a Voltaire le pidieron que repudiara al demonio. «¿Os parece el mejor momento para hacer enemigos?», preguntó Voltaire." (pp. 88-89)
3 comentarios:
«La diferencia entre la palabra apropiada y la palabra casi apropiada —dijo Mark Twain— es la misma que hay entre un rayo y una raya». (Esperanza: una desgracia, p. 8)
"He aquí lo que el padre de Samuel Beckett dijo justo antes de morir: «Menuda mañana»."
(Esperanza: una desgracia, p. 10)
Y donde dije desgracia digo tragedia.
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