- Ahir, de Agota Kristof
- Lectura fácil, de Cristina Morales
- Chilean Electric, de Nona Fernández
- El encargo, de Javier Melero
- Hiere, negra espina, de Claude Louis-Combet
- Testimonio materno, de Elena Soriano
- El reino, de Gonzalo M. Tavares
- Paraguas en llamas, de Jordi Mestre
- Canto jo i la muntanya balla, de Irene Solà
- Europa Automatiek, de Cristian Crusat
- Contra Amazon, de Jorge Carrión
- Me llamo Vila-Matas, como todo el mundo, A. G. Porta
- El pasajero, de Ulrich-Alexander Boschwitz
- La peor parte, de Fernando Savater
- El colgajo, de Philippe Lançon
- El buen soldado, de Ford Maddox Ford
- De Profundis, de José Cardoso Pires
- Corazón giratorio, de Donald Ryan
- Mirarse de frente, de Vivian Gornick
- Volverse Palestina, de Lina Meruane
- El amigo, de Sigrid Nunez
- La revolución de las flâneuses, de Anna Maria Iglesia
- Mi cuerpo también, de Raquel Taranilla
- Manifiesto incierto, de Frédéric Pajak
- Todos llevan máscara, Laura Freixas
- Desierto sonoro, Valeria Luiselli
- Susan Sontag, la entrevista completa de 'Rolling Stone', Jonathan Cott
- El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, Tatiana Tibuleac
- Aquí y ahora, Miguel Ángel Hernández
- Sigo aquí, Maggie O'Farrell
- Un día en la vida de un editor, Jorge Herralde
- Abecedario de las muñecas, Camilla Grudova
- El coste de vivir, Deborah Levy
- Cosas que no quiero saber, Deborah Levy
- Mi padre, el pornógrafo, Chris Offutt
- El Director, David Jiménez
- A mí no me iba a pasar, Laura Freixas
- El increíble viaje de las plantas, de Stefano Mancuso
- Un apartamento en Urano, de Paul B. Preciado
- Zuleijá abre los ojos, de Guzel Yájina
- La noche fenomenal, de Javier Pérez Andújar
- La biblioteca en llamas, de Susan Orlean
- Retrato del futbolista adolescente, de Valentín Roma
- Mi marido es de otra especie, de Yukiko Motoya
- El frío, de Thomas Bernhard
- El aliento, de Thomas Bernhard
- Otra vida por vivir, de Theodor Kallifatides
- Paseos con mi madre, de Javier Pérez Andújar
- Claus y Lucas, de Agota Kristof
- El poeta que rugió a la luna y se convirtió en tigre, de Atsushi Nakajima
- Cárdeno adorno, de Katharina Winkler
- Teoria King Kong, de Virginie Despentes
- Diario de la caída, de Michel Laub
- Zami. Una biomitografía, de Audre Lorde
- Iluminada, de Mary Karr
- Un occidental en Japón, de Donald Keene
- La dependienta, de Sayaka Murata
- Distraídos venceremos, de Andrea Valdés
- Esta bruma insensata, de Enrique Vila-Matas
- Los antepasados, de Mary Ann Clark Bremer
- Una pena en observación, de C.S.Lewis
- Papeles Falsos, de Valeria Luiselli
- Cuaderno [...] duelo, de Miguel Ángel Hernández
- Sita, de Kate Millet
- La analfabeta, de Agota Kristof
- Tierra de mujeres, de María Sánchez
- Sujeto elíptico, de Cristian Crusat
- Cabinet d´amateur, una novela oblicua, de Enrique Vila-Matas
- Desembalo mi bibiblioteca, de Walter Benjamin
- Conviene tener un sitio adonde ir, de Emmanuel Carrère
- Desde esta colina, de Sue Hubbell
- América, de Manuel Vilas
- Mi vida en la carretera, de Gloria Steinem
- La campana de cristal, de Sylvia Plath
- Feliz final, de Isaac Rosa
- Una habitación propia, de Virginia Woolf
- La única historia, de Julian Barnes
- Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, Maya Angelou
- Lugares fuera de sitio, de Sergio del Molino
- Una curiosidad insaciable, de Richard Dawkins
- El monarca de las sombras, de Javier Cercas
- Relato de mi vida, de Thomas Mann
- Claudio López de Lamadrid, editor
- Conversaciones entre amigos, de Sally Rooney
