«Ausias March en el poema Veles e vents enumera los vientos favorables y adversos, que encontrará en los dudosos caminos de la mar durante la travesía de regreso a Valencia, su patria, desde algún lugar de Italia. El poeta también describe el peligro de la tempestad, que pondrá a hervir el mar como una cazuela al horno. Raimon ha cantado este poema de amor, azar y muerte de Ausias March con una inspiración extraordinaria. Raimon ha sido durante toda la travesía de su vida, con vientos casi siempre contrarios, un resistente imbatible de la lengua y la cultura catalana, un artista que ha puesto su talento al servicio de la propia identidad. La canción Diguem no fue su grito de rebeldía, que se inició durante la dictadura franquista y que a lo largo de los años se ha ido adaptando como una protesta ritual a cualquier fanatismo de uno u otro bando que nos ha golpeado. El espíritu del no es el que educa al niño contra cualquier capricho, el que afirma la personalidad del adolescente frente a la primera tentación, el que hace libre al joven ante cualquier estupidez, el que impide al viejo bajar los brazos ante la adversidad. |
Ahora mismo en Cataluña el proceso hacia la independencia es esa cazuela al horno que Ausias March encontró de regreso a la patria y en torno a esa tempestad gira la rosa enloquecida de los vientos. En unas recientes declaraciones Raimon ha tratado de matizar su postura frente a este proceso; se ha declarado no indepen- dentista; ha analizado los argumentos a favor y en contra, no por nada, más bien porque le gustaría probar primero cómo está de sal esa cazuela de pasiones que hierve ahora. Ha sido suficiente esta duda metódica, propia de un intelectual com- prometido consigo mismo, de un artista más allá de la política rudimentaria, para que los talibanes de la independencia, en plena berrea de celo, se hayan abatido sobre él bajo el amparo del anonimato de las redes sociales para ensuciar una trayectoria intachable. Debe quedar claro que antes de llegar a la política, primero se requiere una integridad moral, después una libertad intelectual, luego una rebeldía social. Finalmente, se podrá alcanzar o no la independencia, pero esta no se librará de la miseria si está asentada en el fanatismo.» |
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Ara que som junts diré el que tu i jo sabem i que sovint oblidem: Hem vist la por ser llei per a tots. Hem vist la sang -que sols fa sang- ser llei del món. No, jo dic no, diguem no. Nosaltres no som d'eixe món. |
Hem vist la fam ser pa dels treballadors. Hem vist tancats a la presó homes plens de raó. No, jo dic no, diguem no. Nosaltres no som d'eixe món. Letra y música: Raimon (1963) |
domingo, 11 de mayo de 2014
Nosaltres no som d'eixe món
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2 comentarios:
Olé por el Vicent y olé por el Raimon.
Casualmente hoy me he topado (no la vi en su día) con la entrevista que Gabilondo le hizo al Gran Wyoming, en la que éste dice que España es el único país democrático donde sus dirigentes arremeten contra los artistas y los intelectuales, y que desde aquel "no a la guerra" los han demonizado y los han castigado sin descanso (críticas y calumnias, IVA cultural, fin de las subvenciones...).
En fin, que estamos igual que con "el gordito bajo palio" (palabras de Forges).
Si, Pter, igual. O peor si tenemos en cuenta como podría ser todo si las cosas se hubieran hecho bien.
"[...] antes de llegar a la política, primero se requiere una integridad moral, después una libertad intelectual, luego una rebeldía social [...]". Reiremos para no llorar al ver lo que nos gobierna.
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