«Menéndez estaba buscando un pattern, un orden, un indicio que le permitiera seguir una pista. Como si le leyera el pensamiento o tuviera alguien que lo informara, Recycler empezó a complicar sus alusiones, en lo que parecía un desafío. En una ocasión los expertos habían detectado una referencia al Finnegans Wake de Joyce. La bomba que mató a un investigador en trasplantes de órganos en New Jersey había sido enviada con el nombre H. C. Ear Wicker. En sajón antiguo Wicker significa Woods. Pero H. C. Earwicker era el protagonista de la novela de Joyce, un personaje que a menudo tomaba la identidad de Norse god Woden, que remitía a los duendes del bosque en la mitología escandinava. Menéndez estaba furioso. Era imposible adivinar lo que quería decir esa estupidez erudita, salvo que interpretara todos los signos como un mensaje. Entonces Flem Argand, el frágil y tímido agente experto en literatura, recordó que los físicos y los matemáticos eran grandes lectores de Finnegans y que quark, el nombre de la partícula invisible que está en el origen del cosmos,
recibía su nombre en homenaje al Finnegans de Joyce
porque de allí habían tomado el nombre los científicos. Los matemáticos son sofisticados
y están aburridos porque habitualmente pierden su creatividad antes de los veinticinco años y
quedan fuera de juego, superados por los jóvenes genios adolescentes que inventan fórmulas y resuelven enigmas, mientras los veteranos siguen ahí como dinosaurios o excombatientes y a veces vuelven para dar un curso pero la mayor parte del tiempo la dedican a leer a Joyce.» (pág. 123)
2 comentarios:
Y cómo he tardado yo tanto en enamorarme de este hombre?
Piglia habla sobre El camino de Ida en TVE. ("EStamos en un momento en el que viajamos más los escritores que los libros.")
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