- Saliendo de la estación de Atocha, de Ben Lerner
- Mamá, de Luis Antonio de Villena
martes, 31 de diciembre de 2019
Libros de 2019
domingo, 29 de diciembre de 2019
El Roto, fin de año (aciago)
¡Todo está aquí dentro! ¡Qué pequeño es el mundo! [El Roto en El País, 28/12/2019] |
Nos adelantamos a vuestros deseos y os decimos cuáles son. [El Roto en El País, 20/12/2019] |
|
La lucha contra el cambio climático consiste mayormente en hablar del tiempo. [El Roto en El País, 5/09/2019] |
En los salones donde se celebraba la cumbre del clima, la climatización funcionaba perfectamente. [El Roto en El País, 3/12/2019] |
|
(Solución habitacional) Me han dicho que sólo es temporal. [El Roto en El País, 12/12/2019] |
!Hay que proteger a la familia! ¡Despide a las embarazadas! [El Roto en El País, 18/11/2019] |
|
Pido una explicación, no una limosna. [El Roto en El País, 21/12/2019] |
Necesitamos inmigrantes para sostener el sistema que los genera. [El Roto en El País, 8/09/2019] |
|
Así es un muro, hijo, empieza a practicar. [El Roto en El País, 24/11/2019] |
Quemar contenedores puntúa para los exámenes de historia. [El Roto en El País, 31/10/2019] |
|
Me voy a presentar a las elecciones, la gente vota a los payasos. [El Roto en El País, 5/10/2019] |
No sé qué pensar, no sé qué decir, no sé qué hacer. ¡Vótanos! ¡Nosotros tampoco! [El Roto en El País, 5/11/2019] |
|
Los nuevos partidos repetían los viejos errores. Los votantes, aburridos, se fueron a casa. [El Roto en El País, 16/09/2019] |
¿A quién votaste ayer? Pues ya ni me acuerdo. [El Roto en El País, 11/1172019] |
viernes, 27 de diciembre de 2019
Ahir, de Agota Kristof
Agota Kristof (Hungría, 1935 - Suiza, 2011)
AHIR
[Hier, 1995]
Trad. Jordi Rourera Peret
Empúries, 2009 - 136 pàgs. - Bibl. Gracia
— Agota esencial, Lolita Bosch
[Agota i l'inexpresable silenci]
«L’endemà al matí, puja a l’autobús i s’asseu al meu costat, com de costum. Amb el braç esquerre, porta la seva petita, fa lliscar la mà dreta en la meva. No pregunto. Viatgem així fins a la fàbrica.
Fa bo. A migdia, dinem, després passegem pel parc. No hi ha ningú a la vora, no parlem. Davant nostre, l’edifici monstruós de la fàbrica. Més lluny, un paisatge magnífic com només es troben als prospectes turístics.
Poso la mà sobre la de la Line. Ella no l’enretira. En veu baixa, recito un dels poemes que li he escrit, en la nostra llengua materna.
-De qui és?
-És meu.
-Crec que potser sí que tens talent, Sandor.
Hem de tornar a la feina. Les nostres mans se separen. I penso que no podré viure més sense la mà de la Line dins la meva. Com retenir-la?»
miércoles, 25 de diciembre de 2019
martes, 24 de diciembre de 2019
Lectura fácil, de Cristina Morales
Cristina Morales (Granada, 1985)
LECTURA FÁCIL
Anagrama, 2018 - 424 págs. - inicio
— Iniciativa Sexual Femenina
- C. Morales, Elise Moreau y Elisa Keisanen
— Cristina en Página 2
— "Leer ya es un acto emancipatorio"
— "Puedo reflexionar sobre el dolor de regla y el Estado de bienestar en un mismo párrafo"
— JM Nadal Suau habla con Cristina
[lectura difícil]
LECTURA FÁCIL
Anagrama, 2018 - 424 págs. - inicio
— Iniciativa Sexual Femenina
- C. Morales, Elise Moreau y Elisa Keisanen
— Cristina en Página 2
— "Leer ya es un acto emancipatorio"
— "Puedo reflexionar sobre el dolor de regla y el Estado de bienestar en un mismo párrafo"
— JM Nadal Suau habla con Cristina
[lectura difícil]
«En la página 71 de los Métodos
se dice que la polisemia es un accidente semántico
y que hay que evitarlo.
