Ana Iris Simón (Campo de Crptana, 1991)
FERIA
Círculo de Tiza, 2020 - 232 págs. - inicio - MAGO
— Manifiesto ideológico (emboscado), Santi (ULAD)
— Ana Iris habla con Alberto Olmos
— Ana Iris habla con Luz Sánchez-Mellado
— Ana Iris habla con Sandra Cañedo
— Carta de JM de Prada
— La escritora roja que enamora a la gente de derechas, Juan Soto Ivars
[enrevesado homenaje a la familia y al pasado]
«Las mariposas monarca recorren cada año cinco mil kilómetros durante su migración. Las nacidas a finales de verano o inicio de otoño son las que migran, pero para cuando llegan a su destino y comienza la migración del año siguiente, varias generaciones han vivido y muerto. Serán sus tataranietos los que realizen el viaje a la inversa, tataranietos monarca que de algún modo conocen el camino de vuelta y siguen las mismas rutas que sus ancestros y en ocasiones vuelven al mismo árbol. Lo que le quería decir a mi padre con esa carta es que si había elegido ir a la universidad para aprender a contar historias era porque él era mi padre, porque él me había enseñado ya a contarlas. "No hay otros mundos, pero sí hay otros ojos", eso dice una canción de El último de la fila que me ponía en el Lada de camino a Criptana y en eso consiste escribir y en ninguna facultad de Periodismo te ponen esa canción de El último de la fila y por eso ninguna facultad de Periodismo tiene mucho sentido.» (págs. 149-150)
NIRE AITAREN ETXEA Gabriel Aresti, 1963 Nire aitaren etxea defendituko dut. Otsoen kontra, sikatearen kontra, lukurreriaren kontra, justiziaren kontra, defenditu eginen dut nire aitaren etxea. Galduko ditut aziendak, soloak, pinudiak; galduko ditut korrituak, errentak, interesak, baina nire aitaren etxea defendituko dut. Harmak kenduko dizkidate, eta eskuarekin defendituko dut nire aitaren etxea; eskuak ebakiko dizkidate, eta besoarekin defendituko dut nire aitaren etxea; besorik gabe, sorbaldik gabe, bularrik gabe utziko naute, eta arimarekin defendituko dut nire aitaren etxea. Ni hilen naiz, nire arima galduko da, nire askazia galduko da, baina nire aitaren etxeak iraunen du zutik. |
LA CASA DE MI PADRE Gabriel Aresti, 1963 Defenderé la casa de mi padre. Contra los lobos, contra la sequía, contra la usura, contra la justicia, defenderé la casa de mi padre. Perderé los ganados, los huertos, los pinares; perderé los intereses, las rentas, los dividendos, pero defenderé la casa de mi padre. Me quitarán las armas y con las manos defenderé la casa de mi padre; me cortarán las manos y con los brazos defenderé la casa de mi padre; me dejarán sin brazos, sin hombros y sin pechos, y con el alma defenderé la casa de mi padre. Me moriré, se perderá mi alma, se perderá mi prole, pero la casa de mi padre seguirá en pie. (págs. 133-134)
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