Polisemia es cuando una palabra tiene varios significados.
No tiene nada que ver con la polio,
que es una enfermedad,
ni con la policía,
que todo el mundo sabe lo que es,
ni con los polideportivos,
que son gimnasios muy grandes.
Accidente es como un accidente de coche o de moto o de avión,
o un accidente laboral como el que tuvo mi prima Natividad
estando en la universidad,
y por el que se quedó discapacitada intelectual severa
por el síndrome de las Compuertas.
Y semántico es lo que significan las palabras.
Sé que síndrome de las Compuertas
es una cosa muy difícil que muy poca gente conoce,
pero en Lectura Fácil solo hay que contar
lo que el lector necesite.
Y como esta es la historia de mi vida
al lector no le hace falta ninguna
saberse las enfermedades de mí prima.
Solo lo he puesto como ejemplo
de lo que puede ser un accidente.
Yo no sabía nada de lo que era la polisemia
ni los accidentes semánticos.
Lo busqué en el móvil y seguía sin enterarme bien.
Entonces le pregunté a mí persona de apoyo
y ella también lo buscó en su móvil
y me lo explicó mejor,
y así ahora yo puedo explicárselo a mis lectores,
porque en la página 73 de los Métodos
se dice que "no hay que dar
ningún conocimiento previo por asumido".
Conocimiento es algo que sabes.
Previo es antes.
Dar por asumido es dar por sentado.
Como yo no puedo dar por sentado
que los lectores hayan leído
ni el libro de las Directrices ní el libro de los Métodos
de Lectura Fácil,
pues tengo que explicarlo todo
porque nadie nace sabiendo.» (págs. 214-216)
domingo, 22 de diciembre de 2019
viernes, 20 de diciembre de 2019
Chilean Electric, de Nona Fernández
Nona Fernández (Santiago de Chile, 1971)
CHILEAN ELECTRIC
Minúscula, Paisajes narrados - 110 págs.
- Narrar es iluminar, Lissette Fossa
- Nona habla con Anna Maria Iglesia
[posmemoria chilena]
«Solo hay un pequeño detalle que ensombrece el relato de mi abuela, un hoyo negro que amenaza con tragarse la veracidad de la escena completa. La ceremonia de la luz fue en 1883, apenas cuatro años después de que el iluminado Thomas Alva Edison hubiera patentado su lámpara eléctrica incandescente; el mismo año en que la guerra del Pacífico en contra de Perú y Bolivia llegó a su fin, consolidando la propiedad y la fortuna del salitre para Chile; y exactamente veinticinco años antes de que ella, la niña rubia, la mujer sin ombligo, mi abuela, protagonista de la escena narrada, naciera.» (págs. 32-33)
martes, 17 de diciembre de 2019
lunes, 16 de diciembre de 2019
El encargo, de Javier Melero
Javier Melero (Barcelona, 1958)
EL ENCARGO
UN ABOGADO EN EL JUICIO DEL PROCÉS
Ariel, 2019 - 352 págs. - fragmentos
· Entrevista en El Confidencial
· Entrevista en El País
· A MVLl también le ha gustado
[sagaz]
«[...] Esa inquietud por el aspecto me pareció un magnífico augurio: la dejadez atrae al fracaso. Parece una tontería, pero es verdad. La gente con sensación de fracaso diseña el entorno apropiado para el fracaso y lo expande a su alrededor.
La declaración del cliente no tiene por qué suponer un problema, siempre y cuando se haya preparado al detalle. En un proceso penal nunca sabes cuáles son las preguntas que van a hacer el juez y las otras partes: no hay más secreto que intuirlas y tener a punto las respuestas oportunas. La tesis que quieres defender tiene que fluir, pero no como un discurso, sino a preguntas. De hecho, no hay interrogatorio más exitoso que aquél en el que la defensa —que actúa siempre en último lugar— no tiene que intervenir porque todo ha sido dicho de manera satisfactoria respondiendo a las acusaciones. Yo siempre pretendía que se interiorizaran unas reglas elementales, bastante intuitivas, para asegurar el tiro. La primera, no responder a preguntas que no te han hecho. No hay que avanzar información. Todos los sujetos que están en un estrado cobran por preguntar: que se ganen sus honorarios. Si algo de interés no ha sido preguntado, ya te lo preguntará tu defensa al final. Esta recomendación —que no deja de parecer una perogrullada— es especialmente importante en el caso de los políticos; sujetos que hablan mucho, suelen hablar en público frecuentemente, creen que hablan bien y tienen una gran confianza en su poder de convicción. Conviene recordarles cuantas veces sea preciso que se van encontrar ante el peor público del mundo: gente habituada a todos los recursos retóricos para quienes lo que tú consideras un original hallazgo resulta un tópico manido que han oído mil veces.
La segunda es que no des detalles que no te han pedido. No te refieras a sujetos por los que nadie ha preguntado: la ampliación del banquillo servirá para eso, para ampliar el banquillo, no para sacarte a ti. Todos tendemos a enriquecer nuestra historia para darle verosimilitud, pero no se gana nada y se puede complicar el interrogatorio abriendo vías de agua insospechadas. Si dices que de un hecho concreto también fue testigo tu cuñado, o el funcionario de guardia, sólo vas a conseguir que los citen, y ésa es una decisión que debería tomar tu defensa, en lugar de enterarse de ella en pleno interrogatorio. La tercera regla aún parece más obvia, pero conviene no olvidarla: los papeles dicen lo que dicen y poco hay que comentar sobre ellos. Explicar los documentos para intentar conferirles un sentido distinto del que expresan no tiene ningún sentido si, inmediatamente, no los tachas de falsos. Y por ahí se abre una deriva de consecuencias imprevisibles si el documento no es realmente falso. Todo esto, que parece evidente, no lo es.» (págs. 57-58)
Antoni Bassas conversa amb l'advocat de Quim Forn, Xavier Melero.
Aquí la entrevista de Josep Cuní. (Y aquí quién era quién)
sábado, 14 de diciembre de 2019
jueves, 12 de diciembre de 2019
Hiere, negra espina, de Claude Louis-Combet
Claude Louis-Combet (Lion, 1932)
HIERE, NEGRA ESPINA
[Blesse, ronce noire, 1995]
Trad. David M. Copé
Periférica, 2019 - 144 págs. - inicio
— El amor incestuoso de Georg Trakl, Marta Sanz
— Incesto y cocaína en un gran poeta, Antonio Lucas
— La (buena) apreciación de Juan Flores
[peñazo (o, no era para mí)]
«Hiere, negra espina. Ésas fueron las palabras que el poeta Georg Trakl hizo pronunciar a su hermana Gretl en un famoso poema escrito poco antes de la batalla de Grodek, durante la Primera Guerra Mundial. El eco de esa dramática belleza puebla este libro intenso y emocionante, que va mucho más allá de las relaciones incestuosas entre hermano y hermana: estas páginas son ante todo una apuesta por el lenguaje. Y por cómo éste se enfrenta a la vida, al amor y a la muerte. La primera imagen que cifra esta novela, a la vez delicada y terrible, poderosa, es la del hermano y la hermana que, de niños, tocan juntos el piano y comparten lecturas...
El gran poeta alemán que la protagoniza, heredero de su admirado Hölderlin, fue calificado también de loco, como su maestro. En realidad, fue llamado bohemio, vicioso, sátiro, alcohólico y drogadicto, y se dijo que de él «sólo brotan la melancolía y el estertor que antecede a la muerte». Pero de Trakl brotó asimismo una de las grandes obras poéticas del siglo xx.» (de la contraportada)
miércoles, 11 de diciembre de 2019
lunes, 9 de diciembre de 2019
Testimonio materno, de Elena Soriano
Elena Soriano (1917-1996)
Creadora de la revista El Urogallo (1969-1975)
TESTIMONIO MATERNO
Plaza y Janés, 1985 - 606 págs. - Lib. Monimoon
[inmenso, brutal, desolador]
«Yo sé bien que mi hijo se suicidó [Juan José Arnedo Soriano, 1952-1977]. Y que lo hizo de un modo consciente y premeditado. Desde tiempo atrás, Eros y Tanatos se lo disputaban como furias y el dios de la muerte terminó por vencer, ayudado por una serie de circunstancias favorables que se conjuntaron para constituir ese factor desencadenante del acto suicida que señalan los estudiosos de un fenómeno harto frecuente en el mundo de hoy. Su ser entero se venía preparando para este final que deseaba tanto como temía: la neurosis de angustia, la depresión, el régimen macrobiótico, el yoga ascético, la meditación transcendental y —¿por qué no repetirlo una vez más?— el persistente efecto del ácido sobre su mente, cumplieron su función destructora, le dieron mil motivos, reales o imaginarios, objetivos o subjetivos, razonables o insensatos, para morir: fracaso de su vocación auténtica —la música—, que no supo encauzar ni nosotros comprender; fustración de sus ilusiones de amistad y de amor; pérdida de sus facultades intelectuales y de su salud física; ineficacia comprobada de sucesivos tratamientos médicos; evidencia de haber errado, una vez más, su vía de salvación, desesperanza de su integración social; ausencia de providencia paterna, en su mayor necesidad; fallo de su penosa accesis al conocimiento, "fuente inagotable de LSD"; humillación al haber sido robado, burlado y rechazado por sus propios compañeros; pérdida de su fe en la terapia de "La Luz Divina" y en la condición sagrada del guru Maharaj-Ji; sentimiento de culpabilidad al insultar a su única valedora en la secta; deseo de expiar su violento estallido de escepticismo; obediencia, si al pedir la muerte al gran jefe de la secta le contestó, de modo subliminal, de palabra o con gesto, "Libérate tú mismo, hermano"; afán de castigarnos con su muerte, para ser nuestro azote de por vida, como nos decía en sus accesos de rencor; compasión hacia nosotros evitándonos sufrir más, "dejándonos en paz", como yo le pedí muchas veces; temor a nuestra reacción ante su nueva derrota, internándolo en un manicomio, como estaba advertido por su brutal Psico [su último psiquiatra]; miedo de sí mismo, a la descarga sobre nosotros de su impulso destructor, pues matarse para no matar es una solución; cumplimiento del plazo que a sí mismo se había impuesto de no traspasar el límite de su primera juventud; terror a envejecer como incurable neurótico, esquizofrénico o paranoico; arrojo de su muerte a la cara del mundo entero que siempre había pagado su apasionado amor con engaño, crueldad e insolidaridad; escapada decisiva de errores, tentaciones, daños, castigos y peligros, pues como dice Walter Benjamin, "sobre un muerto nadie tiene poder"; desesperación al no ver ante sí ninguna solución a sus problemas, pues como ha dicho un terrorista anónimo, "todo hombre que busca una salida y no la encuentra se convierte en un desesperado"; hambre, sed, sueño, soledad, agotamiento físico y mental; necesidad irresistible de descansar, de dormir, dormir, dormir; esperanza del suicida creyente en el perdón divino; ilusión de que va a despertar en otro mundo mejor, fresco, descansado, con renovadas fuerzas para una vida eterna; busca de otra experiencia más en el trasmundo, ya que todas las de este mundo le habían decepcionado; intuición de que sólo en la nada se encuentra el Conocimiento de Dios; angustia, angustia, angustia, creciendo en su interior como una marea incoercible hasta anegar su pobre mente y anular su última resistencia vital.» (págs. 589-590)
IMAGEN Y CONTRACULTURA. Correspondencia entre Borja Casani y Andrea Valdés con motivo
de la exposición en la Fundación Foto-Colectania de "La Movida.Crónica de una agitación. 1978-1988", que reúne la obra de cuatro fotógrafos clave de la llamada movida madrileña: Alberto García -Alix, Ouka Leele, Pablo Pérez-Mínguez y Miguel Trillo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)